Un Infierno Bonito

SE LO ECHARON AL PLATO
Al atravesar la carretera México-Pachuca, a la altura de Casa de la Tercera Edad, como a las 8 de la noche del lunes pasado, se llevaron de corbata a un septuagenario. Sólo se escuchó un chillido de llantas y un santo madrazo, que mandó por los aires al hombre desconocido.

El chofer se bajó hecho la fregada, para animarlo y darle los primeros auxilios. Estaba desesperado, porque ya no tardaban en llegar los cuicos y se lo iban a llevar al bote, y lo tenía que pagar como nuevo. Conducía un moderno automóvil, negro, con placas de circulación del Estado de México.
A pesar de su preocupación, que le hacían la lengua de perico, pudo hablar. Dijo que se llama Othón,  tiene 22 años de edad. Le comento a los gendarmes, que él manejaba su coche, como lo marcan las señales de circulación, a 70 y 75 kilómetros por hora, cuando de pronto se le atravesó un señor. Con sus reflejos, pisó el freno hasta el fondo, agarró el volante con las dos manos y apretó los dientes, pero no pudo evitar atropellarlo, y lo vio volar. Salió como el Hombre Bala, cayendo de ranazo en el asfalto, que hasta chispas sacó.
Se bajó hecho la raya, tratando de auxiliarlo, pero ya se había ido al Valeo de las Calacas. No sabe de dónde salió el individuo, a lo mejor fue de la Casa de la Tercera Edad, o sepa la bola.
Lo quiso ayudar, pero tenía muchas fracturas en todo el cuerpo; parece que lo había arrastrado un caballo de frente, de lado y de cola. Tenía zafado el hueso del brazo, de una pata, y la cadera.
Como él siempre fue malo para armar los rompecabezas, lo que hizo fue ponerse a desviar el tráfico, para que  no lo fueran acabar de desmadrar, porque lo que sea de cada quien, en ese lugar manejan como locos, y nunca obedecen los señalamientos. Dicen que los que los pusieron están locos.

A UNA NIÑA LA MORDIÓ UN CABALLO
Por un pelito le arranca su conejo del brazo izquierdo. La pequeña sufre grave lesión. Esto sucedió en un restaurante donde exhiben animales que son agresivos. El padre estaba estaba que echaba chispas. Aparte de que les echó la bronca a los dueños del restaurante, le mentó la madre al caballo.
Esto sucedió en el restaurante que se encuentra entre San Pedro Huaquilpan, Acayuca y Zapotlán. José Rigoberto, el papá, estaba que se lo llevaba Pifas. Declaró ante el Ministerio Público, de Pachuca, que el fin de semana, había ido a desayunar en compañía de su esposa y su hija Jessica Andrea, de 5 años de edad, que fue la que sufriera el peligroso ataque.
En la mañana, después de consumir sus alimentos, fueron por el lado de atrás del negocio donde tienen dos animales domésticos, un caballo y un burro, en un corral con malla.
El hombre se acercó a acariciar al caballo blanco, que se veía muy mansito, y al ver que no le hacía nada, dejó que la niña lo tocara. Pero el equino la mordió en el brazos y no la soltaba.
El papá le habló con cariño al animal para que dejara a la niña, que daba unos gritos de miedo, parecía que le estaban apretando el gañote. José, muy triste, cargó a su hija y vio que en el brazo tenía una herida de 8 centímetros. La llevó con el dueño, que se lo quedaba mirando sin saber que hacer, porque no tenían botiquín,
Subió a la niña en un automóvil y la trajo de volada a un sanatorio particular en Pachuca, la capital de los parquímetros, los baches y la basura, donde confirmaron los médicos que la herida era grave. La metieron con un cirujano plástico, le dijo que era necesaria una cirugía de reconstrucción del tejido y de los tendones. El señor le dio la autorización que lo hicieran y regresó a pelear con el dueño de restaurante, a quien le dijo que esto le iba a salir muy caro. No tiene ningún aviso de que la gente no se acerque con sus hermanos.
Pidió a las autoridades del Ministerio Público, que actué conforme a derecho y le pague los daños que le causaron a la chamaquita, que con el susto, cuando vayan a la feria, no se va a querer subir a los caballitos.

UN BORRACHO AGRESOR
En la colonia Piracantos estaba, muy bravo, un borrachín, y a quien pasaba cerca de él, se le iba a madrazos. Llevaba una docena que había madreado. Cuando le llegaron los gendarmes de la municipal y se le acercaron, los quiso descontar, pero en un dos por tres lo desmadraron.
Lo subieron a jalones a la camioneta patrulla, porque se negaba acompañarlos, y los retaba que se le aventaran uno por uno. Le callaron el hocico dándole un chilacatazo, que para que se enseñara a respetar a sus vecinos de la colonia Piracantos. Les dijo que se llama Miguel, y tiene 19 años de edad, pero no estaba solo, lo acompañaban otros compañeros de parranda, que no sabían con quién se estaban poniendo. Les dijo el comandante que la nueva policía está preparada para madrear a cualquier borracho loco que haga desmadres en la calle.
La denuncia fue hecha por varios vecinos al 911, diciendo que se encontraban unos borrachos y al que pasaba le sonaban por el lomo o donde les cayera. Agarraron a Julio César, quien despedía un tufo etílico, que atarantó a los Cuicos: lo detuvieron. Fue señalado por una señora, quien les dijo que ese borracho, junto con dos más, le habían dado de golpes a ella, a su viejo y a su chavo.
Los policías le preguntaron por qué les pegó, y como contestación, uno de los gendarmes tuvo un intercambio de golpes con él. De momento, llegó la chusma a rescatarlo, con otros cómplices, vecinos de la mencionada colonia. Llegaron más de 20 armados con palos y piedras, para quitarles a su compañero que se llevaban al botiquín. Llegaron refuerzos y les dieron una madriza de perro bailarín, y se llevaron a Julio César a la bartolina, por chistoso. El que estaba en la patrulla se bajó corriendo y los demás se pelaron, metiéndose a sus domicilios, y mentándoles la madre a los azules desde lejos.

CAPTURAN A UN ROBACOCHES EN TULA
En una persecución de agentes, de las diversas corporaciones, agarraron a un presunto ladrón que se había volado un coche en el Estado de México. Víctor Manuel quedó a la disposición del Ministerio Público, sujeto a las investigaciones, por cacomixtle.
Se identificó ante sus captores, con una credencial caducada de agente federal. Según en el reporte que dio el comandante de la Policía Municipal, dijo que como a las 8 de la mañana, sobre la calle División del Norte, segunda sección, de la colonia de El Llano, en Tula de Allende, Hidalgo, se reportó que se habían conejeado un Nissan Tsuru arena, que se encontraba estacionado en Bosques Escandinavos, colonia Bosques de la Hacienda, de Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
Se tenía el reporte de un coche que se volaron a las 4 de la mañana, por lo que la policía implementó un operativo búsqueda y localización de los presuntos responsables, y los estaban esperando con la corazonada que tenían que pasar por ahí.
Les habían comunicado a los cuicos que atreves de vía satélite, detectaron que el coche transitaba en la ciudad de Tula. Hicieron un operativo que les rindió frutos; lograron localizarlo por el sector. El conductor, al ver a la policía, le metió la pata, corriendo a todo lo que daba la máquina, con la intención de escaparse. Sin embargo, corrieron tras él. Trataban de bloquearle el camino. Él, lo que hacía, se los echaba encima para sacarlos de la carretera. Se daban fuertes rozones. Era una lucha de poder a poder: un ladrón contra varias patrullas.
Pero el baboso, se equivocó y se metió en un callejón sin salida, donde con toda facilidad, lo pescaron, se lo llevaron de las greñas y lo pusieron ante la autoridad competente, que ya no le dio tiempo de rebuznar.
Estando encerrado, Víctor Manuel trató de utilizar supuestas influencias, al identificarse con la policía. Dijo que era pariente del carnal Marcelo, que conocía en persona al “Peje”, el presidente legítimo; pero les valió madre. Lo dejaron que estuviera como loco, y el coche fue trasladado al corralón, hasta que llegaran los del Estado de México y demostraran que es el automóvil que buscaban.

NOTAS CHIRRIS

AGARRÓ A MADRAZOS A SU VIEJA
Los policía municipales se llevaron al bote, a punta de macanazos, a Orlando Padua Andrés, de 36 años de edad, luego de ser avisados que estaba desmadrando a su vieja y a sus hijos.
Comentó la mujer, que lo notaba que estaba loco, porque hablaba solo y platicaba con el espejo, creyendo que era un amigo; pero lo que pasaba es que era amante del chupe y siempre llega hasta las chanclas.
De momento, descontó a Juana Hernández, que la mandó de nalgas al patio de su vivienda, en la calle de Reforma, de la colonia centro. Su hijo se metió y también salió volando, quedando chimuelo.
Los vecinos llamaron a la policía, que llegaron a poner paz, y por poquito y les hace la guerra. Se les fue a trompón y madrazo, hasta que lo lograron calmar con un culatazo en la cholla.
Todavía se dio el lujo de amenazar a su vieja, diciéndole que la iba a matar cuando saliera del bote. Los cuicos se los llevaron a la barandilla y lo metieron directo a las galeras, por golpeador de mujeres y a su hijo de 6 años de edad.

QUERÍA PONER UN DIABLITO Y SE DIO EN LA MADRE
Un hombre murió electrocutado, quiso poner un diablito y por equivocación, agarró un cable de alta tensión. Esto fue el lunes por la tarde, en la comunidad de La Providencia, en San agustín Tlaxiaca, donde se encontraba con su familia.
Agustín Flores Trinidad, de 57 años de edad, estaba descansando, mirando la telera, cuando de pronto, se fue la luz; era la una de la tarde. Pasaron unas horas y al ver que se había tardado, se dispuso a conectar la electricidad, elaborando un diablito con un cable. Se subió a un árbol, se estiró para colgarse, cuando salieron de su cuerpo chispitas, que parecían foquitos de árbol de Navidad, y cayó al suelo. Llegaron la autoridades, junto con el Ministerio Público. Se lo llevaron para hacerle la necropsia de ley. Dijeron que lo había jalado de las patas el diablo.

UNA FIESTA DE 15 AÑOS RESULTÓ UN DESMADRE
Una jovencita que cumplió sus 15 primaveras, de nombre Nancy, invitó a sus amigas, pero una de ellas acusa por lesiones que le causaron, pues le pegaron entre tres; dos de ellas están identificadas.
Los violentos hechos ocurrieron en el salón del auditorio de San Judas Tadeo, de la colonia Carboneras, de Mineral de la Reforma. A Janet Cortés Ricardo, de 17 años de edad, se la sonaron las hermana Maribel y Celina, de 19 y 14 años, respectivamente.
Comentó que acudió a la pachanga acompañada de su primos, convivieron. Ninguno chupó. De pronto, llegó la acusada, Maribel, con su vecina, quien tuvo problemas con su tía Petra Reyes Hernández, porque le bajo a su viejo.
La señora comenzó a tomar y de ahí comenzaron los problemas. Cuando estaba lista para bailar una rola, le llegó un madrazo, que se cayó y le echaron bola. Quedó fuera de combate y despertó en el hospital. Pide que las castiguen porque sufrió lesiones en la cholla y en todo el cuerpo.

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