“Los agraviados no tenemos quien nos defienda”
Raymond Craig
Entre las estadísticas y la realidad al parecer no hay correspondencia, los demonios están desatados y siento latente la amenaza de que comiencen a hacer más locuras, sobre todo, previo a los comicios electorales en donde puede ser que se pretenda desacreditar las palabras para que estas se conviertan en vanas, todavía más huecas.
A donde sea que volteemos se perciben los conflictos políticos y sociales, tanto en unos como en otros impera el chantaje y la venganza como la forma más fácil de arreglo, pero también ésta es la forma en que la espiral de violencia se convierte en infinita, vamos a terminar tuertos y chimuelos.
El País de las maravillas yo no lo veo color de rosa, más bien su tono se ha acentuado en un rojizo nada transparente y en un negro impenetrable por la corrupción que se dice “es cultural” como una forma de justificar su permanencia.
Tal vez por ello alguna vez me ha cruzado la idea de ser Gobernante, es decir, empleado del pueblo; tan solo para ir quitando uno a uno esos flagelos que tanto daño han hecho a la sociedad, ya que para todo se inventan excusas, sobre todo para seguir sosteniendo el status de dispendio que se queda en los bolsillos o en hieleras de unos cuantos, en lugar de donde verdaderamente deberían estar: en el bolsillo de las familias mexicanas.
Cuando es del equipo contrario se grita “!al ladrón¡, ¡al ladrón¡”, pero ¿Quién estará libre de pecado para aventar la primera piedra?
Hay quienes se han aplicado un “bono de riesgo” por “motivaciones autónomas”, ¿Cuál riesgo?, ¿Qué acaso no es cierto que la violencia ha disminuido?. En tal virtud como ciudadano también reclamo mi bono de riesgo.
El próximo año se gastarán millones de pesos en precampañas y campañas políticas, con el único objeto de convencernos de que ahora si todo cambiará para bien, de que los candidatos ha invertido toda su vida en beneficio de la comunidad, y seguramente asumiremos la cómoda actitud de creer y recibir nuestra gorra y nuestra playera con el logo de algún partido y la imagen de algún candidato. Se hace caravana con el dinero que debería estar destinado a escuelas y hospitales.
Estoy consciente que en esta época prenavideña cada cual anda con su tema, y cada cual asegura tener la razón, lo cierto es que en época de vacaciones ya se empieza a percibir el típico ambiente de que ha llegado el momento de que todo nos importe un reverendo pepino, la gente se empieza a relajar haciendo planes y el estrés que nos produce los problemas cotidianos poco a poco se irá cambiando por la ansiedad de que ya se haga presente el momento de dejar todo atrás y correr desesperadamente a donde nos ocultemos de nuestros problemas, aunque también estoy convencido que el despertar al 2016 será bastante desagradable.
Por ello, creo que ya se llegó el momento de olvidarnos del “dejar hacer y dejar pasar”, las cosas no se resuelven solas, al contrario, el abandono solo las complica y las vuelve presa fácil de la desesperación; la solución de lo que pasa en nuestro País debe ser integral, pues de otra manera volveremos a la estrategia del pasado de querer curar el cáncer solo con un par de analgésicos; los hechos son los que dejan huella y el final del día nos deberá reflejar la efectividad de las decisiones.
Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.