● “Nuestra gente tuvo un papel enorme en la elección”, dice exlíder del Ku Klux Klan David Duke
El pasado fin de semana justificó su veto a refugiados sirios bajo el argumento de que “importarán generaciones de terrorismo, extremismo y radicalismo”. Trump también sugirió que una juez estaba incapacitada por ser de origen hispano. Y equiparó las comunidades negras en los suburbios de grandes ciudades a zonas de guerra en Oriente Próximo.
Los primeros días de Donald Trump como presidente electo avivaron el temor a un aumento de los ataques de odio en EU. Como candidato, Trump lanzó guiños a grupos supremacistas blancos. Varias personalidades con vínculos xenófobos se han atribuido como propia la victoria del magnate. Y desde el martes se han registrado incidentes discriminatorios. Crecen las voces que reclaman a Trump que censure públicamente cualquier ofensa.
En Filadelfia, un escaparate fue pintado con “Sieg Heil 2016”, una proclama nazi, y el nombre de Trump al lado de una esvástica.
En la Universidad de Nueva York, alguien escribió “Trump” en la puerta de una sala de culto para musulmanes.
En una escuela de Minnesota, que acoge la mayor comunidad somalí del país, pintaron “Volved a África” al lado del lema electoral del republicano “Hacer grande a América de nuevo”.
“Nuestra gente tuvo un papel enorme en la elección de Trump”, escribió en Twitter David Duke, exlíder del Ku Klux Klan, que dijo que la victoria era uno de los momentos “más emocionantes” de su vida. En una entrevista hace un mes, Duke se jactó de ser un precursor de Trump y se definió como la “figura más reconocida de la preservación de la gente blanca en el mundo”.
Durante la campaña, Trump alentó, implícita y explícitamente, las divisiones raciales y religiosas y denostó el lenguaje políticamente correcto. En el discurso en el que anunció su candidatura, en junio de 2015, llamó “violadores” a los inmigrantes indocumentados procedentes de México. Prometió deportar a los 11 millones de indocumentados que se calcula que hay en EU y prohibir, por motivos de seguridad, la entrada al país de extranjeros musulmanes.