CINE DE HOY
Otra de las novedades de la Sexta Edición del Festival Masacre en Xoco, celebrado con gran éxito en la Cineteca Nacional este fin de año, fue el estreno de Ladronas de almas, el más reciente filme del realizador duranguense Juan Antonio de la Riva.
El legendario director de Vidas errantes y El gavilán de la sierra, confesó que se trata de su primer trabajo en el género, el que se vanagloria de conocer muy bien. Bromeábamos que eran más horrendas las cintas que hizo para Televicine, como Soy libre.
De la Riva explicó que primero revisó el guión, al que hizo pocas correcciones y que para su sorpresa le propusieron que lo dirigiera, cosa que aceptó con gusto.
La acción transcurre en 1815. A una hacienda apartada llega una patrulla que se hace pasar por simpatizantes de Morelos.
En realidad se trata de realistas que andan en busca de una partida realista que desapareció con el oro de los impuestos.
El hacendado y sus hijas (Natasha Dupeyrón y Sofía Sisniega) acepta ofrecerles asilo, advirtiéndoles de las leyendas que existen en la región de los muertos vivientes que salen a alimentarse de seres humanos.
Como en el caso de las películas de época nacionales, el mayor defecto del filme es la escenografía y el maquillaje.
El vestuario luce falso y acartonado, pues es nuevo y bien planchadito, mientras que las pelucas como las de Luis Gatica, son falsas y ridículas.
El maquillaje de los monstruos nos hizo recordar al de las películas de El Santo, amén que las actuaciones también son poco convincentes.
Esta Ladrones de almas resultó pues una decepción, a la que vaticinamos poco éxito, incluso entre los fanáticos del género.