Vientos

PEDAZOS DE VIDA

Billete
Apenas vio como se acercaba, como hoja que lleva el viento, y de un pisotón terminó con su camino, se quedó atrapado entre su zapato y el suelo, y el papel se movía como serpiente cuya cabeza ha sido contenida… Fueron unos segundos, mientras veía como aquella mujer se hincaba para tomar, muy molesta el billete que aquel muchacho había pisoteado para evitar que el viento se lo llevara.
-¡Qué te pasa!, ¡suelta mi billete!
– ¡Ah! perdón

Eso había sido todo, había quedado tonto por verla acercarse, por verla tan decidida, y al final había echado todo a perder por su embelesamiento, había quedado como un torpe, como un tonto y falto de caballerosidad, si no se hubiera quedado petrificado y hubiera levantado el billete, otra cosa hubiera sido, pero aquella mujer que además tenía carácter, se había ido con el viento, con el mismo que le había traído un billete que apresó, soltando al mismo tiempo un corazón que bien pudo palpitar al mismo ritmo que el que guarda dentro de sí…

Palabras
Las palabras se las lleva el viento, se van cuando no echan raíces, cuando no causan dolor, cuando están vacías, cuando no están dichas con las vísceras ni con el amor suficiente. Las palabras se convierten en polvo y vuelan por la ciudad, se materializan en cada letra que se pronuncia, aunque con la h, vuelven a ser nada, más que silencio.

Las palabras matan cuando se convierten en tornado o huracán, y desquebrajan todo a su paso, terminan con todo por dentro. Son el oxígeno que requiere una bomba para explotar por dentro, y se las lleva el viento aunque las esquirlas del odio permanezcan. Así cuando hablas, las palabras se convierten en lenguaje que algunos entienden, otros solo sienten como se las lleva el viento, y algunos más sienten como con las palabras, ellos mismos quedan condenados al olvido.

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