Un Infierno Bonito

CAEN DELINCUENTES DE PRIMERA
Traían droga, armas y gasolina. Se los achicalaron los gendarmes de Jaltepec, cuando se daban a la fuga. No supieron de dónde les llegó el madrazo.

Siguen combatiendo a los ladrones de gasolina. Esta vez, les cayeron a dos que iban muy veloces, en una camioneta.
Cuando les hicieron la parada, les echaron el vehículo encima, que por un pelito quedan planchados. Los uniformados los corretearon y no pararon hasta que no los alcanzaron.
Les dijeron que se bajaran, pero los ladrones no querían, pues pensaban que les decían que los calzones, hasta que entendieron, y se bajaron del vehículo.
Todo esto que les estoy contando sucedió como a las 10 de la noche, cuando los delincuentes iban hechos la mocha por el rancho Santa Alicia.
Los agentes de la camioneta patrulla estaban parando a los coches y toda clase de vehículos que se les hacían sospechosos. Cuando estaban revisando uno, los rebasaron, y fue cuando los uniformados corrieron a subirse a la unidad para perseguirlos. Por poco y se los llevan de corbata. Esto fue lo que dieron como informe, a sus superiores:
“Una camioneta GMC, tipo pick up, rojo con blanco, con camper,    circulaba con dirección a Jaltepec y observamos que llevaba unos tambos, le marcamos el alto, pero el conductor no hizo caso, por el contrario, le metió la pata, con el objeto de pelarse de casquete.
Lo alcanzamos y descubrimos 3 tambos de 200 litros, azules, dos de ellos llenos de gasolina y el otro a la mitad.
“Debajo del asiento encontramos una bolsa con hierba verde con características de marihuana, cuando los pasamos a la báscula, al chofer se le encontró una pistola calibre 38, fajada en la cintura en el lado de atrás, junto a la cola.
“Los dos fueron detenidos y trasladados a la Procuraduría de Justicia, en Tulancingo. Uno se llama O.G.T. y el otro, Gustavo Valentín P.A., de 29 y 18 años, respectivamente, quienes dijeron tener su domicilio en Los Arcos, del municipio de Acatlán”.

LE FALLÓ EL ROBO
La policía, en un operativo, detuvo a un ladrón, mientras su cómplice, que iba armado, logró escapar. La Policía Municipal de Pachuca frustró el martes un robo en una casa habitación, en las inmediaciones de la “Quinta Mari”, que se encuentra en la avenida Revolución.
Esto que les digo terminó en una persecución y detención de un probable delincuente, que andaba con uno que se les peló.
En la información policíaca se dice que el par de bandidos portaba un rifle de diábolos, con el que intentaron ahuyentar a los uniformados, pero al ver que les dispararon se dejaron caer pecho a tierra, con las escopetas listas para disparar.
Como el ladrón se dio cuenta que los policías lo tenían rodeado, mejor hizo la graciosa huida, dejando a su compañero morir solo. Esto fue temprano, como a las 8 de la mañana. Al lugar llegaron los policías municipales y lo pescaron sin darle tiempo a que se pelara.

POR POCO Y SE LO CARGA LA CALACA
Un descuido en la azotea, y por poco queda chamuscado.
Un joven de 17 años se iba ir al valle de las calacas, luego que tocó los cables de alta tensión con el rodillo con que pintaba la fachada de un inmueble, recibiendo una descarga eléctrica que le entró por la mano izquierda y le salió por la pata derecha. Su nombre es Jaime G.M.
Tuvo que ser llevado al Hospital General para los estudios especializados (no mamen). Los hechos ocurrieron el martes pasado, como a  las 11 de la mañana, en la privada de Duraznos, colonia Villas del Álamo, municipio de Mineral de la Reforma.
La persona que llamó al 911, les dijo que un joven pintor sufrió una descarga eléctrica, por eso solicitaba apoyo de inmediato. Les dijo que por favor, mandaran una ambulancia y dio la dirección. Dijo que se apuraran porque luego llegan muy tarde.

UNA PAREJA FUE GOLPEADA POR LADRONES
Un matrimonio fue severamente golpeado en su casa por dos delincuentes que entraron a asaltarlos. Como no encontraron el dinero, les dieron una madriza que los mandaron al hospital. La mujer María Trinidad L. R., que se quejaba y su viejo, Esteban H. R., fueron las víctimas.
La señora de 66 años, declaró ante el Ministerio Público del Hospital General de Tulancingo, que la agarraron soñando con los angelitos, estaban haciendo la meme en su domicilio, de la calle Marina Nacional.
Era como a la una de la madrugada cuando los despertaron dos tipos de cuidado, vestidos de negro, cubiertos de la cara, empuñando unos de ellos un puñal y el otro un palo.
El del garrote les dijo que se pararan y les entregara todo el dinero que tenían. La fémina, muy asustada, le contestó que ellos están brujas, no tienen ni dónde caerse muertos, que su hijo es el que les da para el pipirín, para que vistan y calcen.
Los malhechores les dijeron de maldiciones, muy furiosos, y por su cuenta comenzaron a buscar, vaciando los cajones de los muebles, debajo del colchón. Como no encontraron nada, a la señora le hicieron manita de puerco para que confesara, y al señor le atizaron un garrotazo en la cholla, que sonó hueco.
Levantaron de las greñas al señor y lo interrogaron, que cantara dónde tenía guardado el tesoro. Les dijo lo mismo que su vieja, que ellos no cuentan con dinero. Fue cuando, con el cuchillo, le pusieron la marca del zorro, cortándole la cara, y le dieron de palos en el lomo.
La mujer se soltó de uno de los delincuentes y quiso ayudar a su viejito, pero también le dieron en la madre.
Los pillos escaparon sin antes advertirles que no fueran de chillones con la policía, porque para la otra entraban y les cortaban el gañote. Esteban estaba fuera de combate, la mujer lloraba y le gritaba en la oreja para revivirlo. Así pasó mucho tiempo para que el señor abriera un ojo. La señora lo abrazó y lloraron juntos su desgracia.
Esperaron mucho tiempo para poder salir, porque estaba todo oscuro, hasta las 6 de la mañana, que fueron a buscar a su hijo y le contaron lo que les pasó. Éste los llevó a la Clínica de ISSSTE, de donde fue trasladado el afectado hombre, debido a sus lesiones, a la Ciudad de México. Piden a las autoridades que detengan a los maleantes porque la señora, por el susto, se puso muy mal de salud.

LE DIERON EL CLÁSICO CRISTALAZO
No me lo van a creer, pero en la céntrica calle de Hidalgo, en la ciudad de Pachuca, desvalijaron el automóvil de un visitante, quien vino de la capital huyendo de los ladrones.
José Morales Hernández, de 40 años, por poco da el mulazo al ver que los ladrones hidalguenses le habían dado en la madre a su coche Stratus verde, modelo 97, placas de circulación 175-PEZ del Distrito Federal. Lo habían desvalijado por medio de un cristalazo, llevándose sus cosas.
Explicó con lujo de detalle al MP de Seguridad Pública y Tránsito del Estado, que el domingo llegó a la casa de su amigo, como a las 3 de la mañana, invitado a una fiesta.
Llegando y partiendo leña, se puso a chupar y a bailar hasta que amaneció, pero su cuate no lo dejó que se fuera, le dijo que durmiera en su casa, que por el coche no se preocupara, que Pachuca era la tercera ciudad más segura de la República Mexicana. Lo convenció y se quedó roncando como león enojado. Como a las 8 de la mañana un vecino tocaba muy fuerte la puerta, parece que la quería tumbar, despertando a todos los inquilinos, y les dio el pitazo, que al coche le habían dado en la madre los ladrones.
Casi a medio vestir salieron a verificar, y efectivamente, tenía roto el vidrio delantero derecho. José se dio cuenta que le había salido más caro la gorra que un sombrero, y, muy triste, le preguntó a su amigo, que había pasado con la policía.
Muy apenado le contestó que la llamaran, llegando una de las patrullas a tomar nota y le dijo uno de los comandantes que a lo mejor entre las sombras de la noche algún individuo del sexo masculino quebró el vidrio para robar.
A punto de chillar, hizo el inventario, faltándole el estéreo, la herramienta, sus documentos, ropa y algunas cosas como zapatos y una maleta vacía, pero de las caras.
Además de que los daños perpetrados a su vehículo le van a salir muy caros. Pide por favor a las autoridades, que indaguen y agarren al responsable para que lo castiguen por gacho.
Y ahí le avisen a su amigo cuando lo detengan porque el tenía que salir a la Ciudad de México. Regresó el afectado a la casa de Raúl, su mero cuatacho, y no quiso echarse el recalentado. Se fue echando madres, dijo que había huido de los ladrones de su tierra y aquí le salieron peores.

SE PELEARON DOS COMPAÑEROS
Andaban de parranda, uno de ellos sacó un machete y con el mismo le dio varios golpes hasta que ya no gritó. Un hombre resultó gravemente herido y a punto estuvo de pelarse al valle de las calacas por unos machetazos que le dieron a medio perro, en una sangrienta pelea a calzón quitado. Comenzaron a picarse con palabras gruesas, y salió a relucir el machete.
El responsable fue detenido por agentes de la Policía Municipal de Molango que, jugándose el pellejo, lo desarmaron con riesgo de quedar capados, porque no los dejaba acercar, aventándoles de machetazos.
Guillermo C. L., de 51 años, pagó el pato por provocar a Ramón. G. T., de 38, que es de pocas pulgas. Recibió un tremendo machetazo en el hombro izquierdo, que por poco lo deja como Álvaro Obregón.
Dijo uno de los testigos que él anduvo chupando caña con ellos, a lo canijo, casi ni hablaban por empinarse la botella. Estaban contentos, se habían dado el abrazo de Año Nuevo.
Después se acordaron que el de Navidad no se lo habían dado, y platicaban cabeza con cabeza, casi se daban un beso en la trompa. De momento Guillermo dijo algo de la Juana, y a Tolentino parece que le picaron la cola.
Respingo y se le fue a trompadas. Se dieron hasta debajo de la lengua. Caían, se levantaban, rodaban por el suelo, hasta que uno sacó el machete y le dijo al otro: “conmigo no se juega”. Y le tiró uno que lo hizo que se hincara, como pidiéndole perdón, y tenía su brazo colgando. Lo dejó al ver que le salía un chorro de mole.
Uno de los mirones corrió y le fue avisar a su vieja del agraviado que lo habían macheteado. Llegaron sus hijos y demás parientes y se lo llevaron al hospital, donde les dijo el médico que ya estaba colgando el pico.
Llegó el Ministerio Público preguntándole cómo estuvo la bronca, mientras le cosían el hombro. El herido le contó quién había sido el canijo que lo quería dejar mocho.
De volada entró en acción la Policía de Investigación. Buscaron hasta debajo de las piedras al causante del desmadre, y lo pepenaron cuando ya estaba haciendo maleta para pelarse de casquete,
Lo pusieron a disposición del Ministerio Público, pero parece que se quedó mudo. No les chistó nada, por qué lo había madreado. Sólo los miraba con ojos de pistola
Mientras, tuvieron que trasladar al herido al Hospital de San Bartolo Tutotepec, donde luchan los médicos con la pelona, para que se quede en este valle de lágrimas.

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