Una bochornosa equivocación

RELATOS DE VIDA

Era un sábado perfectamente nublado, con las condiciones ideales para iniciar una aventura en compañía de la naturaleza y arropada con el calor de los amigos, que se sume al cúmulo de experiencias vividas.
Hugo, Paco y Luis, sin ser hermanos ni sobrinos de rico McPato, convocaron al grupo de intrépidos inseparables, entre ellos Isabel; y en consenso acordaron reunirse en el mercado para comprar lo necesario para acampar.
Después de tener lo indispensable, como carne, longaniza, nopales, chiles, cebollas, tortillas, queso, algunos bombones, un par de six de cervezas, refrescos; agua, botana; además de carbón; se dirigieron a casa de Isabel para subir lo faltante, una hielera, cobijas extra, impermeables, una casa de acampar y unas cuantas lámparas.
La intrépida compañera ya los esperaba, subieron de inmediato los últimos elementos a la camioneta y treparon gustosos para iniciar el trayecto, previamente cargarían gasolina, pero tan solo a una cuadra de avance Isabel recordó que había olvidado el botiquín, así que acordó regresar caminando a su casa mientras cargaban combustible y los vería frente a su hogar, pero del otro lado del camellón.
Isabel apuró el paso, tomó el paquete de primeros auxilios y volvió a salir; dio un vistazo al frente y la camioneta ya estaba estacionada, revisó cautelosamente cruzó el camellón y la carretera; abrió la puerta del vehículo, introdujo el botiquín y luego se acomodó tranquilamente en tanto decía -bola de haraganes borrachos vámonos a la chupifiesta- pero no recibió respuesta alguna.
Al observar detenidamente al interior del carro, dos personas se encontraban ocupando los puestos de piloto y copiloto, pero no eran sus amigos, sino una pareja de personas adultas, que se mostraban intrigadas y un tanto espantadas.
La joven sentía que el calor le subía a la cara, tomó rápidamente el botiquín y descendió el carro, mientras estacionados justamente atrás se encontraban Hugo, Paco, Luis y otros amigos burlándose a rienda suelta de la pequeña equivocación; curiosamente ambas camionetas y por la apuración Isabel no confirmó previo a subirse si el automóvil era de sus acompañantes.

Related posts