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Vestirse con sombrero ajeno

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    •    Así pasa cuando siendo diputado te quieres vestir con sombrero ajeno; al parecer al presidente de la Junta de Gobierno de la 64 legislatura en Hidalgo, Ricardo Baptista González, y sus seguidores, que no lo son tanto de él sino de quién mueve los hilos desde “el lugar del patrono”, ya se habían ido a pavonear en algunos distritos


Qué fácil parecía meterle mano al presupuesto y decir: “este dinerito se va para allá, este otro para acá”, sin cerciorarse primero de dónde estaban repartiendo los dineros. En balde fueron los asesores “técnicos” que pagaron para que hicieran el trabajo que al final de cuentas no les cuadra. Así pasa cuando siendo diputado te quieres vestir con sombrero ajeno, cuando haces informes a tres meses de haber ocupado un cargo sin haber presentado una iniciativa que es lo más importante dentro del Poder Legislativo.

Pero al parecer al presidente de la Junta de Gobierno de la 64 legislatura en Hidalgo, Ricardo Baptista González,  y sus seguidores, que no lo son tanto de él sino de quién mueve los hilos desde “el lugar del patrono”, ya se habían ido a pavonear en algunos distritos, pagando pantallas y templetes para dar informes, que más que informes eran el preámbulo para sacar el sombrero ajeno, y quedar bien para asegurar un colchón político que obviamente no tienen en todo el estado.

Es bien sabido estimado lector, que los diputados que hoy ocupan las curules de Morena, incluso la diputada de rojo copete que se molesta porque le tomen fotos, aunque en ellas no salga el tremendo vicio del cigarro que la hace salirse de las sesiones, no ganaron en las pasadas elecciones, fueron producto de un voto en cascada generado por el efecto, Andrés Manuel López Obrador.

Pero hoy al sentarse en las curules, se sienten los intocables, se han creído un cuento que ellos mismos se inventaron. En Hidalgo, Morena no tiene estructura, y la que se está construyendo tiene personajes que están muy presentes en la memoria colectiva del estado: historias de “porros”, de quemadores de presidencias municipales, de grillos, chapulines oportunistas, ahijados de políticos corruptos, mirreyes que han vivido del erario público por décadas, era lógico que los diputados fueran a informar el gran logro a sus distritos “redireccionar una bolsa de recursos para la creación de un programa de obra pública para municipios”.

Sin embargo este intento lo hicieron mal como tantas otras cosas que irán saliendo conforme avance el tiempo, ya se habla de recursos que se tienen para “gestión”, a pesar de que los diputados han negado apoyos a los que han ido a solicitarlos, bajo el argumento de “no tengo recursos”.

A cuatro meses de que haya comenzado el año fiscal 2019, la bolsa de recursos que se convirtió en programa ha dado mucho de qué hablar, nuevamente se confundieron los diputados, sobre todo aquellos que piensan que las campañas se hacen después de llegar al cargo, porque pareciera que los que no hicieron campaña ahora las están haciendo al “informar” que re direccionaron 750 millones de pesos para obra en 62 municipios.

¿Acaso creyeron que 22 municipios no iban a levantar la voz? ¿No se dieron cuenta de que Hidalgo está conformado por 84 y no por 62 municipios?

Parecía fácil ir a prometer obras a los distritos, obras con un recurso que no tuvieron ni idea de dónde saldría, pero que re direccionaron con la certeza de que este existía en una realidad tan paralela a la de muchos de estos diputados que no trabajan pero ¡ah cómo abren el pico!

Sucede que este recurso “la bolsita de los 750 millones”, en parte procede de la recaudación de impuestos, misma que este año parece que no se logrará, al menos en la dimensión que los diputados inflaron para vestirse con sombrero ajeno.

Es cierto que los diputados no pueden ejecutar los recursos pero lo que sí pueden hacer y sin perder oportunidad es quedar bien con el trabajo (mal hecho), aunque en esta ocasión el tiro les está saliendo por la culata,  porque ahora resulta que los recursos no son tangibles y eran solamente una proyección, obviamente al ver que el sombrero ajeno tiene hoyo, ahora no queda otra que hacer coraje y aferrarse a querer cumplir sin contar con los recursos que darían origen a las obras anunciadas en “informecillos”.

Ante el coraje hecho por el diputado que antes parecía saber “que el que se enoja pierde”, ahora tiene que enfrentarse a manifestaciones de delegados a los que los diputados que hicieron la repartición del pastel no contemplaron, no vieron, los hicieron menos, también tendrá que esconder la cabeza ya que casualmente también se les olvidó contemplar a la diputada del distrito de San Felipe Orizatlán, Adela Pérez Espinoza, quién también debió formar parte de los que con un dedo dijeron “a este sí, a este no”.

Mal hecho diputados, muy mal hecho, a veces por querer hacer cosas buenas se terminan haciendo otras que son vistas como malas, porque si era buena la intención de dar obra pública a los municipios: la presencia de ciertos personajes en los informes, el no dar parejo a los 84 municipios, y el no haber visto con claridad el proyecto de presupuesto, han hecho que todo parezca que se quisieron vestir con sombrero ajeno, sin contar con la presencia del viento descomunal que sopla en la bella airosa, y por ende en la Casa del Pueblo.