Una emotiva y gratificante tradición representa el Viacrucis representado por niños en la colonia 11 de Julio, en donde se dieron cita cientos de feligreses, espectadores y sobre todo familiares de los pequeños actores.

Antes de las 11 de la mañana, los nervios eran la sensación principal de los niños y jóvenes que en breves momentos representarían la pasión de Jesús.

Por fin llegó el momento, los actores y actrices salieron de la iglesia y siguieron las principales calles en donde se marcaba cada uno de los momentos que se vivían de esta representación.

Sin duda alguna, los instantes más dolorosos, principalmente para los padres de los actores principales fueron las tres caídas de Jesucristo, no sólo por el dolor que representó para el hijo de Dios, sino también para el protagonista.

La procesión continuó, en tanto los espectadores, visitantes y turistas ya los esperaban a espaldas de la iglesia en donde se llevaría a cabo la escena final, la crucifixión de Jesús, momento que causaron también nerviosismo pero que se desarrolló de manera satisfactoria.