¿Y ahora, qué?: este México nuestro

DE CUERPO ENTERO

Pero ¿qué podemos esperar cuando en México solo el 2.4% de las denuncias penales llegan a la sentencia, mientras en Hong Kong sucede en el 85% y en USA el 89.2%? El barco se acerca al abismo y si López Obrador no da un movimiento enérgico al timón, no tendremos escapatoria, porque ya muchos como las ratas saldrán huyendo a sus departamentos de Miami o de la Riviera Francesa

México es poli-cromático y bello, con música que se conjuga al ritmo de olas siempre nuevas como en Tlacotalpan donde saben hacer su nido de amor, y donde el Maestro Agustín Lara caminó por el parque saboreando helado de guanábana; México es como un gran barco que se hizo a la mar desde hace 80 años con capitanes que han hecho el mayor esfuerzo por hundirlo. El barco está abollado, con agujeros en proa y popa, con mástiles dañados y con un timón que suele manejarse en forma automática; sin embargo, la llegada de López Obrador como un resplandor que nos cegó por momentos, nos hace como movernos en un mar calmo y sereno, ya no más la MAFIA DEL PODER, ahora todo es dulzura y amor y paz.
    De acuerdo al CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) la pobreza en 2008 era de 44.5% y ya para el año 2014 ascendió a 46.2%.
    La OCDE afirma que México es el único país latinoamericano que presenta una tendencia regresiva en materia de reducción de pobreza.
La Geografía de la pobreza marca con claridad esa INMENSA DESIGUALDAD en nuestra patria, veamos:
POBREZA

Chiapas    74.7%                          Nuevo León          23.2%
Guerrero  64.5%                         Coahuila                27.9%
Puebla      61.9%                         Oaxaca                  64.5%                         Ciudad de México  28.9%

Aunque México es un enorme barco con promesas no cumplidas, es tan diverso que ha aguantado tormentas, ciclones y temblores, pero ¿realmente el nuevo cambiará este destino?
De acuerdo a un artículo del periódico El Economista, la pobreza extrema, donde una familia vive al día con menos de 60 pesos y sin accesos a más satisfactores, es decir los más pobres entre los pobres: OAXACA, CHIAPAS, ESTADO DE MÉXICO y PUEBLA concentran el 60% a nivel nacional.
Cada año ingresan millones de compatriotas a este rubro de muerte y desolación.
Un país que se mueve solo en los rieles de la impunidad y la corrupción no puede tener otro destino.
Ahora tenemos una esperanza que de dibujarse tan buena parece de ficción.
AMLO imagina que entrando a Palacio Nacional bastará su presencia impoluta para que la magia inicie: la corrupción termina y la justicia florece; hoy ha demostrado que necesitará gente, y que mucha de la que tiene y que apoya denodadamente, se instalan con antecedentes francamente impresentables.  Sin embargo el privilegio de la duda lo acompaña.
A fuerza de oír y ver el cada día, nos hemos acostumbrado a vivir en un mar de sangre; nos escandalizan los atentados en Europa, y decimos que viven en el terror, cuando en nuestra tierra a nuestros vecinos o a nosotros mismos nos han dañado con el robo, con la extorsión y aunque se denuncie no pasa nada, nada…    
Durante el sexenio del ex Presidente Calderón hubo más de 121 mil homicidios relacionados al narcotráfico, a su guerra, a su necedad; un muerto cada 30 minutos, y casi todos sin castigo ni condena. En el gobierno que ya se va del presidente Enrique Peña Nieto son casi cien homicidios cada 24 horas y como el anterior… no pasa nada, nada.
Pero ¿qué podemos esperar cuando en México solo el 2.4% de las denuncias penales llegan a la sentencia, mientras en Hong Kong sucede en el 85% y en USA el 89.2%? El barco se acerca al abismo y si López Obrador no da un movimiento enérgico al timón, no tendremos escapatoria, porque ya muchos como las ratas saldrán huyendo a sus departamentos de Miami o de la Riviera Francesa.
Sin embargo México es un barco acostumbrado a la mala vida, sus capitanes lo han traído por mares embravecidos y solo ha encontrado mares calmos; quiera la vida que pronto navegue por mares desde donde se vean las estrellas rebotando en las arenas tibias de Cancún.
¡Ojalá!
 

Related posts