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Una mujer encendió la flama de la Independencia: Josefa Ortiz de Domínguez

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Una mujer encendió la flama de la Independencia: Josefa Ortiz de Domínguez

Catalina Hermosillo Durán

Una mujer es a quien le toca encender la flama de la Independencia de México. Josefa Ortiz de Domínguez, heroína indiscutible de la liberación de México de España, es quien avisa a Miguel Hidalgo el 14 de septiembre de 1810 que la conspiración ha sido descubierta.

         Ese día se encontraba el alcaide de la cárcel Ignacio Pérez en su habitación, la cual se encontraba en la parte baja de la casa de gobierno en Querétaro, cuando escuchó en la pared los tres golpes convenidos con la Corregidora, por lo que de inmediato acudió a saber de lo que se trataba pero como el zaguán estaba cerrado, Josefa se acercó a la puerta y a través de la cerradura le dijo:

–         Pérez, vaya usted ahora mismo y avise a Allende y a Hidalgo que la conspiración ha sido descubierta.

Así lo hizo y el cura Hidalgo llamó a misa en la madrugada del 16 de septiembre pues era domingo y con voz estentórea desde el segundo peldaño de la iglesia llamó a los pobladores de Dolores a tomar las armas contra los gachupines y contra el mal gobierno.

         A Josefa Ortiz de Domínguez la separaron de sus catorce hijos: Ignacio, José María, Mariano, Dolores, Miguel, Juana, Micaela, Remigio, Dolores, Manuel, Ana, Hilarión, Magdalena, Carmen y de su esposo, el Corregidor Miguel Domínguez, el 15 de septiembre.

         Es enviada presa a la Ciudad de México al convento de Santa Clara, permaneció allí un mes y fue puesta en libertad; sin embargo, siguió fomentando la independencia y cuatro años después, la envían presa al convento de Santa Catalina de Siena en Ciudad de México el 11 de enero de 1814; cuando es arrestada su esposo renuncia a su cargo de Corregidor de Querétaro para defender a su mujer.

         La Corregidora le escribe al Virrey para lograr su libertad, pues no soporta estar separada de sus hijos, sin embargo, permanece presa tres años más.

         Josefa era partidaria de las ideas de independencia y cuando avisa de que habían sido descubiertos tenía 37 años, pero nunca abandonó sus ideas de libertad.         Muere a los 56 años de edad a causa de una pulmonía el dos de marzo de 1829. Al día siguiente conducen su cadáver a la iglesia de Santa Catalina de Siena en la cual estuvo presa. Sus restos fueron trasladados años después a la ciudad de Querétaro.