“Yo creo que Putin paga a Trump”

Aseguraba un líder republicano en 2016:

La filtración de las palabras del republicano Kevin McCarthy en una charla con su compañero de filas Paul Ryan hace un año añade leña al fuego de la trama rusa
El ventilador de las filtraciones azota a Trump sin piedad. The Washington Post reveló una conversación privada en junio de 2016 entre dos pesos pesados republicanos que muestra que las sospechas sobre la posible conexión entre el presidente y el Kremlin estaban a la orden del día antes incluso de que Trump fuese nombrado candidato presidencial de su partido
“Yo creo que hay dos personas a las que paga Putin: Rohrabacher y Trump”, dijo Kevin McCarthy, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, ante su compañero de filas Paul Ryan. ¿Una afirmación o una broma?
“Lo juro por Dios”, añadió McCarthy, que ya entonces apoyaba a Trump. Dana Rohrabacher es un congresista republicano que simpatiza con Vladímir Putin.
Con sexto sentido de purasangre político, Ryan, aún tratándose de una charla a puerta cerrada entre correligionarios, tomó precauciones.
-Esto es off the record. Sin filtraciones, ¿de acuerdo?
[“Risas”, indica el periódico en su transcripción de la conversación].
[Más risas].
-Lo que se dicen en familia se queda en familia -concluye Ryan.
Tanto Ryan como McCarthy se acababan de reunir por separado con el primer ministro ucraniano Vladímir Groisman, que había sostenido que Rusia estaba jugando sucio para intentar socavar el espíritu democrático de la política ucraniana y su institucionalización.
A continuación intervino McCarthy y tuvo lugar el diálogo arriba referido. Corría el 15 de junio de 2016 y un día antes, en plena campaña presidencial, había trascendido que piratas informáticos habían hackeado para el Gobierno ruso los ordenadores del Comité Nacional Demócrata. Un mes más tarde Trump sería elegido candidato para los comicios que ganaría en noviembre.
Portavoces de Ryan y McCarthy trataron de negar en redondo la existencia de la conversación. “Eso nunca ocurrió”, dijo el portavoz de Ryan a The Washington Post. “Es absurdo y falso”, dijo el de McCarthy. Cuando el periódico les comunicó que disponía de la transcripción de una grabación de esa reunión, los voceros cambiaron el paso. “Fue un intento humorístico”, respondió el de Ryan. “Fue un intento humorístico fracasado”, completó el de McCarthy. La presidencia de EU ha anochecido un día más en entredicho. Esta vez, más concretamente, entre el chiste y el caos. Y con las principales cabeceras de la prensa -declaradas por Trump como enemigo público número uno suyo y a su juicio de todo el pueblo americano- con el cañón de la metralleta al rojo vivo.

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