Esta es la verdadera historia de una jovencita llamada Carla Sánchez Fernández, estudiante de derecho en la Universidad Siglo XXI de Pachuca

La joven dijo que el pasado martes, al salir de la escuela y dirigirse a una de las estaciones de la Maravilla del Mundo “El Tuzobús”, se dio cuenta que un mono, que se llama Juan Ramos Morales, le tomó fotografías con su celular de la cintura hacia abajo.

Al considerarlo como falta de respeto, Carla se acercó al muchacho, que es compañero de la escuela de la carrera de nutrición, le reclamó por qué le había tomado fotos, Juan  sonriendo le dijo que él no fue, fue tete; Carlita, como estaba como agua para pelar pollos porque le retrataron la cola, pidió ayuda al policía de la estación explicándole lo que pasaba. El estudiante fotógrafo le mostró su celular al policía y vieron foto por foto y no había ningunas nalgas sueltas, ella estaba segura que la había borrado en el momento en que se dio cuenta. Así lo repitió a cada rato, Carla estaba a un lado de su mamá, el policía sonrió y no le hizo caso, se fue dejándola hablando sola.

La muchacha, que estaba como agua para pelar pollos porque el gendarme no la peló, llamó al 066 para que la gendarmería interviniera y agarrara al fotógrafo de colas.

El fotógrafo intentó salirse y al mismo tiempo insultó a la jovencita. Al ver que el malandrín se estaba pelando, ella lo agarró de un brazo, el estudiante le dio un aventón que la hizo que retachara y por un pelito para las patas.

Llegaron los de la gendarmería acompañados de agentes y de nuevo como 10 veces les volvió a contarme la muchacha lo que había pasado, porque los policías no entendían, y además dijeron que no tenía nada de malo.

Otra vez hicieron que el fotógrafo les enseñara todas las fotos que traía en su celular, y los fue nombrando una por una: “esta es mi jefa, mi hermana, mi tía, mi abuelita, mi amiga, mi novia; no tengo ninguna foto de la muchacha”.

Una vez más no le pudieron comprobar que le habían tomado fotos y se la llevaron a la policía municipal, para que diera su declaración.

Llegando a la barandilla quedó detenida por faltas administrativas, “pensé que me llevarían a declarar, pero me metieron a las galeras, ahí me quitaron mis pertenecías y uno de los Nahuales me dijo que me detenían por alterar el orden y por necia”.

La pesadilla de la joven estudiante de Derecho, siguió cuando tuvo que pagar para salir la cantidad de 3 mil 652 pesos, ella les juraba que no había matado a nadie. La estudiante asegura que el Juez calificador, Luis Sierra, la invitó a salir y le aseguró que con él jamás tendría problemas con la policía. Todos los mendigos que estaban ahí la agarraron de pachanga y le decían “Muñequita linda”, algunos uniformados le silbaban y le decían que estaba re buena.

Por desgracia llegó tarde nuestro reportero estrella del Diario Plaza Juárez, que es pariente del látigo Justiciero, y no pudo hacer nada por ella, solo le dio palabras de consuelo: “No les hagas casos, todos los policías son unos burros y los jueces son de pueblo, no saben ni cómo se llaman, ya no hagas corajes, olvida todo y yo me encargo del que te sacó la foto, le voy a sacar una a su madre cuando esté como el Tigre de Santa Julia”.

SUS AMIGOS SE LO ECHARON AL PLATO

Eulalio Fragoso Aguilar estaba que se lo  llevaba la grosería cuando supo que a su vieja ya le habían llegado todos sus cuates, agarró a su vieja del gañote y le quiso sacar la verdad, quién de todos sus amigos le andaba dando para sus tunas.

Como la mujer no le contestaba, se quedaba callada, fue cuando la sangre se le subió a la cholla y decidió vengarse, entró a su casa y sacó una escopeta, que se la había regalado su abuelito, era de cuando andaba en la Revolución entre las bolas de Pancho Villa. Llegó a donde estaba una pandilla de jóvenes y les preguntó que quién de ellos se andaba empinando a su vieja.

Al ver que llevaba la escopeta les sudó la cola a todos, porque sabían que era capaz de darles en su madre. Uno de ellos le llegó por la retaguardia y lo tiró al suelo, entre todos lo golpearon porque no soltaba el arma, uno de ellos se la quitó y le pegó con la misma deshaciéndole la cholla.

Al ver que ya no se movía y estaba en un charco de sangre “Vieja el último”, se echaron a correr por diferentes rumbos. Pero les voy a contar cómo estuvo la movida, para que después no les cuenten porque a los mejor les mienten. Los hechos ocurrieron bajo los efectos del alcohol, y también  estaban drogados, como a las 4 de la madrugada, en la calle del Tezontle en la colonia Linda Vista de Nueva Creación, por la zona de Santa Matilde en el municipio de Zempoala.

Al infortunado reclamador le dieron hasta por debajo de la lengua y también con la culata de la escopeta. No pararon hasta dejarle la cabeza como calabaza. Hubo muchas versiones de sus amigos y familiares así como de la esposa del que mataron; que busquen su línea de investigación los agentes lo más pronto posible, y busquen y agarren a los culpables del crimen.

La Procuraduría General de Justicia dio a conocer que los agentes de la policía de investigación del grupo de homicidios, tuvieron conocimiento de la muerte de un hombre a través del operador del C4. Al llegar al lugar, donde ya les dije, encontraron el cuerpo de un hombre con la cola para arriba, su cabeza estaba en un charco de sangre.

Se explicó que la víctima medía un metro con 65 centímetros, tez morena clara, y cabello corto color negro, que estaba en posición de pollito tomando agua, con sus extremidades superiores e inferiores extendidas. Se dio a conocer que hubo una riña porque la víctima discutió con unos sujetos por una supuesta infidelidad de su esposa, como todos le dieron pamba por payaso, fue a su casa sacó su arma y se quería echar a todos, pero por lo borracho que estaba se la quitaron y con ella le dieron.

LA SALVARON QUE SE FUERA CON EL DIABLO

Una mujer, que no quiso decir su nombre, ya estaba hasta la madre de esta vida, por sus padecimientos de muchos años enferma, los médicos del Seguro Social no le atinan a qué es lo que tiene, comentó que fue a la clínica uno, su médico familiar la revisó, le tomó la presión y le dio como 10 recetas, que al sacar la medicina era una bolsa grande.

Ya estaba decidida a irse con la calaca, sacó los medicamentos, los molió todos, los echó en un pocillo grande, y como si fuera atole se los bebió, llorando se recostó y esperó su muerte. Se acostó con  un rosario en la mano y lloró como cuando era chiquita, y poco a poco se quedó dormida, esa era su idea, ya no despertar. Pasaron las horas y abrió los ojos, todas las medicinas que se tomó no le habían hecho nada.

Se salió de su casa y no quitaba el dedo del renglón de suicidarse, en el camino lo pensó, y era mejor aventarse un clavado de pura cholla desde lo alto del puente de la colonia 11 de julio, estaba segura que no fallaría, si no moría del madrazo algún carro le sacaría las tripas; pero no falta un pelo en la sopa, llegaron los uniformados y la agarrón.

Ya estaba lista para lanzarse, movía los brazos para despVÍCTIMA DE ACOSO SEXUAL

edirse de este mundo cruel, los vecinos desde abajo le gritan que no lo hiciera, que todavía estaba buena, como no les hacía caso llamaron al 066, llegaron los uniformados y los cuerpos de auxilio, los bomberos, los gendarmes municipales, le gritaban que se espera, que con Omar como gobernador todo iba a cambiar.

La señora se había amarrado las manos con un alambre, para que al caer no las metiera, subieron  por los dos lados del puente, los uniformados la rodearon, le dijeron que porqué se iba a ir, si la vida es muy bonita, además si se aventaba se podía salvar cayendo en un camión; la mujer no entendía razones y con las manos amarradas les hacía señas que la dejaran.

Para quitarle la intención, uno de los gendarmes se le aventó por las patas, tirándola, le echaron bolita y la bajaron del puente, la acostaron en la banqueta y los paramédicos la atendieron para tranquilizarla, ella les dijo que sufre mucho en este valle de lágrimas, porqué no la dejaron que se diera en la madre.

Mucha gente que estaba presenciando todo el teatro que hacía la suicida, le dijeron a los gendarmes que la subieran para que se aventara, porque ya llevaban mucho tiempo esperando y no lo hacía; se la llevaron en una ambulancia al Hospital General y todos los presentes los abuchearon y les mentaron la madre a los gendarmes por no dejarla.

CAPTURAN A UNA MUJER QUE SE SALÍA SIN PAGAR

La señora Isaura “H”, de 30 años de edad, se la cargó el payaso, la agarró la policía cuando se conejeaba artículos de la tienda Aurrera del Palmar, donde continuamente les ponen en la madre los ladrones, pero esta vez se pusieron abusado y le cayeron a la mujer.

Dijo uno de los gerentes que ya los han agarrado de barco, porque tiro por viaje se roban sus ganancias; es de esas viejas, que sacan artículos pequeños, los Tecolotes le llaman Robo Hormiga. Los productos que más se llevan son ropa, desde vestidos, faldas, pantalones y calzones, a la mujer la cascaron porque entró a la tienda flaca, como es su físico, y salió gorda y panzona.

El que se aventó un 8 fue el gerente, que no le quitaba la vista, y vio cuando se levantó el vestido y metía varias cosas, la dejó que lo siguiera haciendo y al salir la paró en seco. Le dijo que pagara lo que se llevaba, le contestó la señora que no compró nada porque todo estaba muy caro, fue cuando le hizo señas a una empleada, quien llegó con unos cuicos, empuñando su carabina y la metieron a una oficina para que una mujer policía de la municipal la trasegara.

Aunque lo quería hacer personalmente el comandante para que tuviera más validez la captura. En una faja, que traía debajo del vestido, se clavaba varia mercancía, y no sabe con qué rapidez se puso 3 calzones de los caros encimados. Al ver que ya no tenía remedio, les dijo que se llama Isaura, de 30 años de edad, con domicilio en Cuautitlan Izcalli, Estado de México; le quitaron tubos de crema, depiladoras, desodorantes, medicamentos, y 3 calzones, que el gerente decía que eran cuatro y a huevo le querían quitar el suyo. Se la llevaron a las instalaciones de la Policía Municipal, donde pasará algunos días, porque el gerente quiere que le pague 10 veces el valor de lo que se llevaba.

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