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Un Infierno Bonito

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DESAPARECIÓ AL SALIR DE SU CHAMBA
Tiene tiempo que están desapareciendo las personas, las buscan por todas partes y no las encuentran. Niñas, señoras, señores, viejas y viejitos, se han perdido en todo el estado, pero más en Pachuca, (tierra de baches y basura).

Esta vez desde hace días, no encuentran al señor Luis Castillo de 61 años, sus familiares están muy preocupados. El día 9 de septiembre, como a las 9 de la mañana, fue la última vez que lo vieron, es vigilante de una obra que se está haciendo en la Zona Plateada, no contesta el celular, su domicilio es en la calle de Adolfo Ruiz Cortinez, de la colonia Buenos Aires.
Su hija Minerva Castillo, llora la ausencia de su padre, lo mismo que un compadre de nombre Sixto Godínez, los dos han hecho un operativo de búsqueda, revisando calles, cantinas y callejones, lo han ido a buscar al Hospital General, Cruz Roja, fueron a buscarlo a la barandilla de la Policía Municipal y Estatal, les dio miedo, porque al preguntar por él, se los quedan mirando a ver si no son sospechosos de cualquier delito. El único que los atendió fue el agente del Ministerio Público, que les dijo que mandaría a todos sus sabuesos a buscarlo.
Al hablar con el comandante, les dijo que ya giró oficios a sus compañeros de trabajo, e interrogaron a una señora, a la que el señor le anda dando para sus tunas, la citaron pero no se ha presentado, tampoco cuenta con elementos para ordenar la detención de nadie, pero que se relajen, las investigaciones continuarán y pronto darán con su paradero.
Declaró su hija. “La última llamada que realizo mi papá, fue a las 10 de la mañana, a una señora, que vive con ella”.
Por lo tanto sus 5 hijos de don Luis, andan en friega loca buscándolo, así como otros familiares, le han dado vuelta a todo Pachuca y ahora saldrán, a tierras lejanas en su búsqueda en las comunidades de Pahuatlán, Huauchinango y Tlacuilotepec, han estado pegando pósters con su fotografía y piden a la población que les eche la mano, si saben algo llamen al 911.
 
LE FUE DE LA PATADA AL IR A COBRAR LA RENTA
El lunes a don José Hernández se le apareció el diablo, al cobrarle la renta a un inquilino, lo agarró de mal humor y le puso una madriza, que lo dejó chimuelo con trompa de puerco y un ojo de pirata.
Dijo al agente del Ministerio Público, que tiene una vecindad en la calle de Peñuñuri, en el barrio del Arbolito, en su vecindad vive un inquilino que es bien chupamaro, que le debe varios meses de renta, siempre se le esconde y para no pagarle le echa a su vieja para que le diga que lo aguante un poco, que en la primera oportunidad se pone parejo. Don José ya lo amenazó varias veces, que si no le paga en este mes, lo va a lanzar a la calle.
El día de ayer muy temprano, don Pepe fue a cobrarle la renta, toco la puerta de donde vive Lorenzo Sánchez y le dijo que le pagara, que le debía 6 meses de renta. Pero lo agarró en un mal momento, porque Lorenzo había madreado a su vieja y le azotó la puerta en la cara que le sangró la nariz.
Dijo don José que siguió tocando, pero Lorenzo salió como el hombre verde, se le fue a patín y madrazos, sin fallar ninguno, no le dio tiempo al señor, de meter las manos. Lo tiro, le dio de patadas, hasta que le pidió paz, pero Lorenzo estaba tan encanijado que no le dio tregua y le siguió dándole hasta por debajo de la lengua, golpeándolo sin compasión.
Pidió auxilio, doña “Pancha”, la portera que cuida la vecindad, quiso ayudarlo pero le salió cola, también recibió sus chilacatazos. Cuando llegó la policía, Lorenzo se brinco por la azotea para salir a la calle y se les escapó. Mientras la ambulancia se llevaba al señor al Hospital General, donde levantó su queja en contra de su inquilino y le pidió al Agente Social, que ya no quiere que le pague, si no que se vaya de su vecindad, porque otra madriza igual a la que le dio, no cree aguantarla, porque padece del hígado, los riñones y tiene diabetes.

EL MISMO CAVÓ SU TUMBA
Un campesino de Santa Ana Hueytlalpan, de la comunidad de Tulancingo, se cayó de cabeza en un pozo que él mismo construyó. De la tragedia tomaron nota los gendarmes y el Ministerio Público. Felipe Guevara Mina, de 46 años de edad, trabajador del campo.
Sus familiares dieron a conocer que el sábado por la tarde ya no lo vieron, como se están robando a la gente, pensaron que fueron por él a su domicilio, salieron a buscarlo, la señora Adela Castro Pablo, esposa de Felipe, dijo que a su marido le gustaba chupar más que un recién nacido y como no lo vio, pensó que andaba de picos pardos, pero el domingo en la mañana por poco da el mulazo, al verlo que estaba flotando en el pozo. Salió como loca a pedir auxilio a los gendarmes.
Los uniformados se dieron cuenta de la muerte del campesino, llamaron al Agente Social para que diera fe al cadáver y lo sacarán. Sus familiares dijeron que hace tiempo Felipe cavó un pozo, como de tres metros de profundidad, estaba lleno de agua por las recientes lluvias, ya le habían advertido, que era un peligro el pozo, porque no tenía protección, pero no hizo caso, decía que no pasaba nada. Pero el sábado que llegó hasta las chanclas, se fue de cholla al pozo y ya no pudieron hacer nada por el, ahora la familia dice que cuando se acaben las lluvias taparán el pozo.

ESCALÓ LA BARDA PARA METERSE A SU CASA
Juan García llegó al Hospital General con la cabeza abierta y sin conocimiento. Los médicos tuvieron que echarle candela, para no dejar que se lo llevara la huesuda, pues ya estaba clavando el pico. Aparte de llevar la cabeza como calabaza, tenía golpes en todo el cuerpo, unas costillas rotas y la pata izquierda quebrada.
Dos días estuvo en terapia intensiva y nadie fue a preguntar por él, no sabían que le había pasado, únicamente lo llevó la Cruz Roja, reportó que estaba tirado en el patio de una casa.
El día de ayer, recobró el conocimiento, le dijo al agente del Ministerio Público, que el 8 de agosto, el y su compadre fueron a echar unas cubas a la cantina, se picaron y terminaron en un bar. Les valió madre y se siguieron chupando hasta que se les acabó la quincena.
Borracho, Juan, llegó a su casa, en la calle de Amado Nervo, de la colonia Morelos, su vieja no lo dejó entrar, le dijo que se fuera a donde pasó la noche y que además olía a mujer mala.
Juan, que en sus tiempos fue alpinista, comenzó a escalar la pared que tiene como 6 metros de altura, cuando ya tenía medio cuerpo en la ventana, su vieja le dio un aventón que se vino al suelo y ya no supo más.
Por eso demandó a su vieja, Margarita López, de 35 años de edad, que está media loca, la acusa de intento de asesinato. Mandaron a traer a la señora, dijo que su viejo borracho ya la tiene hasta el copete, que es un hombre perdido, que en las quincenas, no lleva dinero, parece que trabaja en peluquería y le pagan con pelos, no lo dejó entrar porque estaba briago y cuando anda así quiere abusar de ella delante de sus hijos y por eso lo dejó caer. Que esa casa donde viven es de la señora, que se la dejó su papá y les enseñó las cicatrices que le ha dejado de los golpes. A Juan le salió más caro el caldo que las albóndigas y quedó detenido.

TODA UNA FAMILIA VIVEN TEMEROSOS
Ramón Gallegos, de 85 años de edad, por celos le dio chicharrón de un balazo a su vieja de 72 años. Su hija Patricia, de 38 años, quiso alcanzarlo y el viejo, le dio un tiro en el pescuezo, que está colgando el pico.
Sus familiares de la señora, tienen miedo de que el viejo loco regrese a su casa y les de en la madre a todos, dicen que de momento se le brinca la cuica y madrea parejo, sea chico o sea grande, que es todo un pájaro de cuenta. Tienen mucho miedo que vaya a la colonia San José y les de matarili, pues ya las tiene apuntadas en su lista negra. La familia en la noche no duerme, cuando escuchan pasos o abren la puerta, sudán de pies a cabeza y comienzan a temblar como chihuahueños, porque se imaginan al viejo con la pistola en la mano.
El comandante de la Policía Ministerial, les da ánimos y les dice que no se preocupen, que ya tienen fotografías del ruco en todo el estado y parte de la República, para que cuando lo vean, de volada lo agarren, lo amarren de manos y patas, porque saben que es peligroso.
La hermana de la difunta María de Jesús, les dijo que tengan mucho cuidado, porque su ex cuñado es de armas tomar y no vaya a ser el diablo y les madrugue, que saben que hace años tenía una vieja en Tula Hidalgo y aparte de que se la echaba, la mato. Piden seguridad mientras lo agarran, porque el viejo ya se la sentenció.

NOTAS CHIRRIS

ASALTAN A UN TALLER DE COSTURA EN TULANCINGO
El asalto fue denunciado ante el Ministerio Público, por la señora Leticia San Agustín, encargada del negocio, que se encuentra en la calle de 20 de noviembre, en la colonia Francisco I Madero, en el municipio que ya les dije.
Declaro que un empleado, le dijo que afuera estaba un cuate, que buscaba información sobre trabajo, lo citaron el lunes. Minutos después volvieron a tocar la puerta, al abrir la puerta el empleado fue amagado con una pistola y entraron dos sujetos cubiertos de la cara y uno de ellos dijo. “Denme todos sus celulares y su dinero nadie se mueva porque me lo agujero” y no dejaba de apuntarles, les dijeron a 15 trabajadores mujeres y hombres, que no la fueran a regar, que se callaran el hocico o mataban a todos.
Uno de ellos se acercó a la encargada Leticia, le puso un madrazo con la pistola en la cholla y se dobló cayendo al suelo doblando las patas. Uno de los empleados la quiso ayudar pero le pusieron un cuchillo en el gañote, se llevaron 16 mil pesos de la nómina, antes de salir les dijeron que se levantaran en 20 minutos, porque si lo hacían antes les daban chicharrón. Llamaron a la policía y cuando llego ya no estaban los ladrones.

DESAPARECEN TRES CHICAS
Desaparecieron tres quinceañeras, Aidé Fernanda, Kenia Estefani y Dania Gómez, son vecinas de Atotonilco de Tula. Las tres tienen 15 años y se desconoce su paradero, en el caso de la primera, la vieron la última vez el pasado martes 22 de este mes, a las 11 de la mañana, cuando salió de su domicilio para irse a la escuela, y ya no supieron más.
De las otras dos Kenia y Dania, que son tía y sobrina, tienen su domicilio en la colonia San Pedro Nopalcalco, se encuentran desaparecidas desde el día 23 del presente.
Nancy Juárez, hermana de una de las mencionadas, dijo que ese día al regresar a su casa descubrió que no estaban y de volada dio la alerta a sus familiares, ella misma dice que sospecha que los que se las llevaron fueron Yoker Uriel, Freddy, y Yosef. Ambos de 18 años de edad, varias veces los vio juntos y las regaño, dándoles consejos que se cuiden que todavía estaban muy chicas para soltar el calzón.