PEDAZOS DE VIDA

Aries        

(21 de marzo al 20 de abril)

Elena tenía una cicatriz en la cabeza, sus padres le habían dicho que era una marca de su niñez, pero en realidad nunca hablaban del tema y ella no se acordaba de lo que había sucedido. Quien iba a decir que aquella marca que se había hecho presente en varios momentos de su vida, como cuando le cortaron el pelo por la plaga de piojos que había en el pueblo, tenía tanta relevancia para la vida de Elena.

Sí, la revista lo había dicho, los Aries suelen tener cicatrices en la cabeza, es su símbolo de poder, es la herida que hace que la mente se abra para la creatividad, es por donde también recibe la energía para emprender y cumplir sus metas. Ella estaba tan emocionada, había comprendido que más que una marca en la cabeza, desde niña se había forjado su destino.

Tras leer eso en la revista, sus ojos se iluminaron, sus sueños despertaron y un par de años después ahí estaba en la casa del marido mal elegido, con los hijos no deseados, en una vida que fue la que menos imaginó, quizás esa cicatriz había sido por un golpe tan grave que la haría creer en un estúpido artículo sobre los “Aries”.

Leo        

(23 de julio al 22 de agosto)

Hermosa cabellera tuvo, en aquellos tiempos del buen rock, hermosa melena digna de un león, de un nacido bajo el signo del felino arrogante y de gran porte. El mismo flojonazo que manda a cazar a la leona para comer él. Un parásito de la sociedad convertido en proxeneta de cuanta leona formó parte inhumana de su manada. Así fue el hombre que al final de su existencia tiene una calva tan pronunciada que los cabellos de alrededor resultan ridículos. Así con el cabello se habían ido sus “triunfos”, el destino lo había marcado pero él decidió otro camino, el de la miseria.

Sagitario       

(23 de julio al 22 de agosto)

Bonita flecha del carcaj de la vida, la que te puso en el camino de la aventura y la adicción a la maldita adrenalina, bonita flecha que cazó al flechador. Viajero fuiste y viajero serás, ahora te encaminas a otro mundo y uno aquí sin poderte llorar…