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UN INFIERNO BONITO

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Se la echan al palto por meterse con un casado. Con su vida pagó su calentura y su necedad de andar con un casado, que se lo habían advertido, pero contestaba que estaba casada pero no capada, y cuando se encontró con la esposa ofendida, cara a cara, jamás se imaginó que era una cavernaria violenta y con dinero para pagar algún pistolero que la matara.

 

Los hechos ocasionaron varios comentarios sobre la mujer que andaba de “Sancha”, pero a nadie se le ocurrió pensar que se la iban a echar. Los agentes investigadores se encargaron del asunto y resolvieron el triángulo de las trompudas, metiendo al bote a dos responsables del crimen.

Ya se encuentran tras las rejas porque los agentes investigadores les echaron el guante. El crimen de Lourdes fue cometido a la medianoche del domingo 18 de febrero del presente año, a unos cuantos pasos de llegar a su casa, que se encuentra en la colonia Taxhuada del municipio de Mixquiahuala.

La mujer había ido a divertirse al carnaval del Valle del Mezquital, la esperaba un hombre misterioso, escondido en y cuanto pasó le dio 6 puñaladas, que ni pío dijo. Todo quedó en silencio, los uniformados y autoridades estaban como el monje loco, no sabían quién se la había echado, pero los agentes investigadores al andar por aquí y por allá, en menos que canta un gallo dieron con el asesino.

Una vez que lo agarraron, dijo que se llamaba Jesús Ortiz Tovar, mejor conocido en el bajo mundo como “El Piti”, lo confesaron, que echó de cabeza a Delfina Pérez Ortiz, que fue la que le aflojó una lana para que la borrara del mapa. Uno al otro se culpaban cantando el yo no fui, hasta que dijeron cómo había estado el asunto, y los pusieron ante el juez penal correspondiente.

Ahí se sacaron sus trapitos al sol, y se dijo que al cuarto para la una de la madrugada del día 18 de febrero, el personal de la policía recibió una llamada telefónica de parte del área de Servicio Social del Hospital Regional de Cinta Larga, que ingresó una mujer con 6 puñaladas en todo el cuerpo.

Se presentó el MP porque ya se había ido de este valle de lágrimas, ordenó el levantamiento del cuerpo y su traslado al servicio médico forense, donde se asentó que su muerte fue porque la habían dejado como coladera.

Los agentes de inmediato anduvieron como hormigas sin control, como candidatos a diputados federales tocando puertas, pero como era de madrugada les echaban al perro. A los investigadores se les prendió el foco y fueron a interrogar a su prima, les dijo que era las doce de la noche con 15 minutos cuando escuchó gritos desgarradores, que mencionaba su nombre, comentó que a ella se le puso el cuerpo de gallina y sintió mucho miedo, rezó la magnifica, la noche era sin luna, el viento soplaba fuerte y los perros no dejaban de ladrar, la mujer desafiando al diablo, salió a ver qué pez.

En el patio encontró tirada a su prima, estaba en un charco de sangre, y casi ya no se quejaba, muy asustada corrió como loca a tacarles a los vecinos, que salieron a ver qué le pasaba, también fue a buscar a sus familiares, que llegaron, la cargaron para meterla a su casa, pero estaba como pambazo, parecía que agonizaba.

Comentó su prima, que de volada le habló a su amiga para preguntarle qué había sucedido, porque sabía que con ella se había ido al festival de carnaval en el centro del pueblo de Mixquiahuala. Los agentes se las olieron y se fueron a ver a su amiga de la herida, quien les dijo que efectivamente estuvo con ella y después la dejó

cerca de su casa, eran las 11 y media de la noche, les dijo que se despidieron en el crucero de la calle de Cuitlahuac y 20 de Noviembre de la colonia Taxhuada, a las doce de la noche. Y cada quien se fue a su domicilio. Después le mandó un mensaje, que ya habían llegado a su casa y estaba abriendo la puerta. Explicó que 10 minutos después llegó a su domicilio uno de sus primos y le dijo que a su amiga la habían matado.

Comentó que eso le cayó como si le hubieran dado un faul, y por poco se desmaya. Lloró, pero no sabía qué hacer, y se controló esperando que amaneciera. Los agentes investigadores siguieron su camino buscando a su presa y no faltó un chismoso que les dijo que la habían madreado porque la encontraron con un hombre casado y que de seguro la que la picó fue la mujer ofendida. Dijeron por hay  se sabía que se llamaba Delfina Pérez y le había dado sus madrazos desde antes porque andaba de rogona con su infiel marido.

Los agentes no quitaron el dedo del renglón, alrededor de las 10 y media de la noche del viernes 17 de abril ya tenían toda la investigación, pero la dejaron unos días porque faltaba que los mandaran por la orden del juez de primera estancia del Distrito Judicial de Mixquiahuala, contra Jesús Ortiz Tovar por los delitos de asalto y robo. Pero nunca se imaginaron que este tipo era la principal pieza para cerrar el caso del crimen.

Fue detenido sobre e la calle de Juárez, a un costado de un parque que se llama Joaquín Claro Tapia, de la colonia El Calvario, en Mixquiahuala. Al decirle que contaba con una orden de aprehensión rebuznó como si le hubieran picado la cola, comenzó a decirles a los agentes un rosario de mentadas de madre, sacando de su cintura  un cuchillo y con él les tiró de tajazos y poniéndose en posición de valiente, les gritaba: “A mí no me van a llevar vivo, primero nos matamos”.

Paso por ahí un compañero del detenido, quiso hacerle el quite, se llama Rodrigo Pérez Diego, de 27 años de edad, que iguanas ranas intentó golpear a los investigadores, por lo cual los desarmaron y les dieron en toda la madre y se los llevaron ante el MP.

De forma espontánea, y jugándose la última carta, se le fue la lengua y quiso hacer un trato con los agentes, diciéndoles: “Si me dejan ir les digo quién mató a la señora que ustedes andan siguiendo”. Le dijeron que sí, pero que cantara todo lo que sabía, es mas le daban un aventón a su casa a él y a su amigo que se había puesto perro contra ellos.

Les dijo que el domingo 18 de febrero, como a al 4 de la tarde, se encontraba en el puente del canal de Taxhuada y vio que dos viejas se estaban dando una madriza, no se soltaban de las greñas, reconoció a Delfina, que fue la que salió perdiendo en la pelea, quedó con  el hocico de puerco y un ojo cerrado y le faltaba un mechón de pelos, que horas después a las 9 de la noche, la señora lo fue a buscar, él sabía que su viejo andaba con la que la madreó, escuchó con atención lo que le dijo.

“Me quiero vengar de esa vieja, te doy 3 mil pesos para que me ayudes a matarla”. Le contestó que él solito lo podía hacer, pero eran muy poco tres mil pesos, que le subiera dos rayitas, le dijo que estaba bien, que le iba a dar 5 mil pesos, le entregó un teléfono celular para que estuvieran en contacto.

Según dijo que la propuesta era que él le iba a poner a Lourdes para que ella la atacara, le iba agarrar las manos hacia atrás y que ella le rasguñara toda la cara para que los agentes supusieran que se había aventado una madriza con un gato, que él sabía todos su movimientos de la mujer y los horarios de que salía de su casa.

El famoso “Piti” dijo que también había ido a la fiesta del carnaval, donde se aventó unas chelas y unos toques de marihuana, a la media noche que acabó todo el de madre, regresó a su casa, “Vi a Lourdes que iba derecho a su domicilio, y de volada me comuniqué por teléfono con Delfina, me dio instrucciones, me bajé del camión en el que iba y le llegué a su rival en amores cuando llegó por la calle que estaba muy oscura”. Dijo que al presenciar la mujer al hombre, se echó a correr, la alcanzó y la empujó a un árbol donde al chocar, se cayó.

“En eso momento llegó Delfina en una bicicleta, se bajó y comenzó a forcejear con Lourdes, me alejé y sólo vi que Delfina sacó un cuchillo, no vi más, pero luego escuché unos gritos como los de la llorona, pidiendo auxilio, en esos momento la esposa agraviada abordó su bicicleta y se peló de casquete, y me regresé al pueblo para seguirle chupando.

Poco después vio una ambulancia y varias patrullas donde ocurrió la pelea de viejas, después, todo quedó callado y bajita la mano, pasó por la casa de Delfina quien le entregó la lana. Dijo el “Piti” que Delfina había matado a su rival.

Al saber eso, los agentes en lugar de dejarlo libre, lo metieron hasta el fondo para que no se escapara y fueron a buscar a Delfina, a quien en pocos minutos la agarraron y ella confesó: “Le pagué al “Piti” 5 mil pesos porque golpeara a la mujer que encontré en mi cama con mi esposo, nunca fue mi  intención matarla, solo quería que le diera una calentadita”. Y dijo que ese día “El Piti” iba drogado y por eso la mató.

 

UNA CATEDRÁTICA ES AMENAZADA

Tres denuncias penales por amenazas fueron interpuestas ante el agente del Ministerio Público, en Tulancingo, durante las últimas horas, ante el temor de sufrir alguna lesión o se los echen al plato. La primera es de Teresa Jonjitud, profesora de la Universidad Politécnica de Tulancingo, manifestó que ha recibido correos electrónicos con palabras groseras, la insultan y le piden que sea mejor que deje el trabajo o se le va a aparecer el diablo. Ella se puso nerviosa y dijo “Ay nanita”.

Dijo que el día 21 de marzo volvió a recibir una amenaza muy seria, dicen que si sigue de chismosa le va a pesar y le van a coser la boca. El día 7 de abril recibió otro correo con amenaza de que la iban a madrear cuando la encuentren en la calle, dice que cuando se baja de su coche sale corriendo al salón y cuando va por la calle, camina mirando para todos lados, que son dos veces que ha chocado con un  poste, cayó al suelo parando las patas.

La segunda demanda es puesta por Rafael Ortiz, de la misma universidad, denuncio a Raúl Hernández, mejor conocido en el bajo mundo como “El Sandía”. Dijo que acudió al negocio que tiene su hermana, que vende flores en la calle de Ponce, frente a la Cruz Roja, alrededor de las 7 de la noche, el “Sandía” le dijo “Te voy a matar porque andas siguiendo a mi hija”.

Dijo que le sudó la cola de miedo, se hizo el fuerte y le contestó que no sabía de qué le estaba hablando, “El Sandía” le dijo “Tú me conoces, sabes quién soy y de lo que soy capaz, esta semana no pasas vivo. Sabes que mi sobrino es policía”. Se metió la mano por el ombligo, haciendo un movimiento rápido, Rafael creyó que iba a sacar una pistola, salió de la florería, hecho la mocha, en el camino encontró a un par de policías y les dijo que detuvieran a un caute que le dicen “El Sandía” porque tenía pistola.

La tercera amenaza, se trata de Estela Osormio, que es secretaria de la universidad, denunció a Alicia Lechuga que le manda mensajes de que la va a desmadrar porque anda con su marido. Dice que con ella no andan con cuentos porque todos los de la universidad politécnica de Tulancingo van a bailar con una sola pata porque les va a volar la otra, y estas son las amenazas que escriben y lo han hecho en la vida social.

 

SEXOSERVIDORA VENDÍA DROGA

Asesinaron a puñaladas a una trabajadora sexual y narcomenudista en venganza porque les estaba bajando a los clientes en la venta en una cantina, después de vendérselas les daba pilón.

Eso pasó hace unos dos años, los agentes de la Coordinación de Investigación resolvieron el caso un poco tardadito, pero valió la pena, pusieron tras las rejas a dos probables responsables del feticidio, a simple vista presentaba varias heridas al parecer producidas por un cuchillo cebollero.

Se informó que la sexoservidora trabajaba en el bar conocido como los amigos, y quien contaba al morir con 29 años. Los agentes de Mixquiahuala indagaron que el homicidio fue cometido con un arma punzocortante, el día 22 de julio. Tras los intensos trabajos, sin perder las líneas de investigación, a casi dos años de que se la echaron, dijeron que el día de los hechos estaba trabajando en el bar y como les vendía la droga, tenía doble fila de borrachos.

Con engaños la sacaron y se la llevaron a una calle denominada Quintana Roo de la colonia Los Tigres.

Entre los dos la sujetaron y con una navaja fue lesionada varias veces hasta que se fue al valle de las calacas. Después de que se aseguraron que estaba tiesa,  se retiraron a sus domicilios sin comentar nada a nadie. Pero los agentes investigadores les anduvieron pisando los talones y no pararon hasta que no les echaron el guante y ya los tienen en el bote. Confesaron que ellos tenían el territorio de vender la droga en esa cantina, y todo marchaba como un soldado.

Pero brincaron como chivos cuando se entraron que una vieja que trabajaba como prostituta les había ganado el mandado, sus mismos clientes le compraban la droga y se las daba más barata, por eso decidieron matarla, después que lo hicieron anduvieron a salto de mata, vendiendo en otras partes, pasaron  las semanas, los meses, los años, y pensaron de que ya se les había olvidado, regresaron y se llevaron la sorpresa de que los estaban esperando. Piden que cuando los juzguen les bajen dos años de condena porque les fue muy mal.

gatoseco98@yahoo.com.mx