Colectivos locales iniciaron una jornada de recolección de toneladas de basura dejada por más de 100 mil personas en movilidad que han cruzado el río Bravo a lo largo del último año entre Juárez, en la frontera norte de México y El Paso, en Estados Unidos.
Ropa, documentos, botellas y otros objetos normalmente abandonados por los migrantes en la ribera mexicana del Bravo se suman a la basura doméstica y a las aguas negras que contaminan el río que divide a ambos países en esta zona, y donde en este tiempo acuatizan aves migratorias que viajan hacia el sur.
Raymundo Aguilar, del colectivo Sierra de Juárez, dijo que el Bravo no ha podido escapar del fenómeno migratorio, pues aseguró: “ha habido muchísima basura por parte de las personas que están en movilidad”.
“Afortunadamente Servicios Públicos municipales y también del lado americano han estado interviniendo para remediar esto”, indicó Aguilar.