Una carta

FAMILIA POLÍTICA
    •    “Cuando recibas esta carta sin razón…”

Canción popular

En 2007 se filtró a los medios y a la opinión pública, una carta que supuestamente, mandó Fidel Castro a su homólogo venezolano, Hugo Chávez. Mucho fue el revuelo que, en su tiempo causó la controvertida misiva y ahora, por desconocidas, pero comprensibles razones, vuelve a tener presencia en las redes sociales.
    
Con paternalismo ejemplar, Fidel da consejos a Hugo, algunos de los cuales retomo en seguida:
“Los pobres son mayoría y tienen poca memoria. Inyéctales desesperanza y acusa al pasado, a los gobernantes y a la democracia, de todos los males que les aquejan. Tienes la ventaja de que tu verbo es simple, fácilmente manejas a la ignorancia. Utiliza esa sencillez, pero enciéndela con autoridad y poder; así, los ricos se asustarán, solo con que les digas ¡BUUU!
Los católicos son muchos, pero sin un caudillo, no significan nada; de todas maneras, evita que algún “curita” quiera convertirse en líder: primero llámalo, después cómpralo, gánatelo… Solo tú debes hablar en nombre de Cristo; esto siempre deja buenos dividendos.
Utiliza su figura y su palabra para tremolar la bandera de un nuevo nacionalismo. Despierta el odio, divide, deja que tus adversarios se eliminen solos, al pelear unos contra otros.
Habla mucho del gobierno del pueblo, de la ley suprema, del Estado de Derecho, pero cuando estés perfectamente sólido en el mando, desprecia la democracia y haz una nueva constitución a la medida de tus intereses. A los que se alebresten, siémbrales delitos, así los eliminarás para siempre. Empodera a tus fieles y asegura que la fiscalía y los tribunales te obedezcan de manera incondicional.
Corrompe a los militares, compra su fidelidad y piensa que la fuerza de choque armada, siempre será tu último argumento.
Acusa a los empresarios de hambreadores, explotadores y enemigos del pueblo.
A la prensa, cómprala también y, si no puedes, clausura todos los medios y termina con los periodistas.
En la etapa de consolidación de tu gobierno, reestructura constantemente tu gabinete para deshacerte de los indeseables, encumbrar a tus incondicionales y asegurar tu sucesión.
Recuerda que nada causa más terror entre el pueblo, que el estado de excepción y la suspensión de garantías individuales.

Finalmente, te aconsejo que destituyas alcaldes y gobernadores, preferentemente de oposición; fusila a los que no aprendan, del partido que sean. La muerte garantiza el silencio; es eficaz y económica”.
Muchas cosas más dijo Fidel en el 2007; su destinatario fue Hugo Chávez. Los dos ya murieron. Sus respectivas patrias viven aún las consecuencias de sus correspondientes mandatos.
Cualquiera podría pensar que el viejo líder cubano resucitó para enviar en estos días su carta a otro presidente latinoamericano, con cuyas ideas comulga; sin embargo, no es así. Quiero creer (soy ingenuo) que estos sanos consejos y otros más que contiene la carta original, son para bien gobernar a una nación, para consolidar un mandato legítimo, democrático y para evitar la contaminación de ideologías nocivas que puedan filtrarse en la gran mayoría que el sufragio logró para que la gente viva alegre y en paz. No hay que olvidar que la bondad, la sabiduría y la soberanía, residen esencial y originariamente en el pueblo.

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