Violencia, represión y presión social

HOMO POLITICUS

A una semana de los comicios en Venezuela para integrar la Asamblea Constituyente, la violencia, represión y presión social no cesan mientras Nicolás Maduro es acusado en América Latina de un autogolpe.
 
La presión de distintos gobiernos sobre Venezuela ha ido incrementándose y la legitimidad internacional sobre el gobierno de Maduro en descenso, cuestión que mantiene en vilo a su gobierno, que todavía cuenta con un nada despreciable apoyo ciudadano, pero que, ante las presiones de la oposición está en crisis.
 
¿Qué cosas no dichas por los medios esconde la crisis venezolana?
 
Debe entenderse que la izquierda cobró fuerza con el chavismo y que este proyecto llegó a reivindicar a los sectores marginados y pobres de Venezuela, cuestión que se hizo redistribuyendo la renta petrolera y reasignado las condiciones tributarias de diversos sectores sociales.
 
Hugo Chávez creó un crecimiento del Estado que vulneró intereses de las clases adineradas, lo que provocó la ira y el descenso de sus negocios, lastimado estos intereses que se sumaron a la oposición y algunos de ellos, presentaron un desencuentro ideológico que sostienen hasta el actual gobierno de Maduro.
 
De igual manera, los intereses norteamericanos y de países industrializados en Venezuela se han visto tocados, cuestión que se suma a la reacción interna.
 
El ejército bolivariano sigue siendo constitucionalista y chavista en su mayoría, variable que mantiene la custodia de la legalidad y ha impedido hasta ahora que la reacción puede plantear un golpe de Estado en contra de Maduro.
 
El gobierno de Maduro vino a menos a partir de que el soporte de la renta petrolera del Estado no ha sido invertida de manera productiva generando negocios, empleos y oportunidades de inversión, unido a la fuga de capitales y al boicot que mantiene la oposición a las tareas económicas.
 
La oposición en el Congreso ha ido en aumento y ya es un contrapeso para Maduro que sin poder legislativo en sus manos se ve obstruido y en jaque.
 
¿Qué le depara al gobierno de Maduro?
 
La oposición no habrá de detenerse y de seguir sin diálogo la antesala de una guerra civil es posible.

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