SE VA A MAMAR 32 AÑOS POR MATÓN

Por apuñalar al personal de seguridad del antro llamado “6AM”. A un borracho común y corriente, lo condenó el juez por haberse, echando al plato a un agente de seguridad, a punta de cuchilladas, en el antro ubicado en Construplaza Pachuca (tierra de baches y basura) a principio del mes de julio del año pasado 2016.

Un borracho que chupaba como recién nacido, se sirvió con  la cuchara grande, andaba hasta las chanclas y comenzó de broncudo con los asistentes del antro, como lo amenazaron de que lo iban a sacar, se le botó la canica, no se quería calmar, llegaron dos meseros y uno de seguridad, ya no le dieron chance, le tocaron la retirada y lo echaron a la calle.

Salió con todos los honores, le mentaron la madre y varios se metieron para ayudar a sacarlo, porque les estaba echando a perder su noche, varios estaban muy contentos porque se les habían escapado a sus viejas. Pero no todo quedó ahí.

Fue  a su casa y se llevó  de escolta a su padre, al llegar al antro sin decir agua va, se le aventaron a madrazos al guardia de seguridad que lo echo a la calle, pero no se dejó y se defendió como gato boca arriba.

Para ponerlo quieto, el broncudo sacó un cuchillo y se lo clavó varias veces, hasta que lo mató, ayudado por su papá, todavía al verlo tirado le dijeron “y si quieres más nos avisas”

Pero no contaban los asesinos con que los policías tienen momentos se suerte y apañaron al papá, llevándolo a la Procuraduría General de Justicia a que lo pusieron en la lista para sentenciarlo y  pasará unas largas vacaciones en la penitenciaría.

Lo investigaron de pies a cabeza señalándo que no había duda, que ese era el asesino, una vez terminado el plazo de la investigación lo sentenciaron a 32 años 6 meses de prisión, así como el pago de reparación de daño de la muerte del agente de seguridad, los investigadores ya le andan pisando los talones a su jefe, para echarle el guante y meterlo al bote y su hijo no se sienta solo.

ASALTAN A UNA MUJER

Dos ladrones la seguían a cierta distancia, buscando el momento de quitarle sus pertenencias, a una cuadra del panteón municipal, antes de subir al puente, la atacaron, eran como las ocho y feria de la noche, porque ya estaba oscuro.

La mujer comenzó a gritar, la oyeron los oficiales de una patrulla de la Policía Municipal, que iba pasando,  los asaltantes estaban escondidos, le preguntaron a la mujer que es lo que le quitaron.

Dijo que se celular, monedero, un reloj, un collar de oro, una esclava y el anillo de compromiso que le había dado su chancludo novio.

Uno de los uniformados los vio, estaban escondidos en los locales donde venden flores a un costado del panteón, rápidamente fueron tras ellos, cuando llegaron los querían desarmar, no pudieron y les dieron de madrazos, por si las moscas los esposaron, para que no intentaran golpearlos de nuevo.

Pero los ladrones se les escaparon y corrieron así esposados a todo lo que les daban las patas, brincando por las rejas de baja altura y se metieron al panteón. Andaban corriendo saltando por las tumbas, todos los muertos estaban asustados, porque los vivos los habían despertado.

Los agarraron y los subieron a la patrulla, uno de los que asaltaron a la mujer le dio un empujón a un  policía, lo tumbó de la patrulla y se volvió a brincar, metiéndose al panteón.

El otro también pretendió desmadrar al policía, cayendo de cola parando las patas y escapó con las esposas, pero no de los policías, si no las que les ponen en las muñecas.

Y como era de noche, se perdieron en las tumbas, hasta que lo capturaron.

Los dos asaltantes fueron puestos en resguardo en la barandilla, para que no se volvieran a escapar.

Los uniformados le contaron al juez conciliador, la corretiza que les pusieron a los delincuentes.

Todo sucedió en el Boulevard el Minero, dos ladrones vieron una mujer, que camina sola y la asaltaron.

La víctima gritó a todo pulmón, pero por esos lugares no hay gente, por suerte encontró  una patrulla, de la policía municipal.

Les contó a los policías lo que había pasado y muy chichos, fueron a buscarlos, les dijo la dama que se habían ido rumbo al panteón, uno de ellos vestía pantalón de mezclilla con playera negra, con lo oscuro solo le brillaban los ojos.

Con esos datos los encontraron y los subieron a la camioneta patrulla, pero antes los esposaron, fue cuando armaron sus panchos de querer escapar, a un policía lo tumbóde la patrulla y otro se cayó a una tumba cuando ya estaba a punto de agarrarlo.

Los uniformados pidieron ayuda a su compañeros a tiempo, que los correteaban brincado las tumbas.

Al que agarraron  se lo llevaron y le pusieron un madrazo en la choya, para que se calmaran, el otro andaba a los lejos y se escuchaban las mentadas de madre, que se pararan, o le iban a soltar un tiro.

Poco después llegaron los refuerzos, con palos amansa locos y lámparas, recorrieron todo el panteón hasta que lo agarraron escondido bajo un árbol.

Llegaron con él los gendarmes, se estaba sacando las espinas del nopal, que tenía clavadas en la cola. Ambos asaltantes fueron puestos a disposición del Ministerio Público.

LO AMENAZÓ CON UN PICAHIELO

Un cajero de una tienda Oxxo, sufrió el susto de su vida, se le pararon los pelos y le ganó en los calzones, saltó los ojos y por un pelito se le para la molleja, no pudo gritar, se le trabó la lengua al ver al asaltante dispuesto a dejarlo ensartado como mariposa.

Todo ocurrió en el negocio que se encuentra en la carretera a Ciudad Sahagún, estaba contando el dinero que le había caído porque había muy poca venta, cuando levanto la cara vio a un hombre con el arma picuda, con una mano le movía los dedos, pidiéndole los billetes.

Poco a poco le entregó la cantidad de 700 chuchos, no lesionó a nadie, solo los asustó.

Después se puso como loco, le entró una crisis nerviosa, gritaba que lo habían asaltado.

La policía recibió una mentada, (perdón) una llamada y llegaron echos la mocha a ver que Pez, entrevistaron a Guillermo, el cajero, que paraba la trompa al hablar y les dijo con detalles lo que había pasado.

La policía salió a buscar al delincuente, lo encontraron a unos metros, iba caminando muy contento y cuando quiso pelarse ya estaba rodeado de policías, que se lo llevaron al Mineral de la Reforma donde se quedó con las manos vacías.

ESTABA HACIENDO LA PAPA Y SE QUEMÓ SU CASA

Gabriela dejó el pollo cociéndose mientras salió a comprar otros alimentos, pero como le gusta ser muy platicadora se tardó un buen de tiempo.

Se consumió el agua de la olla exprés, se acumulo el gas de la estufa “y bolas”, explotó y de inmediato salieron las llamas, dejando una pérdida de aproximadamente 20 mil pesos.

Su casa se vio envuelta en humo, con llamaradas buscando la salida y consumiendo todo lo que encontraba en su camino, por fortuna no había nadie en la casa.

Esto fue en la calle Tercera de la Hacienda Xahay, del Fraccionamiento Haciendas de Hidalgo, en Pachuca; la estufa quedó inservible, al igual que el fregadero de los trastes, las ventanas se hicieron más grandes, porque se consumió todo lo de madera, el refrigerador se desarmó.

Según el reporte de la policía Gabriela, de 28 años estaba cocinando el pollo en la olla exprés y salió de rápido a la tienda, buscar otras cosas que le faltaban, como no se iba a tardar dejó la estufa prendida.

Y cuando iba de regreso se escuchó un estallido que hizo temblar a varias casas, y vio que de su casa salía mucho humo, solicitaron de emergencia el apoyo de los cuerpos de rescate, a la calle que les dije.

Los bomberos estaban celebrando su día, le dijeron que se iban a tardar un poco en llegar, dijo una vecina que los hubiera invitado a comer, ya que ellos son traga humo.

Pero dejaron su celebración y llegaron lo más pronto posible, diciéndole que para la otra tuviera más cuidado y no dejar la  lumbre prendida y luego salirse, que de milagro, la explosión no se siguió en otras casas, porque le hubiera salido más caro, dijo la mujer que ya se la chupó la bruja, porque se acabó la estufa, el refrigerador, varias ollas entre ellas la exprés, el fuego se comió a sus pajaritos y ni sabe a donde quedo su perro, una vecina dijo que lo fuera a reclamar a la otra cuadra, porque lo vio salir volando.

TODO LE SALIO DE LA PATADA

Chocó y luego los gendarmes se lo llevaron a las mazmorras, porque andaba manejando bien burro.

Esta es la historia de un borracho que tuvo mala noche, la cubas le salieron muy caras, además tuvo que pagar costosos composturas a su automóvil, luego se lo cargaron los gendarmes con la multa.

Por andar de picos pardos ocasionó una carambola entre tres vehículos, sobre el Boulevard Luis Donaldo Colosio, a la altura de la colonia 11 de julio de Mineral de la Reforma.

Según dijo uno de los testigos, que el sujeto en cuestión manejaba a todo lo que daba su coche, un Pontiac 6000 color rojo, se pasó el alto de un semáforo y se fue a estrellar, con un chevrolet Aveo, color naranja, la mayor parte fue para el primer automóvil que quedó todo desmadrado del frente al chocar con la defensa metálica de la camioneta.

Al darse cuenta de lo que ocasionó Juan Carlos, de 36 años de edad, permaneció en su asiento para evitar que lo descubrieran que andaba tomado, pero inmediatamente Oswaldo de 25 años, descendió de su automóvil Aveo, le fue a reclamar al hombre que se había hecho el dormido, para que dijeran que estaba herido.

Pero al darse cuenta que manejaba ebrio llamó al 911.

Solicitando ayuda de los peritos de tránsito, quienes se lo llevaron a las mazmorras, los choferes de los coches que fueron golpeados se dieron por bien servidos con que se lo hayan llevado al bote, rápidamente ellos firmaron el convenio de los daños de sus automóviles, para que se lo llevaran antes de que pagara la multa y se fuera, así que se llevaron los tres coches al corralón.