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Un Infierno Bonito

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SE QUERÍAN PASAR DE LANZAS
Estos gueyes ya ni la raspan delante de las autoridades de Pachuca (tierra de baches y basura), y Mineral de la Reforma, cobraban derecho a piso a los comerciantes, ningún inspector de la Presidencia se había dado cuenta y es un desmadre en Pachuquilla porque no saben.

Tres delincuentes, Alberto L. G., mejor conocido en el bajo mundo como “El comandante Flavio”, J. A. R. P. apodado “El Canas” y una vieja llamada Verónica, conocida como “La Machorra”, se dedicaban a extorsionar a propietarios de negocios establecidos en Mineral de la Reforma, así como también vendían cocaína al aire libre y le hacían a la uña.
Según dicen los altos mandos que sus secuaces se dedican las 24 horas, recorriendo todo el municipio y agarrando delincuentes, pero de estos no sabían nada, hasta que una víctima jugándose el cuero los delató ante la policía federal.
En esta forma fue como cayeron el trió de los Panchos, (perdón) el trió de consumados delincuentes, dijeron que ellos son integrantes a una banda de delincuentes organizados, desde hace tres años. Los Agentes Federales, que son los buenos y reciben toda clase de denuncia, porque ellos no le tienen miedo ni a su vieja, un grupo de personas les reportaron que tres personas a bordo de una automóvil color negro con placas de circulación, del estado de Hidalgo, amagándolos con armas largas, extorsionaban a los comerciantes del fraccionamiento Campestre Villas del Álamo, del municipio de Mineral de la Reforma.
El 26 de octubre a las ocho de la noche, la policía federal instaló servicios de vigilancia móvil y fija, les dio resultado, al ver que se acercó a un comerciante un coche Ford tipo Crown Victoria, color negro con el número de placas que tenían apuntado, lo tripulaba “El Comandante Flavio”, de 53 años de edad y lo acompañaba Victoria de 40, después llegó un vehículo Volkswagen, tipo Golf color blanco, lo conducía “El Canas” de 39 años.
Los agentes esperaron a que se bajara el que iba en el primer coche, o sea el comandante Flavio, se le acercó una señora e intercambiaron palabras, asustada le entregó dinero. El delincuente contó y en esos momentos les cayó el chahuistle, los policías federales se identificaron y les dijeron: “Están detenidos” y agarraron a los tres.
La agraviada de quien no decimos su nombre, comentó a los federales que desde hace aproximadamente cuatro meses, ha recibido llamadas para solicitarle el pago de derecho a piso, esto es porque tiene tres locales comerciales, en los que vende ropa americana y la cuota que tenía que pagar era de tres mil pesos cada día 30 de cada mes. También se detuvo a “El Canas”, que les proporcionaba seguridad a los otros dos.
“El Comandante Flavio” muy cínico les dijo para que se asustaran los policías federales, que ellos pertenecían a la delincuencia organizada que desde hace varias años, incluso lo han detenido por arma de fuego, pero se la persignan, que el es del estado de Guerrero y actualmente radica en Apan, Hidalgo.
Comentó que cuando estaba en el bote recibió llamadas de “El Pato” y “El Ardilla”, quienes lo contactaron con el jefe de la banda de Pachuca. Después cuando salió del penal lo contrataron para trabajar con ellos, extorsionando el derecho de piso junto con otros cámaras. Les dijo que su actividad consiste en extorsionar y cobrar derechos de piso a los dueños de comercios, con la amenaza que si no los pagaban los secuestraban o los mataban, por su parte J. A., dijo que pertenece a la misma pandilla, por invitación del “Mani”, que era la misma actividad de cobrar y amenazarlos de que al no pagar se echaban alguno de su familia cada mes.
Verónica dijo en su declaración que pertenece al grupo delictivo y que su jefe es el “Comandante Flavio”, su función era cobrar el derecho a piso. Fueron puestos ante el Ministerio Público, un Ford Victoria color negro, un Volkswagen tipo Golf color blanco, un arma corta tipo escuadra, calibre 380, 30 envoltorios que contenían cocaína y la cantidad de 3 mil pesos, cinco equipos de telefonía celular, así como radios marca Motorola, las persona fueron enviadas a la Procuraduría General de la República en el estado de Hidalgo, para que determine la situación ellos mismos expresaron “no sabíamos nada, nunca hubo una queja”.

A UNA MADRE LE QUERÍAN ROBAR SU CHIQUITO
La señora Ángela Hernández sufrió una horrible pesadilla en el fondo del infierno, donde vio encuerado al diablo, gritó a todo pulmón, que hizo correr a la gente, cuando una mujer robachicos, le intentó arrebatar de los brazos a su hijo de un año de edad, lo agarró a 20 uñas y no dejaba de gritar a todo pulmón pidiendo auxilio.
Al no lograr su propósito, la robachicos corrió y se subió a un coche que la esperaba con el motor prendido, eso sucedió el jueves pasado en la comunidad Bomintzha, en el municipio de Tula de Allende, la gente se juntó y le daban auxilio echándole aire a la señora, que estaba a punto de desmayarse, pero no soltaba a la criatura, llegó la policía bajándose de la camioneta patrulla, con su escopeta bajo del brazo y preguntado qué pez.
Ángela no dejaba de llorar y les dijo que una mujer se le quería arrebatar a su chiquito, le preguntaron que dónde estaba, les contestó que se subió en un coche color blanco y se fue rumbo a la carretera de Pachuca.
Le dijo el comandante Pistolas, que le diera rápido las señas de la mujer para ir tras ella, les explicó que de momento se le acercó una vieja grandota, greñuda, bien mamada y trato de quitarle a su hijo, pero ella lo agarró a madres y no lo soltó, le dio un aventón que cayó al suelo apachurrando a la criatura, que sonó como claxon y se subió en un carro, los gendarmes formaron un operativo llamado “busquen a la robachicos” mientras los agentes investigadores pedían informes a los mirones de cómo había pasado.
Declaró un señor que él iba con su vieja, cuando de pronto vieron que una mujer, vestida con ropa deportiva, trataba de quitarle su hijo a la señora, pero al ver que no pudo se subió a un coche fiesta color blanco y se pelo de casquete. Llegó el comandante y dijo que por esta vez se les había escapado de las manos la ratona de escuincles, pero pidió a la comunidad que se cuiden los unos a los otros, porque en todas partes han desaparecido jovencitas, señoras y niños, que no los dejen solos y siempre anden en parejas.

LA EXPLOSIÓN
Era medio día y en la colonia Providencia, se escuchó una explosión que cimbró varias cuadras, salieron los vecinos echos madre a ver qué había pasado pues creían que había estallado un coche bomba, por el miedo les sudó la cola, pensaron que se les caían sus casas.
Llegaron corriendo al lote 14 de la calle circuito la Providencia y vieron que estaba tirado el Herrero Rogelio Chávez, con la cabeza abierta, se le había desprendido el cuero cabelludo y se le veían las ideas.
Tenía un traumatismo cráneo lógico de segundo grado y estaba en medio de un charco de sangre, el herrero se aventó la puntada de cortar un tanque de gas por la mitad y como todavía tenía gasolina le explotó, dándole en la madre. Los vecinos que lo conocían le echaron la mano poniéndole una almohada y lo taparon con una cobija, mientras llegaban los de la Cruz Roja.
Llegó Protección Civil de Pachuquilla, preguntando a los testigos que es lo que había pasado, dijeron que el herrero con un esmeril quiso cortar el tanque y ¡bolas!, le explotó en la cara de milagro no le voló la cabeza, se lo llevaron al Hospital General. Sus familiares dijeron que ojala y se salve, pero está pelón porque lo ven muy mal. Que el día de ayer como no tenía quehacer, agarró el tanque y se puso a cortarlo. Su vieja le paró el alto y le dijo que no lo hiciera, porque le podía explotar, pero Rogelio es más terco que una mula, le dijo que qué le importaba, que se fuera hacer la comida, la señora ya no le protestó y se metió a la cocina, cuando de pronto escuchó una explosión, que del susto se le cayó la olla de los frijoles que le quemaron las patas.
Y ahí está la fregadera, por necio se encuentra en Terapia Intensiva, el herrero tiene 52 años y está delicado, pide a Dios que lo deje vivir siquiera otro año mientras salen de sus deudas.

SE DESPACHÓ BIEN
Julián Hernández de 24 años, se despachó con la cuchara grande sin pensar que en que bronca se metió al violar a una niña de nueve años y otra de 16, lo bueno es que lo agarraron y lo trajeron al Ministerio Público acusado por los delitos sexuales y lo mandaron de volada al CERESO, donde ahí le van a quitar los calzones por encajoso.
Esto sucedió en San Pedro Huaquilpan, municipio de Zapotlán de Juárez, Hidalgo. Su madre de las violadas al saberlo casi se vuelve loca, se le pararon los pelos de espinazo y furiosa echando chispas, fue a buscar al violador, que si lo encuentra me cae que lo despelleja vivo. La señora llorando de coraje fue al Ministerio Público y les exigió a las autoridades cumplieran con su deber de agarrar al desgraciado violador, que se le había escondido en la casa de uno de sus parientes.
La policía de allá no es como la de aquí y cumpliendo con su deber, ellos no peinaron la zona, sino que fueron a buscarlo, lo encontraron en una casa ubicada en la colonia Buenos Aires, lo sacaron a madrazos y de las greñas lo presentaron al Ministerio Público, lo trajeron a Pachuca porque allá la familia de las violadas, se estaban poniendo de acuerdo de sacarlo, caparlo y luego lincharlo, para ponerlo en la plaza del pueblo. Sabemos que en el centro de adaptación para adultos, no le va ir muy bien que digamos,  porque a los violadores les aplican la ley del talion.
Julián Hernández llora sus penas y les dice a las autoridades que está muy arrepentido, pero palo dado, ni Dios lo quita y ni modo. Dentro de las próximas horas se define su situación legal, en el penal lo están esperando con ansias, aquellos que no les llega la visita conyugal.

DOS VIEJAS GREÑUDAS SE DAN EN MADRE
Se disputan a un hombre. Escandalosa riña, se aventaron dos mujeres en plena vía pública, quienes para arreglar sus diferencias personales pasaron de insultos y mentadas de madre hasta llegar a los madrazos.
En una calle que agarraron de ring, que se encuentra en la cabecera municipal de Huejutla, donde las aguerridas viejas chimiscoleras, una identificada como Irene y la otra con el nombre de Sara, se dieron hasta con la cubeta, se jalaron de las greñas y no se soltaron hasta caer al suelo, que rodaban de un lado a otro, aventándose rasguños y dándose con los puños cerrados.
La gente las miraba sin meterse, porque al dar la vuelta enseñaban los calzones, aunque una de ellas no traía. Sara resultó ser la esposa del comerciante de maíz, de momento pasó por ahí Irene, su rival en amores y comenzó a insultarla,cuando se estaban dando sin compasión llegó la policía y se las llevó al bote.