Home Un Infierno Bonito Un Infierno Bonito

Un Infierno Bonito

0

EN EL PERSONAJE DEL BARRIO DE HOY:

EL DEBATE

(Donde se sacan los trapitos al sol) Cualquier parecido con los que hacen nuestros políticos, es mera coincidencia.
Juan “El Cajete” estaba que echaba chispas, y discutía a grito abierto con su vieja “Chana”, a causa de las palabras del presidente de la República, que en todos sus discursos dice que México es un país que está creciendo por su alto índice de empresas que ha traído al país.
Pero ellos están viviendo iguanas ranas de jodidos. Su marido era un viejo flojo. “El Cajete” alegaba con su vieja, quien debía de entender que no podía aumentarle el gasto porque trabaja en el Programa Emergente de Trabajo de Gobierno del Estado, y que esos monos se hacen güeyes, y sólo les dan parte del mínimo.
Le decía que si no se daba cuenta, o se hacía pendeja, que él trabajaba de sol a sol, y por eso se tenía que tomar por lo menos 5 caguamas, para que no se deshidratara, y como le pagan menos del sueldo mínimo, salía como las gallinas poniendo.
Su greñuda vieja no entendía razones. Le contestaba que le valía madre, que el dinero que le daba no le alcanzaba ni para el bofe del gato. Estaba enojada. Le daba vueltas al asunto, buscando la forma de que su viejo le diera más dinero. Y le dio opciones:
    •    ¿Por qué no te metes de minero? Hay minas que están trabajando. Tengo un hermano que acaba de entrar y le pagan bien.

Al “Cajete” parece que le picaron la cola. Se levantó furioso, se la quedó mirando con odio, y le dijo:
    •    ¡No mames, pinche Chana! A esos pobres cuates les ponen una madriza debajo de la tierra, y les pagan una madre; están como calacas, andan hablando solos, caminan con las manos colgando, mirando al suelo, como si les pesaran las nalgas.

    •    Ya te dije, y te lo vuelvo a repetir, que eso me vale. O le entras para el chivo o te vas redonditamente a ver a tu madre. ¿Crees que con 100 pesos que me das a la semana, me alcanza para darles de tragar a 10 chamacos y, de pilón, a ti, cabrón, que comes como pelón de hospicio. Por Dios, pon los pies sobre la tierra, pinche Cajete. Me da mucha pena darles a los chavos puros frijoles con memelas. Pobrecitos, luego andan como ametralladora.

    •    En una parte estoy de acuerdo contigo, vieja, pero debes de comprender que mi trabajo es eventual. Dice mi encargado que en unos 3 o 4 años llega el aumento, y hay que tener paciencia.

    •    Ya no quiero alegar contigo. Eres un pobre pendejo, y es como si estuviera hablando con un pinche burro.

    •    Tú eres la que no entiendes, y para bajarte los humos, ¿por qué no nos aventamos un debate como lo hacen los políticos chingones, a ver quién tiene la razón? Lo hacemos enfrente de toda la familia, los amigos y compadres, para que sepan quién gana, y el que pierda se calla el hocico.

    •    Ya dijiste, güey, pero no vayas a salir con la mamada de que se canceló, porque te doy en la madre, te lo juro.

    •    Hoy, hoy, sabremos de qué tigre salen más rayas. El debate va a ser en serio, no vamos a tener padrinos que nos aconsejen, lo haremos en la noche para que me aviente el mañanero de gusto.

    •    Me tienes que decir la hora para avisarle a toda mi familia, ya ves que viven lejos, y quiero que estén presentes porque para quitarte lo hablador, esto se va a poner de pelos. La mediadora ya la tengo, será doña Pancha, que es una persona neutral.

    •    ¡No! Esa pinche vieja no. Es feminista, y me va a poner en la madre. De por sí, anda de chismosa, que todos los hombres son infieles y desobligados y borrachos.

    •    Ya dijimos, y no te vayas a echar para atrás, ahora te chingas, para rajarte a tu tierra, cabron. Sabes muy bien que las mujeres de Pachuca prefieren morir vírgenes antes de parir pendejos.

La noticia corrió como reguero de pólvora en todo el barrio de La Palma, que en la vecindad del callejón de Manuel Doblado 24, se iba a realizar un debate. Se juntó mucha gente, pues nunca habían visto una babosada en vivo.
Anduvieron repartiendo volantes en todos los barrios cercanos; también   invitaron  a los de gobierno y la presidencia municipal, y a los representantes de los partidos políticos, para que aprendieran cómo se hace un debate.
Desde la 6 de la tarde comenzaron a llegar los invitados, y se colaron los vendedores ambulantes. Dieron las 8 de la noche, en punto, y llegó la hora. En medio del patio pusieron un  templete con sillas alrededor y a los dos contrincantes. Uno de cada lado. Habló doña Pancha:
    •    Muy buenas noches tengan todos ustedes, les agradecemos su presencia, donde estaré  de mediadora, para darles el tiempo necesario a cada uno de los participantes, y también para no echarle tanta crema a los tacos. 

Les presento al señor “Cajete” que retó a la señora “Chana” a debatir sobre su vida social. Voy a sacar un papelito del sombrero que tiene el número uno, que le corresponde a la señora “Chana” y el número dos al Señor “Cajete”, le damos vuelta y comenzamos. Salió el número uno y le toca a doña “Chana”, que tiene  dos minutos para hablar.
    •    Yo “Chana” Hernández, me presento ante ustedes, como una mujer abnegada, soy Priista, Tuza y Guadalupana. Siempre he obedecido sin protestar a mi marido, como toda fiel cristiana, pero, por falta de alimentación, me rebelo, porque no me da lo necesario para comer, tengo que desenmascarar al infeliz. Miren cómo se me cuentan todos los huesos de lo flaca que estoy, y vean a mis chavos, que están en la misma forma; por lo tanto, señalo a mi viejo borracho, como un hombre desobligado, y mal esposo, porque es descendiente de familia hojaldra; por ahí dicen las malas lenguas, que anda de rabo verde con la pinche vieja panzona de la tamalera.

Doña pancha interrumpió:
    •    Alto “Chanita”, su tiempo ha terminado;le toca rebuznar al señor “Cajete”

    •    Yo me presento ante ustedes, como un hombrecito cumplidor en todos los aspectos, siguiendo los pasos que me dejó mi padre que en paz descanse. Trabajo como burro para darle lo necesario a mi trompuda, lo que pasa es que presto mis servicios en Gobierno y me cay que ahí no gano ni para calzones; además, mi vieja me pide dinero como si fuera diputado. No quiere que me junte con amigos, me quiere tener encerrado como gato ratonero, nada más cuidándole las teleras.

    •    ¡Tiempo! Sigue usted “Chanita”.

    •     Ya para darle la puntilla a este guey, les diré que es un borracho mamón, que pertenece a raza mendiga, que desconoce la mano que le dio de tragar, miren esta cicatriz que tengo en la espinilla, hace unos días me la hizo de una patada, que por poco me rompe la pata; me descontó a la mala, y se echó a correr; llegó a la medianoche haciéndomela de pedo, que no recordaba nada; no me rajé con mi papá porque le hubiera rajado cuenta madre tiene y…

    •    Tiempo, Chanita, sigue el señor “Cajete”

    •    Lo que dice mi vieja que la desconté a la mala, quiero decirles que es mentira, no soy traicionero, se me puso al brinco y tuve que darle un soplamocos porque como marido me tiene que respetar como si fuera su padre. Y tengo todo el derecho de desmadrarla cada que se me eche a las barbas, y ya picado, si hay un changuito entre los presentes, que le brinque y nos madreamos.

Se metió “El Pingüino”, que es el papá de doña “Chana” y le puso un madrazo en el hocico al “Cajete”, que lo mandó de nalgas, dándole de patadas. En eso entró al ruedo la mamá del “Cajete”, que le dijo:
    •    Déjelo, pinche viejo encajoso; él no está solo, aquí tiene a su mera madre.

Sin hacerle caso, el papá de “Chana” le siguió pegando al “Cajete” hasta que entró su familia del golpeado, y se armó un desmadre familia contra familia. Volaron las sillas; habiendo heridos, llamaron a los gendarmes, que a macanazo limpio, se los llevó ante el Ministerio Público, que les dijo que iba a encerrar a todos. Los debates solamente lo pueden hacer los candidatos a presidentes, gobernadores, alcaldes o algún politiquillo que rete a otro; que les iba a poner una multa alta para que se enseñen a respetar los debates.