● Tras matanzas en Bruselas y Estambul, el miedo y nuevas medidas de seguridad condicionarán desplazamientos de millones de turistas
Todos los medios belgas han subrayado las inquietantes coincidencias entre el atentado del 22 de marzo en el aeropuerto de Zaventem y el del martes pasado en Estambul. Los terroristas han seguido prácticamente el mismo patrón: han llegado al aeropuerto en taxi y han detonado la carga explosiva que traían. En Estambul los terroristas sí que hicieron uso de los fusiles de asalto antes de suicidarse, tal y como hicieron los yihadistas en los atentados de París.
En cualquier caso, la matanza del aeródromo Atatürk de Estambul obliga a mantener, o incluso reforzar, la vigilancia en los aeropuertos ante la amenaza de atentados. La temporada de verano que acaba de comenzar discurrirá en medio de grandes operativos de vigilancia y se prevé que el miedo provocado por los últimos atentados afecte al sector turístico.
En el lado más inquietante para la prevención cabe señalar que el aeropuerto de Estambul dispone de escáneres para controlar los equipajes antes de la entrada en el edificio, que es la gran medida de seguridad que se ha implantado ahora en Bruselas.
Se calcula que Bruselas perdió 700 millones de euros en turismo durante las semanas en que el aeropuerto estuvo cerrado. En Estambul aún no hay estimaciones sobre pérdidas.
En España se mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista. El jueves, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, aseguró que los últimos sucesos ponen de manifiesto la necesidad de no relajar el control.
Todavía no está claro si se introducirán medidas adicionales de vigilancia en los aeropuertos europeos ni en qué medida afectarán a los desplazamientos de los pasajeros, pero de lo que no hay duda es de que este verano estará marcado por el recuerdo de atentados como el de Bruselas o el de Estambul y por la amenaza de posibles nuevas acciones terroristas.