ALFIL NEGRO
Quedan sólo 15 días de campañas de los Cuatro candidatos, aunque en realidad la lucha efectiva es entre Menchaca y Viggiano, en que todo será ruido en la radio, televisión, espectaculares, bardas, declaraciones y ni se diga en las redes sociales, en que seguramente se expondrán muchas propuestas, pero también ataques, calumnias, y no va a ser extraño que crezcan las traiciones de gentes que se supone son de un color y de pronto cambian y dejan su partido, porque allí dicen que no encuentran la democracia como ellos la soñaban y mejor se van al partido de enfrente.
De hecho estos chapulines ya hicieron su aparición y son recibidos como héroes al partido que lleguen, no tanto por lo que signifique en valor político como individuos, sino por la oportunidad que le dan al partido que los recibe de decirle al de enfrente que por algo lo dejan y atizarle todo lo que se puede.
Y desde luego están los pesos pesados, que de día son de un color y de noche cambian sus colores, en esa doble apuesta para no errarle y de todos modos ganar.
Van a ser quince días infernales en que se van a jugar el todo por el todo. El que se sabe adelante para no perder esa posición, con los ojos bien abiertos para no dar ninguna oportunidad a los que vienen atrás y que recurrirán a todo para frenarlo.
Y es aquí donde pueden aparecer las mañas de los que corren detrás del puntero, con ataques que busquen restarle fuerza y si se puede derribarlo, en muchas ocasiones con pedradas que son mentiras o hasta calumnias, disfrazadas de actos inteligentes.
Las encuestas ya señalan a un puntero muy por delante de los otros y esto ya provoca movimientos desesperados para frenarlo, con señalamientos con muy poca base y mucho resentimiento.
No es tiempo de dormir y si acaso con un solo ojo ,de acuerdo al refrán de “un ojo al gato y otro al garabato” porque el que se duerma se lo lleva el tren.
El tercer debate del 22 en Pachuca será la última oportunidad de los que corren detrás del líder para lograr algo, pero parece demasiado tarde para recuperar lo perdido. Sin embargo, algo puede pasar en ese debate, porque el de Huejutla ni fu ni fa.
De todos modos, más vale que cuiden ese debate sobre todo su entorno, porque un desesperado va a todas y con todo.
No vaya a ser el diablo y la elección sufra algún contratiempo.
Quince días de mucho ruido, de mentiras, calumnias, traiciones y desde luego propuestas.
Pero los signos dicen que esto ya se decidió.