SECUESTRAN Y MATAN A UN TAXISTA
Esto ya les había pasado a otros gandayas. Recibieron 38 brocas por el pago de rescate, pero la víctima los identificó y valieron madre. La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, a través de la Unidad de Combate al Secuestro, se enchilo a tres hombres por su probable responsabilidad en el plagio. Le dieron mate a un taxista, a quien se echaron al plato.
De acuerdo con la carpeta de investigación iniciada por el delito de secuestro, los hechos ocurrieron el 24 de noviembre en Ciudad Sahagún, municipio de Tepeapulco.
Para liberar al chofer del taxi los plagiarios exigieron la cantidad de 500 mil pesos. Después de varias horas de negociación entre los secuestradores y la familia de la víctima, acordaron entregar una parte del dinero de lo que habían pactado, la cantidad de 11 mil 800 pesos, que es lo que habían reunido.
Debido a que la víctima con iniciales A.C.A. conocía a sus captores, se lo echaron al plato para que no los denunciara. Sin saber que el secuestrado ya había sido asesinado, su familia hizo una segunda entrega el 27 de noviembre, la cantidad de 24 mil pesos.
De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada de Combate al Secuestro, se conoció que después de matarlo lo fueron a esconder en un terreno ejidal del municipio de Tepeapulco.
Todos los que intervinieron fueron asegurados en flagrancia en Ciudad Sahagún. Quedaron detenidos, a disposición del Juez de Control de Apan, por el delito de secuestro agravado. Posteriormente fueron vinculados a proceso, que se efectuó en prisión.
CAPTURAN A DESVALIJADOR DE AUTOS
Los policías lo capturaron. Era un experto desvalijador de automóviles. Hizo de las suyas en céntrico cruce, a plena luz del día. Pero ya está en el bote. Un desvalijador de vehículos fue atrapado por agentes de la policía municipal de Tulancingo, al ser señalado por una de sus víctimas.
El presunto ladrón que hizo de las suyas, no le importaba la hora, ni el modelo del coche. Cuando lo pescaron acababa de quitar las piezas a un Chevrolet Chevy estacionado en la esquina de las calles Corregidora y Juárez.
Gerardo O. O., de 57 años, dueño del coche, estaba que se lo llevaba Pifias. Se percató que un individuo había perpetrado el acto ilícito. Pensó pararlo seco, pero mejor lo siguió y pidió ayuda al 911.
En cuanto los policías contactaron con él, les señaló al ladrón, quien trató de fugarse pero ya lo tenían en la olla y le echaron bola, agarrándolo de las greñas para que no se les pelara.
Dijo llamarse Juan Pablo, de 33 años, que vive en la colonia La Cruz. Lo pasaron a la báscula y le encontraron lo que se había robado.
El cacomixtle no tuvo forma de pelarse ni de decir que él no fue, fue Teté. Fue llevado a la barandilla. El agraviado se presentaría de volada ante el Ministerio Público para hacer su denuncia.
El malandrín no chistó nada, por el contrario, se quedó callado, y cada que le decían de sus chistosaditas que hacía, meneaba la cabeza que sí.
CONDUCTOR RESULTÓ HERIDO
Andaba tan borracho que estampó su automóvil contra un poste de teléfonos. Lo bueno que era de los viejos, que son de madera, si hubiera sido de los de hoy, de fierro, se da ten todita la madre.
Por conducir con exceso de velocidad colisionó su automóvil y salió lesionado. Los hechos ocurrieron a las 7 de la noche en la carretera federal México-Laredo, a la altura del municipio de El Arenal.
En el número de emergencia 911 se recibió el reporte de lo que le pasó al imprudente manejador. Los gendarmes fueron al lugar.
Al llegar al kilómetro 29+400, con dirección Actopan, encontraron el automóvil, Chevrolet, tipo Cavalier rojo, chocado contra un poste.
Poco después, el ebrio, lesionado, fue llevado al Hospital General de Pachuca para su atención médica, mientras que el vehículo quedó depositado en el corralón municipal.
CHOQUE POR ALCANCE
Colisión entre dos unidades del trasporte público: un taxi y una colectiva, se registró la mañana del domingo en la esquina de las calles Doria y Echeverri, en Tulancingo.
Los agentes de Tránsito comentaron que los dos conductores pasaron la prueba del alcoholímetros y salieron en su juicio. Llegaron a un acuerdo y cada quien pagó sus daños, y colorín colorado…
PIDEN QUE LO CAPEN Y LE APLIQUEN LA LEY DEL TALIÓN
Un viejo cochino marrano, fue detenido por los agentes de la Coordinación de Investigación porque abuso de su hijastra de 12 años. Se llama Sixto Castillo Meneses, ya está grandecito, el señor tiene 50 años.
Bajo amenazas abusó de la niña, en su domicilio, en la colonia San Cayetano, en Pachuca. Fue denunciado por su mujer ante el Ministerio Público, que el primero de enero se despacho con la cuchara grande.
Ese día la menor asistió a la secundaria porque sus maestros le informaron que había un evento, cuando descubrieron sus compañeros que la niña llevaba aliento alcohólico.
Se corrió la voz como reguero de pólvora, y llegó a los oídos de los maestros, que la llamaron y la sentaron en el banquillo de los acusados para jalarle las orejas por peda. Como la estaban zurrando muy duro, se soltó a llorar y les dijo que ya no aguantaba
vivir con el desgraciado de su padrastro, Sixto Castillo, y por eso se empinó la botella de tequila. Confesó que el viejo había abusado de ella, y necesitaba darse valor para decírselo a su jefa.
Comentó que fue el 20 de noviembre del año pasado. Los hechos ocurrieron en su domicilio. Cuando estaba durmiendo, sintió que le estaban metiendo mano negra. Se paró violentamente y era su padrastro, quien la volvió a acostar, la encueró y la violó. Lloró y tenia miedo de contarle a su jefa, porque lo quiere mucho y no lo iba a creer. Además el desgraciado viejo la había amenazado de que si le decía algo a su madre, le podía pasar algo grave. Ella sintió mucho miedo y prefirió callar.
Pero al pasar el tiempo lo quería volver a hacer, y ella se salió sin darle tiempo de que estuvieran a solas. El primero de enero mandó a su vieja a un mandado, para atacarla, pero ella se salió corriendo y como había sobrado tequila, quiso morirse empinándose la botella.
Los maestros mandaron a traer a la señora y le contaron las gracias de su señor, que ella no soportó y gritó pidiendo que lo caparan al hijo de su pepín chamaco.
Los agentes de la Coordinación de Investigación fueron tras sus huesos y se lo llevaron. Declaró el muy cínico, que esa misma noche había tenido relaciones con su vieja, y cuando fue al baño se percató que su entenada estaba durmiendo, destapada y de una vez mató dos pájaros de un tiro.
Quedó encerrado y trasladado al Centro de Readaptación Social para Adultos, donde ya lo estaban esperando dos mayates que no reciben visita conyugal, para que con la vara que midió, sea medido.
LE PARTIERON LA MADRE SUS PAISANOS
Un joven empleado recibió una madriza por tres de sus paisanos de Singuilucan, que sin compasión le pegaron como lo hicieron con la piñata. Juan Carlos Alcibar, de 21 años, fue al que madrearon.
Se presentó ante el agente del Ministerio Público de Tulancingo para pedir que les den bote a los responsables, que ya los tiene apuntados en su lista negra, y algún día se les presentara el diablo encuerado, uno por uno.
Se llaman Reynaldo Dávila Guzmán, Cristian Vargas Delgadillo y José Manuel Mendoza Tapia. Dijo que le cayeron como aboneros en quincena.
Le dieron de madrazos, le quitaron su dinero y se fueron a comprar unos pomos para seguir chupando.
Comentó que la semana pasada, en la madrugada, manejaba su automóvil Nissan tipo Tiida, modelo 2008, muy cerca del panteón del pueblo, cuando fue interceptado por los tripulantes de una camioneta Ford Explorer, color vino, con placas de circulación HLE-5154 y el chofer le dio un cerrón.
El muchacho tuvo que frenar y como no llevaba puesto el cinturón de seguridad, se dio un fuerte tope borrego contra el parabrisas. De la unidad bajaron los borrachos que, en un momento, lo espantaron. Los dientes les brillaban con la luz de la luna. Tenían los ojos rojos como de diablo, y caminaban muy raro, meneando las nalgas y las manos, como si bailaran solos.
Uno de ellos, dándose la vuelta muy gracioso, lo bajó de las greñas y entre los tres le pusieron en la madre sin perder el ritmo de la música que salía de la camioneta. Después de dejarlo tirado, había quedado virolo por una patada que le dieron en un ojo.
Lo subieron a la camioneta y se lo llevaron. Llegaron a una tienda Oxxo, lo metieron de las greñas, pidieron dos botellas de brandy y le dijeron que las pagara; como se negaba, le dieron de cachetadas guajoloteras.
Una de las empleadas de la tienda se dio cuenta que lo tenían amenazado, y sin que ellos se dieran cuenta, llamó con urgencia a la policía, pero cuando llegaron una hora después, ya que se habían ido.
Para no perder el tiempo, salieron a buscarlos y fue inútil, pues no los encontraron. Como a Erick le estaba fallando un farol, pidió que lo llevaran al Ministerio Público para denunciar y que lo atendieran de su ojo, porque lo llevaba como de sapo. Dijo que los conoce de vista, pues son sus paisanos, y pide que hagan una investigación y les metan al bote.
UN PEQUEÑO CAYÓ AL AGUA Y SE AHOGÓ
Tenía dos años de edad. Sucedió en Tula de Allende. Cuando saco esta clase de notas, por Dios que se me rompe el corazón y me dan ganas de chillar por la muerte de una inocente criatura. No es la primera. Pero al mismo tiempo, haciendo de tripas corazón, tengo que hacerlo para que les sirva de experiencia a los padres descuidados, que dejan solos a sus hijos.
Un niño murió luego de que se cayó accidentalmente en una fosa de agua. A pesar de que los socorristas de la Cruz roja y los elementos de Protección Civil le dieron los primeros auxilios médicos, no pudieron hacer nada, y falleció. Se llamaba José Esael Ramírez Olguín.
Los del C-4 de Tula reportaron que en una casa de la calle de Fresnos, en la segunda sección, de la alejada comunidad de San Miguel de las Piedras, ocurrió el lamentable hecho.
Los uniformado se entrevistaron con los padres del niño muerto, Lázaro Ramírez y Esperanza Olguín, quienes dijeron que llevaban una hora buscando a su hijo; pensaron que se lo había llevado un robachicos pero cuando se dieron cuenta, estaba flotando en la fosa de agua.
Llegó el MP para dar fe y hacer sus diligencias de rigor. El tierno cuerpecito fue llevado al Semefo para hacerle la necropsia de ley. Dijeron los padres que fue un accidente, pero desde ese momento ya iban a tapar la fosa.
