FAMILIARES DE UN DESAPARECIDO
Lo último que María Teresa supo de su esposo fue por mensajes de texto que José Óscar le mandó el 21 de septiembre de 2018: “Buenos días, mami”, le escribió a las 11:01 horas, desde hace nueve meses no sabe de él
José Óscar Mayorga Baltazar es originario de Ciudad Mante, Tamaulipas; tiene 53 años y nada saben de su paradero desde hace casi un año.
En el Ejército mexicano, José Óscar conoció a una joven moreliana; ambos eran militares. Se casaron y tienen dos hijos de 20 y 15 años de edad.
Su matrimonio con María Teresa Fuentes Hernández parecía como cualquier otro, hasta que fue irrumpido: él fue acusado de delincuencia organizada y de delitos contra la salud.
José Óscar fue dado de baja de la Secretaría de la Defensa Nacional y procesado ante la justicia civil. Fue declarado culpable.
Para cumplir su condena, pasó 10 años y 11 meses en prisión.
En cuanto salió, buscó trabajo y reintegrarse a su familia, pero no duró mucho tiempo.
Luego de tres años en compra-venta de minerales, los sueños de su familia se vinieron abajo.
Óscar desapareció.
Lo último que María Teresa supo de su esposo fue por mensajes de texto que José Óscar le mandó el 21 de septiembre de 2018: “Buenos días, mami”, le escribió a las 11:01 horas.
“Buen día”, “Que tengas un excelente día”, “Bye”, decían los mensajes que María Teresa, de 46 años de edad, le escribió a su esposo, acompañados de un beso gráfico.
“Sí, gracias”, fue el último mensaje que María Teresa leyó de José Óscar en WhatsApp. Ahí empezó el infierno.
María Teresa narró que su esposo le comentó que iría a la comunidad de San Pedro El Saucito de Hermosillo, Sonora.
Tras cuatro días de hacer llamadas a amigos, María Teresa entró en pánico, nadie sabía del paradero de su esposo.
Desesperada, quiso trasladarse de Morelia a Hermosillo para presentar la denuncia, pero por seguridad ese intento se vio frustrado.
Ante ello, acudió a la otrora Procuraduría de Michoacán (hoy fiscalía), para presentar la denuncia por colaboración. De ahí se canalizó el asunto a su par en Sonora.
María Teresa acusó que solo recibió malos tratos, engaños y señalamientos de la agente del Ministerio Público, Alma Contreras, quien se negó a iniciar la investigación correspondiente.
Contó que, incluso, le dio los datos del GPS de la camioneta de su esposo, la cual fue detectada por la empresa de seguridad, en los límites de Sonora y Chihuahua.
De todo eso han pasado once meses y todavía no hay resultado en las investigaciones, por lo que se desconoce cuál es el paradero de José Óscar.
“Me gustaría encontrarlo con vida, pero si no, solo quiero encontrarlo y darle cristiana sepultura. Ya ni siquiera pedimos justicia; sólo pedios encontrarlo”, clama María Teresa.
Cuestionada sobre la creación de la nueva Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Michoacán, María Teresa consideró que será una buena herramienta de justicia para los familiares de víctimas y desaparecidos.