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UN INFIERNO BONITO

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COLISIONAN UNAS VIEJAS BORRACHAS

Esto pasó el domingo por la noche en el bulevar Ramón G. Bonfil.

 

Se les pasaron las cucharadas. Fue llevaba a la barandilla porque se le perdió la carretera y se subió al camellón, pues iba hasta las chanclas.

Dos alegres comadres a bordo de un Jetta chocaron un coche y para pelarse se subieron al camellón central, metiéndole la pata, se siguieron de filo, dañando parte del asfalto. Se armó un escándalo.

Los uniformados que dieron el pitazo para que se presentara Protección Civil municipal y la Cruz Roja, pues se temía que las mujeres habían quedado apachurradas.

Ahí estaba presente la persona afectada por el choque por alcance, y les reclamaba que le pagaran los daños, pero la conductora se la hizo de pez. 

Fue remitida a la barandilla, con la autoridad competente. Pero para que no se les haga bolas el engrudo al leer esta nota que está un poco enredada, les voy a explicar cómo estuvo la movida, para que no le cuenten porque a lo mejor le mienten.

Las autoridades explicaron que como a las 11 y media de la noche del domingo, Concepción Velázquez Díaz conducía con exceso de velocidad un automóvil Volkswagen tipo Jetta gris, con placas de circulación 430-XCW del Estado de México, por la avenida del Palmar.

Al llegar a la altura de la entrada a la colonia Piracantos, golpeó por la retaguardia a un Volkswagen sedán beige, con placas de circulación HNP-4830 del Estado de México. Ante esta situación, la conductora del Jetta le metió la pata para pelarse de casquete y no pagar. Llegó al bulevar Colosio y se incorporó rápido al Ramón G. Bonfil.

Luego de pasar frente a las oficinas de la Junta de Conciliación y Arbitraje, la conductora perdió el control de la dirección y se subió al camellón, luego se bajó de golpe. Por eso se informó que la conductora Concepción Velázquez y su acompañante, Gabriela Guzmán Vergara, de 20 años, resultaron golpeadas y fueron valoradas en el lugar por los paramédicos de Protección Civil y los de la Cruz Roja, que no fue necesario que las llevaron a ningún hospital, sólo tenían un chipote.

Poco después llegaron los uniformados de la policía municipal, quienes ayudaron al abanderamiento y resguardaron la zona. Dijeron los uniformados en su informe, que habían encontrado envases de cerveza entre los asientos, y se dieron cuenta que las dos mujeres iban borrachas porque cuando hablaban se les trababa la lengua.

Los automóviles fueron llevados al corralón, porque no se pusieron de acuerdo en pagar los daños, y la conductora al bote, donde se quedó hasta que resuelva su situación jurídica.

 

UNA ESCANDALOSA RIÑA

El jefe de Seguridad Estatal estaba contento porque la presidencia municipal les mandó a hacer unas canchitas para que los pandilleros se pusieran a jugar en vez de hacer sus desmadres, pero ni caso le hicieron, la cancha está abandonada y muchas veces les sirve de ring para darse en la madre.

Cuatro hombres y una vieja greñuda fueron detenidos por los gendarmes, la tarde del lunes, porque organizaron una madriza en el Cerro de Cubitos. Los protagonistas son Efrén Rolando, Osiel, Daniel y Clara, de 26, 23, 21, 19 y 36 años, respectivamente. Son los infractores que fueron trasladados a la galera de la policía municipal, por los delitos que resulten.

La bronca motivo que los policías salieran como alma que lleva el diablo, porque les dijeron que varios hombres junto con  una vieja greñuda estaban armados hasta los dientes y además estaban alterando el orden público. Les dijeron a los uniformados que subieran con cuidado, no les fuera a dar en toda la madre.

Cuando llegaron al lugar los cuicos, bien armados, montados en sus camionetas patrullas, encontraron que solo era una madriza de todos contra todos. Al verlos se echaron a correr, y sólo agarraron a los más gallones, que se les pusieron el brinco, preguntándoles qué querían.

Los uniformados los trasegaron, uno por uno, incluyendo a la vieja, que sabían que no cargaba pistola. De todos modos se los llevaron al bote, donde quedaron encerrados por romper la paz y la tranquilidad. Hasta el momento no se sabe cuántos fueron, ni quiénes eran los cabecillas que se aventaron un tiro, pero se dice que llegó una pandilla de por el cerro, que son los de la 11 de Julio, y se armó el desgorre. Por lo mientras, a los que agarraron van a pagar el pato.

 

POR UN PELITO Y LO LINCHAN

Luis Baños gritaba, a todo pulmón, que lo perdonaran, que ya no lo volvería hacer, pero la gente del pueblo le daba de madrazos y lo tenían de las greñas, lo llevaban jalando al centro del pueblo para matarlo por haber defraudado a varios vecinos de las comunidades.

Pedía y rezaba para que llegaran los gendarmes, y se le concedió el deseo, porque fue rescatado de las manos de por lo menos 60 personas que querían despedazarlo. Los furiosos vecinos de 12 comunidades de Huejutla amenazaban al muchacho de 21 años, de quemarlo vivo, al tiempo de que le daban de golpes con palos y tubos. Tenía el pobre los ojos de borrego a medio morir.

De pronto todos quedaron quietos al ver llegar 6 camionetas patrullas, llenas de cuicos, que con la carabina hacia atrás, formando un rueda, quedando el acusado en medio, que corrió a besarle la mano al comandante. De acuerdo a los informes de la gendarmería del pueblo, dijeron que en palapas del Parque Ecológico del mencionado municipio le exigían al detenido el cumplimiento de los programas de vivienda que les había prometido mediante un pago en efectivo de diferentes cantidades para gastos de trámite.

Los estatales eran empujados, y todos querían hablar al mismo tiempo, hasta que dijo el mero, mero: “Silencio ranas, que va a cantar el sapo”. Se lo quitaron y le dieron una revisión corporal. Entre sus ropas desgarradas, que andaba enseñando la cola, le encontraron una navaja de 15 centímetros así como un radio portátil. Se lo llevaron y quedó a disposición de las autoridades correspondientes, para los efectos de ley.

 

BALACERA EN LA COLONIA 11 DE JULIO

La gente corría para meterse a sus casas, algunos, en la calle, se tiraron pecho a tierra. Nadie sabe, nadie supo el motivo por qué de momento, a algunos se les botó la canica y con pistolas, se dieron a la tarea de balear los edificios y automóviles.

Dijo la seño de la doctrina, que a lo mejor el diablo andaba suelto. La Procuraduría General de Justicia en el Estado de Hidalgo, “Tierra de trabajo”, inició la carpeta de investigación de oficio, por la probable agresión con arma de fuego que sufrieron algunos automóviles y los edificios de la 11 de Julio, en el municipio de Mineral de la Reforma.

El chismorreo se inicia con la información publicada en las redes sociales y las versiones de tres testigos, así como el reporte de los uniformados. De acuerdo con los testigos protegidos, dijeron que realizaron varios disparos. Algunos dicen que son puros chismes, porque hasta el momento no se han presentado los agraviados por la peligrosa balacera.

Algunos piensan que fueron los niños que estaban quemando cohetes y no se los quitó Protección Civil. Sin embargo, la procuraduría giró oficios a los peritos en balística para que determinaran cuántos disparos hicieron, los cuales causaron miedo y terror. Asimismo, en la misma carpeta anotaron que a un viejito se le paró por momento el corazón, y fue llevado al Hospital General de Pachuca.

 

IBA SENTADO EN UN BARRIL DE PÓLVORA

Los uniformados informaron a su querido capitán, que agarraron a  un cuate que llevaba 140 kilos de pirotécnica y químicos para elaborar explosivos, los que eran transportados sin ninguna medida de seguridad y en forma ilícita, en el municipio de Atotonilco de Tula.

El conductor de la camioneta en que se trasformaba la carga, así como la pirotécnica, fueron asegurados y puestos ante sus jefes. Dijeron que lo agarraron sobre la carretera estatal Texas-El Refugio, donde la Nissan pick up color gris, placas de circulación HJ-03171, fue detectada corriendo a toda velocidad. El conductor fue alcanzado  y le dijeron que se detuviera, que por favor se orillara a la orilla, pero no les hizo caso y se siguió de filo, metiéndole toda la pata. Eso hizo enojar al comandante Pistolas, que dio la orden de que lo alcanzaran, dándole un cerrón, que por poquito se dan en la madre, todos, porque los cohetones se cayeron y rodaron por el suelo. Y además estuvieron muy cerca de una gasolinera que se llama Villa Verde.

El conductor del vehículo, de nombre Misael Lugo Rendón, de 29 años, fue intervenido y cuestionado que a dónde llevaba ese cargamento que iba tapado con lona, le dijeron que lo descubriera y cuando le preguntaron qué era, les dijo que material para hacer la pirotecnia.

Le pidieron que les mostrara el permiso para llevar el material y los cohetones. Les dijo que no tenía, y al no tenerlo, lo llevaron con todo y cargamento a la Secretaría de la Defensa Nacional. Lo trasladaron al municipio de Atitalaquia.

Llevaba 3 kilos 600 gramos de pólvora, 6 costales con bambas japonesas con un peso de 90 kilos, 5 kilos de amoniaco, 6 kilos de pólvora en aluminio, 4 de titanio, 25 kilos de clorasto de potasio, 296 piezas de cohetes silbadores, 10 piezas de mechas, 5 kilos de azufre, un kilo de mensonato de potasio y dos kilos de chapopote de piedra.

 

LES CAYERON EN LA MOVIDA

Tras una llamada telefónica por parte del supervisor de vigilancia de la empresa Ferromex reportándole a la policía la presencia de varias personas que se encontraban abriendo vagones del tren, en unos momentos se activó un operativo de localización y búsqueda que dio resultado.

Fueron detenidos dos tipos de cuidado, y se les aseguraron dos pistolas y dos vehículos. Los uniformados informaron que luego de recibir el reporte, los probables delincuentes se dieron cuenta de la presencia del vigilante de Ferromex y de volada se pelaron en dos autos.

Se reportó una camioneta roja y un automóvil negro, por lo que de manera inmediata se implementó un operativo de seguridad para la localización de los vehículos y de las personas, y en esa forma, sobre la calle Narciso Mendoza, en el centro del municipio de Nopala detectaron los vehículos con las características descritas. Ford tipo Pick up, modelo 2006, placas de circulación HJ-35142 y el Gran Marquis rojo, placas de circulación UME-8114 del estado de Querétaro, por lo que se les paró en seco. Los conductores, de 19 y 32 años, llevaban un rifle calibre 22, con cartuchos útiles, sin contar con ningún documento que acreditara como licencia para matar.

Por eso fueron puestos ante el Ministerio Público de la Federación, para los trámites correspondientes. Aunque alegaron que ellos son cazadores e iban a matar conejos o tlacuches.

 

LE ENCONTRARON UNA ESCOPETA

Al realizar un recorrido para evitar robos y escándalos en el poblado de Nuevo México, municipio de San Agustín Tlaxiaca, detuvieron un coche sospechoso, marca Nissan Tsuru, color gris, modelo 2001, con placas de circulación 235-MFZ del Distrito Federal.

Le dijeron al chofer que se bajara, dijo que los calzones no, que en dado caso se bajaba del automóvil. Era un grandote con pantalón vaquero de mezclilla, con camisa de cuadros y un cinturón de cuero de víbora, usaba botines de los picudos, y caminaba como pistolero del oeste.

Dijo ser vecino de Hueypoxtla, Estado de México. Al revisar la unidad le encontraron en medio del asiento delantero, una escopeta hechiza, calibre 16, con 5 cartuchos listos para usarlos. Cuando le preguntaron por el permiso para usar armas, dijo que por esa escopeta no había pez, se la regaló su abuelito cuando andaba en las bolas de Pancho Villa. La anda cargando por si las moscas; además es un recuerdo de familia.

A los uniformados, que no saben apreciar el recuerdo de un querido familiar, les valió madre y a empujones se lo llevaron ante el Ministerio Publico de la Federación, donde quedó encerrado porque está prohibido utilizar cualquier arma de fuego.

gatoseco98@yahoo.com.mx