Tizayuca
    •    Sin apoyos económicos de parte de sus familiares, se ven obligados a seguir trabajando para la renta, para comer (ya no hablemos de divertimiento o ropa)


Una triste realidad para muchos adultos mayores; casi imposible que alguien les de empleo para vivir su vejez con dignidad económica.
En Tizayuca hay muchísimos casos de personas que buscan trabajos para poder vivir y solventar las necesidades básicas.
En entrevista para Diario Plaza Juárez, el señor Silvestre Lezama Munguía, de 60 años de edad, comentó que por su edad, en las empresas en las que ha buscado una oportunidad para trabajar como guardia de seguridad le niegan el empleo. Prefieren dar empleo a jóvenes.
En esta misma triste realidad viven muchos adultos mayores que por circunstancias diversas tienen que seguir trabajando para sustentarse.
La señora Antonia García Reyes, de 79 años de edad, vende dulces en la calle para poder juntar para su renta y sus gastos personales.
A pesar de saber cocinar y buscar empleo como ayudante en cocinas económicas, Antonia García, narró que nadie le ha dado una oportunidad por su edad por lo que tiene que vender dulces en una canasta desde muy temprano, a veces tiene que caminar por la avenida Juárez, para juntar unas monedas y poder comer; para ella enfermarse es un lujo que no se puede permitir.
Benito Peña, sale a caminar sus 90 años en largos trayectos, en el centro de Tizayuca. Su día comienza a las 8:00 horas, carga una imagen de la Divina Providencia para pedir a los transeúntes una moneda. A veces lo acompaña su esposa, con quien a paso lento (como perdonando el tiempo). Su vida estuvo dedicada al campo. Es decir, no cuentan con una pensión o ayuda económica.
Es triste y preocupante que la sociedad no tenga iniciativa para ayudar a nuestros Adultos Mayores y que algunos inclusive ni siquiera voltean a verlos cuando se topan con ellos en las calles tizayuquenses. Muy poco se conduelen y les brindan un poco de apoyo.
Efectivamente: existen muchas personas que piden apoyo sin necesitarlo. Pero, en verdad,  hay adultos mayores que viven con carencias, sin apoyo por parte de los familiares (muchos de ellos también ocupados en lograr ingresos suficientes para sus propias familias). Nuestros viejos están abandonados.