Terraza
Querido lector, hoy, pretendo escribir sobre el populismo latinoamericano y la corrupción que trae consigo esta forma de gobernar.
Argentina, Ecuador, Brasil y Venezuela cada uno con características muy peculiares pero al fin y al cabo gobiernos populistas. Estos países han sido víctimas de este padecimiento, los cuatro en un principio tenían buenas intenciones, mostraban su cara abanderando buenas causas, pero al final terminaron por tomar pésimas decisiones en materia económica con consecuencias perjudiciales para la sociedad. Es exactamente en esta etapa de deterioro económico, cuando entran los delirios de persecución: el enemigo puede ser cualquiera que piense distinto.
Venezuela con Maduro al frente del gobierno vive uno de los peores momentos de su historia. Un país que tenía una economía rica en recursos naturales, hoy padece hambre, realmente increíble con lo que se está viviendo en Venezuela actualmente. Esta situación no llegó de la noche a la mañana, el anterior Presidente, Hugo Chávez, buscaba, -cuando menos es lo que decía-, generar libertad, igualdad y desarrollo, basando sus políticas en la justicia social y dentro de sus prioridades estaba mejorar el acceso a la alimentación, al agua, a la salud y a la cultura.
Obviamente sentó las bases para que su sucesor terminara de destruir la economía venezolana.
Hoy, Venezuela está hundida gracias al populismo de estos dos señores, ya no se publican datos de inflación ni de pobreza. Por decreto, no hay inflación en Venezuela y sin embargo se calcula aunque no en forma oficial que la inflación debe andar en un 700 por ciento, de continuar esto así se prevé que alcance el 2000 por ciento para el 2017.
Más del 70% de la población está en pobreza y Nicolás Maduro ya tuvo que decretar el estado de emergencia en el país.
El estado de excepción y emergencia económica, no tiene fecha de vencimiento. El mismo Maduro ha adelantado que la medida puede postergarse hasta el próximo año para poder, según él, en el año 2017 recuperar la capacidad productiva del país.
El reciente derrumbe de los gobiernos seguidores de Chávez en América Latina ha puesto en alerta al Ejecutivo venezolano. Tras la derrota de los aliados de izquierda en Argentina y Brasil, ha denunciado con frecuencia que se fragua en Estados Unidos un supuesto plan de golpe contra el presidente. Según Maduro, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe es el orquestador de este plan que supuestamente pretende erradicar a los gobiernos de izquierda en el continente.
El mandatario acusó una y otra vez a la oposición venezolana de estar involucrados por el golpe de Estado en Brasil.
Venezuela atraviesa una severa crisis que se refleja en una contracción del 5.7 por ciento del PIB y una inflación del 180.9 por ciento en 2015, así como en la escasez de dos tercios de los bienes básicos.
Esta situación obliga a la gente a hacer largas colas para adquirir alimentos subsidiados en un contexto de sequía de dólares por la drástica caída de los precios del petróleo, generador del 96 por ciento de las divisas en este país dependiente de las importaciones.
Es por esto que Maduro ha apelado a un estado de Excepción y de Emergencia Económica que le otorguen más control sobre el país, decretando la suspensión de garantías constitucionales, ante la posibilidad de un golpe contra su Gobierno.
De ser aprobado el decreto resulta una carta en blanco para el Gobierno. Además de suspender algunos derechos establecidos en la Constitución Nacional de Venezuela, la medida concede al Presidente Maduro, la potestad de actuar contra quienes considere enemigos de la economía o la soberanía del país.
Hoy Venezuela que era un país floreciente de mucho empuje económico, se debate entre una crisis económica, estando al borde de una rebelión que en los dos últimos meses ya se han producido fuertes protestas callejeras y saqueos en distintas regiones de Venezuela. Ya ni el pajarito podrá aconsejar a este hombre que resultó un fiasco.
