
Con la llegada de Julio Menchaca Salazar a la gubernatura del Estado de Hidalgo, la esperanza para miles de hidalguenses ha renacido entre las cenizas, ya que al ser un gobierno de un partido de izquierda, ser el que logró derrotar al partido hegemónico y prometer ser el gobierno “de la inclusión”, ha generado expectativas muy altas de cambio, además de que con la selección de perfiles que por mucho tiempo estuvieron en el activismo social ahora se espera que, desde los cargos públicos que tendrán, logren el cambio que en su momento con marchas y protestas buscaron.
En verdad esperamos que los activistas recuerden y hagan posible las demandas que tanto hicieron, porque es muy diferente ser los olvidados y relegados, los vulnerables y pisoteados, a ser los titulares de alguna dependencia pública de esas a las que alguna vez les exigieron el cambio y la atención necesaria a diversas problemáticas.
Ya quedó visto con el consejero del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) Alfredo Alcalá Montaño, quien comenzó como activista pero y conforme fue agarrando el hueso, su hipocresía quedó al descubierto, sus actos dejaron ver los intereses que en verdad siempre ha perseguido, no es desconocido que mientras andaba en marchas en contra del gobierno federal y de Enrique Peña Nieto, él comenzó a trabajar en la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en donde siguió a pesar de ser consejero del Instituto Nacional Electoral (INE).
Esperemos que la frase que se le atribuye a Porfirio Diaz: “perro con hueso en la boca ni muerde ni ladra” no sea una máxima que se aplique en la entidad cuando las cosas no estén bien, esperemos que no suceda lo que pasó con la líder antorchista Guadalupe Orona Urias, que con la ambición de pertenecer al cabildo, casualmente se olvidó que hay necesidades y promesas incumplidas, pero también es de pensarse: ¿Cómo va a reclamar algo que es consecuencia del trabajo que no ha hecho? Porque ir y patear puertas suena relativamente fácil pero ahora que están del otro lado y que las puertas pateadas sean las de tu oficina (por algo que en su momento tú defendiste), es complicado.
Menchaca Salazar lo ha dicho “primero el pueblo” y en su campaña lo repitió constantemente: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, es la esencia de la etimología de la democracia: “el gobierno del pueblo para el pueblo” por lo que en verdad, en esta ocasión, la vara está muy alta, el reto es mayor porque ahora los que un día fueron activistas, en este gobierno comienzan siendo funcionarios, así que se espera que desde donde están puedan resolver todo lo que por décadas demandaron.
Por todo lo anterior, el reto es muy grande, pero lo cierto es que con la integración de estos perfiles al trabajo estatal se espera que haya buenos resultados. Ojalá que no haga falta uno de esos perfiles que como en el Congreso Local, primero incendiaban la casa para luego “aconsejar” al diputado como apagar el fuego, perfiles que dejaron fuera del congreso apenas supieron la forma tan desleal de trabajar cobijados bajo una bandera ideológica con la que no son congruentes.
Esperemos que Hidalgo no se convierta en un México chiquito en el que a todo lo que diga el gobernador se le tenga que decir “sí señor” y no haya cabida para la crítica y los señalamientos de lo que se pueda estar haciendo mal, también esperemos que todas esas voces que se dicen críticas no se queden calladas nada más por no querer reconocer que se equivocaron.
Pero sobre todo, lo que se espera es que el perfil del gobernador que llega se mantenga congruente a la ideología que representa, a las promesas que ha hecho y al cambio que ha prometido, por eso Julio Menchaca y todo su equipo de trabajo tienen el reto más grande que haya tenido un gobierno hidalguense. Sin ser ave de mal agüero ni desear mal a nadie, el panorama que le pinta al nuevo mandatario es muy complicado. Sin embargo, como dicen los políticos, esperemos que le vaya bien y que le vaya mucho mejor al pueblo de Hidalgo, y sino, como se dice al rendir protesta, que sea el pueblo mismo el que se lo demande.