Atentado en Manchester
Reino Unido deja de compartir datos sobre el atentado de Manchester con EU tras las filtraciones
Dos amigos de Abedi llegaron a llamar a la “línea caliente” antiterrorista en 2016 cuando le escucharon decir: “ser un terrorista suicida está bien”. Akram Ramadan, uno de los líderes locales de comunidad libia en Manchester, reconoció haber intercedido ante las autoridades cuando Salman Abedi fue expulsado de la mezquita de Didsbury por su ideología radical. “Pensábamos que le habían puesto en la lista de vigilancia”, reconoció Ramadan
La ‘premier’ Theresa May decidió dejar de compartir información sobre el atentado de Manchester con EU. Ayer se dijo que en las reuniones privadas que sostendrá con Trump, May le expresaría la “frustración” del Gobierno británico al presidente Donald Trump, por las filtraciones de los servicios de inteligencia norteamericanos que han podido comprometer la investigación, que se ha saldado de momento con ocho detenidos.
Las fotos con los restos del explosivo y el detonador, publicadas por The New York Times, fueron la gota que colmó el vaso. La secretaria de Interior británica, Amber Rudd, reconoció sentirse “furiosa” también por la filtración del nombre del terrorista suicida, Salman Abedi (que adelantó la cadena NBC) así como por las noticias prematuras de la existencia de una red terrorista de apoyo.
Todo el goteo de información procedente de EU ha puesto además en un serio compromiso a los servicios de inteligencia británicos.
Los medios norteamericanos adelantaron también que Salman Abedi estaba en el radar del MI5 y que su propia familia había llegado a alertar sobre su peligrosidad, hasta el punto de que le retiraron el pasaporte (se lo devolvieron recientemente, cuando anunció su intención de peregrinar a la Meca).
“Conocido” por las fuerzas del orden, la secretaria de Interior Amber Rudd reconoció que Abedi era “conocido” por los servicios de seguridad, pero no precisó si llegó a estar bajo vigilancia especial. Según revela The Daily Telegraph, las autoridades británicas llegaron a ser advertidas incluso en cinco ocasiones sobre el radicalismo de Salman Abedi, que había causado la alerta de sus propios vecinos por ponerse a rezar a gritos en mitad de la calle.
