
“Me siento bien contenta, con más fortaleza, con más ganas de seguir apoyando en esta lucha, estoy en la curva de fuego, en la batalla, tratando de cuidar a las personas, no es fácil estar en esta área de salud”, afirmó María Guadalupe Corona Martínez, enfermera general en el Hospital General de Zona Número Uno de Pachuca, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Corona Martínez, trabaja en el tercer piso en atención de pacientes COVID-19, y fue una de las primeras enfermeras en recibir a pacientes contagiados por la enfermedad y también fue de las primeras en recibir la vacuna.
Detalló que el miedo, fue uno de los principales sentimientos en las primeras atenciones “a todos nos daba miedo, era un virus muy agresivo, y más el miedo estaba en que como personal de salud íbamos a estar con más riesgo de que nos íbamos a contagiar y estaba ese miedo, desde marzo he estado con pacientes”.
Agregó “al principio no se veía tanto de que no saturaban bien…donde se empieza a marcar es de mayo para adelante, se ve a los pacientes como tienen insuficiencia respiratoria, bien ansiosos, bien desesperados, con el personal si llega la frustración de que a veces comienza a haber desabasto, es complicado ver a esas personas cuando están perdiendo la vida, no es fácil verlos así, es impotencia de que no hay cura para este tipo de enfermedad pero poco a poco vamos viendo la luz al final de túnel esperemos que vaya pasando esto”.
Añadió “Me siento contenta de que fui de las primeras enfermeras que recibe la vacuna, le doy gracias a Dios de que no me he infectado, siempre tuve las medidas dentro del sector salud y afuera, porque muchas veces no era de que se infectaran en el hospital, sino afuera, en la vida diaria, fui un poco exagerada”.
Respecto al temor por las posibles reacciones, Corona Martínez sentenció que como todo medicamento, puede tener una reacción, “pero hasta ahorita es en el 2 o uno por ciento de que hay alguna reacción, ahorita con los compañeros que han vacunado le duele la cabeza, un poco de náuseas, dolor de brazo, pero es lo único que llega a pasar, yo confío en Dios de que pone a sus científicos a que hagan esas vacunas, con esos científicos está funcionando hasta ahorita”.