Reflejado en la ventana, acariciando una rama o entre el frío invernal. Esos son algunos de momentos en que Kate Miller-Wilson ha elegido congelar, con su cámara, a su hijo Eian, que padece de autismo.
En las instantáneas, Eian aparece sonriente o pensativo, misterioso o concentrado. “Amo a mi hijo incondicionalmente, como la persona hermosa, hilarante, desafiante, y encantador que es”, escribió Miller-Wilson en Bored Panda para describir cómo ha llevado el autismo, un padecimiento que puede tardar cinco años en ser diagnosticado.
“Una de las características principales del autismo es la diferencia en el procesamiento sensorial. El mundo puede ser abrumador con tantos sonidos, vistas y olores pero también puede ser un regalo. Mi hijo experimenta el mundo de una manera en que yo nunca lo haré”, escribió la madre que, con su labor fotográfica, busca romper mitos sobre este trastorno.
El autismo, un padecimiento en el que intervienen factores genéticos, de alimentación y medio ambiente, puede pasar desapercibido por varios años. En las imágenes, Eian transmite tranquilidad.