Hasta siempre Román
Matemático, primer titiular de esa área en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, hasta que tuvieron a bien despedirlo y hacer todo lo posible para que finalmente nunca tuviera una jubilación; militante de izquierda, de los reales, de los que llevaron hasta el final la defensa de sus ideales de justicia, Román Hernández Genis, el maestro, el académico de prestigio logrado con base al trabajo y al estudio, murió en el bosque hidalguense, donde supo conjugar la filosofía con las matemáticas, que además esta última se convierte en la búsqueda de las razones primeras cuando se practica con tanta profundidad como Román.
Miguel Ángel Serna Alcántara me lo comunicó a través de un mensaje que comparto con los lectores de DIARIO Plaza Juárez:
“Murió mi amigo y compañero de luchas universitarias, Román Hernández Genis: sesenta y ochero del IPN, Trosko, agitador en Sidena, diputado local fallido (se la voló otro camarada) magister excelsis de matemática, promotor y fundador del Centro de Enseñanza de la Matemática en la UAEH y maestro del ITP.
“Colaborador de La Garza al Balcón en el periódico Visor (columna de nuestro grupo democratizador de la UAEH cuando Sosa era secretario general y luego rector) y otras lindezas más. Tuvo que retirarse sin jubilación de la universidad. Lector, articulista, fan, rocanrolero, vivió sus últimos años en su cabaña que construyó en un bosque cercano.
“Hasta siempre, Román, por ahí nos vemos”.
Estoy cierto, que no hay despedida más sentida que la de Miguel Ángel para un amigo como Román, porque al final, a los dos los define un profundo amor por los que menos tienen, y sin duda, un sentido desprecio por los que hacen del poder, no el camino para buscar la justicia social, sino el fomento al enervamiento y el enriquecimiento explicable, pero nunca explicado.
Descanse en paz el maestro Hernández Genis. Mucho enseñaste de dignidad a quienes te conocieron, y mucho del compromiso que siempre tuviste con los que menos tienen.
Buen viaje querido Román, y un abrazo para Miguel Ángel, un amigo tuyo, un amigo nuestro al que admiramos.