Lo atribuye principalmente a la corrupción
El 5 de junio los electores en 12 estados, inesperadamente, dieron al PRI del presidente Enrique Peña Nieto una buena patada, publicó el semanario británico The Economist. En comicios para gobernador, en un conteo preliminar, el PRI perdió siete entidades que se llevó el PAN. En cuatro de esos estados, el PRI nunca había perdido el poder en contiendas pasadas.
LAMENTABLE ESTADO DE LA DEMOCRACIA
Al unísono, muchos líderes de opinión escribieron en mayo sobre el lamentable estado de la democracia en México. “La diosa quien iba a curar todos los males, dio a luz a una criatura irreconocible que hoy apunta el rechazo y la desconfianza entre mexicanos”, escribió Héctor Aguilar Camín, -historiador y novelista- en Nexos. En Letras Libres, Enrique Krauze, hizo una declaración similar: “Muchos de nosotros pensamos que la democracia traería una era de paz, prosperidad y justicia. Eso es una ingenuidad”.
La corrupción está presente en todo lados por igual. Le cuesta a México casi el 10% del PIB, de acuerdo con un estudio del IMCO. De 2000 al 2013, 41 gobernadores estaban implicados en escándalos de corrupción, solamente dos fueron puestos en prisión.
En un ambiente de horror que aún impacta a México, el crimen y la corrupción llegaron juntos, en 2014, en el asesinato de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en Guerrero a manos de la policía, políticos y narcos.
Las elecciones deberían sacudirlos de su autocomplacencia. Algunos mexicanos creen que la alternancia en el nivel estatal es clave para progresar. Otros argumentan que el país necesita una reforma política profunda.
El problema es que en las democracias es más fácil sacar a los holgazanes que divisar las maneras de detenerlos.