
Tras la elección de 2022, en la que Morena arrasó en las urnas y conquistó la gubernatura para dejar más de 90 años de priismo en el pasado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya no fue el mismo, Julio Menchaca Salazar recibió el gobierno del ex gobernador del tricolor Omar Fayad Meneses, después de una contienda electoral que dejó ver una clara división y confrontación entre el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas y Fayad Meneses.
Desde aquellas confrontaciones en redes sociales el PRI en Hidalgo ya no fue igual, el gobernador de Hidalgo comprometió públicamente que no metería las manos en el proceso electoral en el que Carolina Viggiano Austria fue impuesta por la dirigencia nacional del PRI como candidata a la gubernatura, eso sí, desde las filas del Partido Acción Nacional (PAN) para que fueran acordes con la norma electoral.
Los constantes roces con el dirigente nacional, el negarles la entrada a reuniones como consejeros nacionales, y el no reconocer a diversos perfiles hidalguenses como consejeros en el consejo nacional, sumados a la negativa de Alejandro Moreno de renunciar a la dirigencia nacional, hicieron que Omar Fayad anunciara el 15 de junio, su salida del partido.
Posteriormente, los diputados locales que pertenecían al Grupo Parlamentario del PRI, también renunciaron a su militancia y dejaron sin representación al partido tricolor, convirtiéndose en diputados independientes. De esta forma, el primero de julio de este año, Omar Fayad anunció la creación del denominado “Grupo Plural Independiente (GPI)”.
Por su parte, el tres de julio, alrededor de 320 perfiles encabezados por el senador Miguel Ángel Osorio Chong, anunciaron, junto con los senadores Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga, su salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI), este tipo de renuncias se han replicado en diversos estados del país lo que ha ocasionado una crisis al interior del PRI, que en 2024 llegará muy debilitado a la contienda, en alianza con el PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sin candidato de sus filas, ya que estarán apoyando a Xóchitl Gálvez Ruiz, propuesta del Partido Acción Nacional (PAN).
Mientras eso sucede a nivel nacional, en Hidalgo, el PRI ha intentado mantener militancia y busca una revancha contra aquellos perfiles que se fueron, por lo que han comenzado a exigir auditorías, a denunciar presuntas complicidades con el gobierno estatal a cambio de impunidad, y han acusado a Omar Fayad Meneses de haber “entregado” el estado de Hidalgo a Morena a cambio de impunidad de su gobierno, mismo que ha sido observado por diversos actos de corrupción, mismos que han ocasionado que algunos de sus ex funcionarios cuenten con órdenes de aprehensión.
Este 2023, al igual que con las elecciones federales en las que perdió José Antonio Mead, el edificio del PRI en Hidalgo quedó en silencio, con un sepulcral ambiente que quizá anuncia su pronta muerte, ya que a pesar de que quedan varios perfiles y de que han intentado reagrupar a los priistas que en su momento fueron cepillados por Omar Fayad con pleno cobijo de los que ahora los buscan, todo parece indicar que serán pocos los que logren algo en la próxima elección.
Por lo anterior, y por los constantes actos de incongruencia, el destino para el partido tricolor y su edificio en Pachuca es incierto, lo que sí debemos admitir de este 2023, es que nunca se había esperado ver a un partido tan soberbio con la publicidad de precampaña de Xóchitl Gálvez, con un silencio bárbaro en sus oficinas y con deficiencias en diversos ámbitos; sin embargo, tampoco se le puede dar por muerto, ya que en el política esto es así, hoy son perfiles frescos y mañana zombies de la política que se niegan a morir.
