Tlahuelilpan
• Lo que pasa es que el bar “Latino” está ubicado cerca del templo católico
Dijeron que el bar está disfrazado de restaurante, pero que al alteración al orden público se da durante todo el día y hasta altas horas de la madrugada, por lo que las personas que acuden al templo donde se supone que es un lugar tranquilo no pueden rezar debido al fuerte escándalo.
Pobladores de diferentes comunidades tomaron la mañana de ayer la Alcaldía para exigir al presidente municipal, Pedro Frías Cruz, la reubicación del bar Latino, ubicado cerca del Templo Católico de la cabecera municipal.
Para sensibilizar al alcalde en su petición, los pobladores rezaron frente al Palacio Municipal. Además, señalaron que antes de que cerraran la alcaldía ingresaron varios oficios en el que le expresaban su descontento al presidente municipal, así como a la Asamblea Municipal, pero que lamentablemente no tuvieron una respuesta. Eso fue, señalan, lo que los obligó a manifestarse y tomar la alcaldía.
Recordaron que ante la insistencia de la molestia de la gente se conformó una comitiva y que el presidente municipal, Pedro Frías, junto con el titular de Reglamentos y Espectáculos, así como Protección Civil se comprometieron a revisar la operatividad del giro rojo, pero que no cumplieron y que el bar está operando con deficiencias de seguridad, además de que viola los horarios de funcionamiento.
Comentaron que pidieron información sobre quién era el propietario de la licencia de funcionamiento del bar, pero que se les negó, pero que tras investigaciones que ellos han realizado conocieron que el dueño es Henry Pedraza Cruz, primo hermano del alcalde y que eso significa que hay influyentismo, y que por eso les ponen tantos pretextos para cerrarlo.
Al lugar para atender la problemática llegó el director de Gobernación en Tula, Francisco Partido Rodríguez, quien dijo que tenían conocimiento del álgido problema y que los inconformes podían tener la plena seguridad y certeza de que el problema lo van a resolver cerrando el establecimiento como lo exige la ciudadanía.
Finalmente, los inconformes, para llegar a un acuerdo nombraron una comisión que ingresó al Palacio Municipal para dialogar con el Alcalde y donde estuvo el representante de Gobernación, acordando el cierre definitivo del bar, al no estar ubicado en un lugar apropiado y por incumplir las normas de seguridad.