Home Un Infierno Bonito UN INFIERNO BONITO

UN INFIERNO BONITO

0

MATO A SU CARNAL POR UNA HERENCIA

Esto que les cuento sucedió en el municipio de Tepeapulco Hidalgo: se echó al plato a su hermano, porque no estaban de acuerdo por una lana que les dejaron Ya se traían y se armo una riña, dicen algunos de los testigos que se encontraron  cara a cara los dos hermanos, se insultaron y se dieron un cerrón a madrazos; uno de ellos sacó una fusca y disparó por tres ocasiones, al ver que paró las patas su contrincante escapó amparado bajo la luz de la luna.

 

        Como esto fue antes de que cantara el gallo, los del pueblo, al escuchar los balazos, despertaron y vieron que estaba un hombre tirado en un charco de sangre. Se corrió la noticia como reguero de pólvora en toda la colonia Miguel Hidalgo, que le habían dado en la madre a un cuate. Poco después llegaron los agentes investigadores de Ciudad Sahagún, que fueron avisados por medio de un telefonazo. Minutos después toda la calle estaba llena de uniformados, rodeada una casa que se encuentra con   el numero 8 en la avenida Miguel Hidalgo casi esquina con José María Liceaga. De un momento a otro llegaron otros uniformados del municipio de Tlanalapa, que también se formaron para no dejar salir a ninguno.

        Hasta uno de los familiares les dijo que ahí no se encontraba nadie, que a su pariente se lo habían llevado en una automóvil particular a la clínica 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Sahagún Hidalgo; los agentes insistieron que les contaran lo que había pasado, uno de ellos les dijo que los dos hermanos discutían por una herencia, uno de ellos no se ponía de acuerdo con  el reparto de bienes, y comenzaron a hacer la mosca chillar, se dijeron hasta el huevo quién lo  puso, y uno de ellos sacó las pistola y lo mató.

        Dijo que le dieron cuatro balazos y con vida se lo llevaron al Seguro, mientras el otro se escapó.

        Los comandantes dieron órdenes a sus pelotones, que  cada quien buscara por su cuenta al asesino que se echó a la olla a Alfonso Carrión Alvarado, de 51 años de edad, que murió al llegar al Seguro Social; algunos de los investigadores llegaron a la vivienda de Candelario Carrión Alvarado, de 56 años de edad, ubicada en el domicilio conocido de la colonia Valle de Guadalupe, donde  se sabía que había huido después de matar a su hermano. Pero se la pelaron porque la casa estaba cerrada, por varios minutos montaron a su caballo (perdón) durante por varios minutos montaron guardia, para evitar que si el asesino estaba adentro no se escapara.

        Rodearon todas las calles de la colonia y ahí permanecieron durante muchos horas, pero al ver que no salía, tumbaron la puerta y no había nadie adentro; buscaron por debajo de las piedras, dieron órdenes que regresara cada chango a su mecate, y que los agentes de la Coordinación de Investigación se iba hacer cargo de buscarlo, porque tienen una serie de pistas, mientras que el Ministerio Público dio el banderazo para que levantara el cadáver y lo mandara con el servicio medico forense para la necropsia de ley.

 

LOS UNIFORMADOS NO LO PUEDEN CREER

Asesinaron a un a joven mujer en la comunidad de San Agustín Zapotlan, de municipio de Zempoala, muy cerca de las minas de arena, lo canijo está que presenta huellas de ahorcamiento. De acuerdo con los primeros reportes de la Procuraduría, se sabe que la mujer tenía aproximadamente 40 años, y hasta ahorita está como desconocida.

        Los agentes de la Coordinación de Investigación están como el Monje Loco: nadie sabe, nadie supo, y así quiere un senador hidalguense que la policía trabaje nadamás ocho horas, ¡que no mame!

Los primeros reportes oficiales que se anotaron en la Carpeta Investigadora, que la mañana del sábado fue encontrada a la orilla de un camino de Terracería, muy cerca de las minas de arena, el cadáver estaba boca arriba. La víctima vestía pantalones de mezclilla y blusa color negro, y usaba unos huaraches.

A ojo de buen cubero, a la víctima la ahorcaron, lo cual se dice que pudo ser un feminicidio y esa bronca la resuelve la Fiscalía de Delitos de Género. Que dicen que ya le andan pisando los talones  a los delincuentes, y que aseguran que de un momento a otro le echarán el guante, porque han dicho que ni un asesinato más en el Estado de Hidalgo, “¿Quién dijo?”.

 

LOS MICROBUSEROS SE AFILAN LAS UÑAS

Los camiones del Servicio Público de cualquier línea ya están listos para pedir un aumento de pasaje, o de lo contrario se unen a la Antorcha Campesina. Comentó uno de los miles pasajeros que tiene la desgracia de viajar en microbuses guajoloteros, que siempre han sido un verdadero desmadre para el usuario.

Por lo general el chofer anda mugroso oliendo a sudor, siempre trae una vieja sentada como chango junto a él, y además un ayudante o cobrador, que se había de lavar el hocico con creolina por las peladeces que dice. Aparte de que el pasaje tiene que soportar la música que a ellos les gusta (cumbias) ponen su estéreo a todo volumen, cuando piden la parada no escuchan y los bajan a donde quieren. Si alguien les hace un reclamo de inmediato paran el camión y lo retan a madrazos, o lo bajan a empujones diciéndoles que hay taxis, que tomen uno.

La culpa la tienen las autoridades del trasporte y los mismos tránsitos, que no les llaman la atención porque cada chofer se pone a mano para “El Chesco”, y si no me lo creen vayan a darse una vuelta a las ocho de la noche en los paraderos donde el policía de tránsito estira la mano y recibe unas monedas.

Otra cosa es la de los patrones, que para que los chóferes no los roben ponen casetas en diferentes puntos para que chequen su vuelta, y los choferes tienen que pagar un peso por cada minuto de retraso; es por eso que a los conductores les vale madre pasarse los altos, y corren como locos haciendo que el pasaje bote como pelota.

Hemos escrito notas de los accidentes que ocasionan pero parecen burros, no hacen nada para remediarlos. La gota que derramó el vaso de todo este desmadre fue que a la señora  Elizabeth Hernández, de 36 años, el irresponsable cafre de nombre que no sabemos porque se fugó, pero es de la ruta Providencia-Centro, todavía no acababa de bajar cuando se arrancó y se la llevó de corbata. Al verla tirada escapó, y también los ciudadanos estamos listos y si aumentan el pasaje en este año o en que entra, los ciudadanos son los que se van a unir al grupo de los antorchistas y lo dicen en serio.

 

SU VIEJA LE PIDE EL DIVORCIO

El comerciante de automóviles usados, de 65 y más, se calentó y recordando sus años mozos se le escapó a su vieja, se fue al corredor de las caricias, se llevó a su chofer Juan, de 38 años de edad, le dijo que se fueran a aventar una canita al aíre, le contestó que donde manda capitán no gobierna marinero. Estaba más puesto que un calcetín, se pusieron hasta la madre de borrachos.

Picados le siguieron la tos al gato y se llevaron a dos viejas que encontraron en un bar.

Las sacaron y se las metieron a un Motel, ubicado en el Boulevard Colosío,  ahí se la pasaron chupando hasta que se quedaron dormidos. Cuando el comerciante despertó como a las cinco y media de la mañana ya las viejas se habían ido,  quiso despertar a su chofer para ir a pasar lista a su casa con su vieja, pero se llevó el susto de su vida porque su chofer estaba agonizando, fue a dar aviso a la administración del motel, ellos llamaron a la policía sin dejarlo salir. El chofer estaba en posición de firmes como si estuviera durmiendo.

De las viejas no se sabe nada, el comerciante no recuerda cómo eran, si estaban buenas o no, porque se cargaba una peda más dura que un teporocho; llegaron los agentes de criminalística que ya tienen callo para estos casos, dijeron que de seguro su patrón, llamado Ramón, fue el  sonsacador del chofer que vivía en el fraccionamiento “La Colonia”, y le quiso dar una congestión alcohólica. No había huellas de violencia ni tampoco les habían robado nada las viejas que se llevaron.

Llamaron a los socorristas y se llevaron al chofer hospital General y lograron salvarle el pellejo; el comerciante dijo al Ministerio Público que se fueron a divertir y  tomaron como cosacos, no recuerda nada, se quedó detenido hasta que su conductor esté bien, porque abre sus ojos y los vuelve a cerrar. Por lo mientras su vieja ya le echó sus cosas a la calle, por cochino marrano.

 

HAY MUCHOS RATONES EN TIZAYUCA

Lo bueno es que agarraron a tres. Dijeron al Ministerio Público que son de Ecatepec, Estado de México, y que de pura onda asaltaron a un minusválido, vaciaron su casa y se llevaron su camioneta y su silla de ruedas.

Las tres ratas de dos patas iban muy tranquilos para la capirucha, cuando vieron por el espejo que los seguía la Policía Municipal, le metieron la pata y corrían a toda velocidad rebasando en la autopista, pero la policía los siguió y no paró hasta donde ellos lo hicieron. Los bajaron de las greñas y los regresaron a Tizayuca, el que escapó era un negro y como estaba muy oscuro lo perdieron.

Cuando ya los tenía tras la rejas se presentó Manuel Zárate, que de por vida está en una silla de ruedas. Dijo que platicaba con su hijo en la calle de Manuel Buendía de la colonia del Carmen. De pronto entraron cuatro mal encarados apuntándoles con una pistola y les dijeron que si hacían un movimiento les daban un tiro en la cabeza.

Echaron en la camioneta dos televisores, una cámara de video, una video casetera y otros artículos, al muchacho lo golpearon y le dieron al señor un aventón, cargaron con su silla y arrancaron en la camioneta. Pero un vecino vigilante los espiaba en la ventana y dio aviso a la Policía Municipal, que formaron un operativo de seguirlos que les dio resultado.

A pesar de que sabían que iban armados, ellos cumplían con su deber y los siguieron hasta su casa, sin saber que se habían metido en la boca del lobo porque pertenecen a la banda 13. Según los investigadores, han matado, violado, robado; al escuchar la  Policía Municipal de Tizayuca, se la persignaron.

 

LA ABUELITA DORMILONA

En la casa de la familia Hernández López de la calle de Juan de Dios Meza,  la mamá, las hijas, se pintaban los ojos; se maquillaban, se peinaban a modo que quedaran chulas, mientras el hijo mayor fue por su novia para que cuando llegara el jefe de la casa Alberto Hernández se fueran Actopan a una pachanga.

La abuelita doña “Cuquita”, una viejita de 80 años y más, estaba mirando la televisión. Le dieron las instrucciones que cuando acabara el programa se fuera  a acostar, que si tocaban no les abriera a ninguno, que no la llevaban porque había mucha gente y a lo mejor la apachurraran, pero para el mes de de agosto, el “Día del abuelo”, la iba a llevar a participar en las carreras. Cuando se fueron cerraron con doble llave, se subieron a su coche y muy contenta la familia se fue a divertir.

Antes de dormirse la viejita llamo al 066 y les dijo que ella estaba sola en la casa que se encuentra en la calle de Abasolo y Juan Meza junto a una gasolinera, que por favor le echaran un ojito a su casa mientras llegaba su familia, porque tiene el sueño muy pesado y cerrando los ojos no los abre hasta el otro día.

Le pidieron su nombre para saber si no los estaba vacilando. Una patrulla,  por primera vez los policías no se durmieron, estuvieron muy pendientes. Cerca de la media noche tres jóvenes trataron de abrir y buscaban la forma de brincarse a la casa, los detuvieron y los llevaron ante el Ministerio Público a quienes dijeron llamarse Mauricio Hernández Hernández, José Juan López Ramírez y José Luís Gutiérrez, que ellos son del barrio del Arbolito,  sabían que la abuelita estaba sola porque Mauricio es compañero de escuela de una de sus nietas y le dijo que se iban a salir toda la familia.

Pensaban no hacerle daño si no nada más robarla. La policía se cansó de tocar la casa y no le abrieron,  esperó a la familia que llegó a media noche, y la abuelita les abrió hasta las diez de la mañana donde fueron a poner su queja en contra de los delincuentes.

 

UNOS BORRACHOS TIRARON POSTES DE LUZ

Dejaron en tinieblas a los vecinos del Boulevard Colosio, les avisaron a los cuicos, los corretearon pero no los alcanzaron. Corrían a toda velocidad gritando “háganse piojos que a´i les va el peine”.

        Juan Rubén Espinosa Badillo y Jorge Edgar Calderón, fueron los que pagaron el pato, los encerraron en las galeras de la Policía Municipal, ellos se defendieron diciéndole al Ministerio Publico que están encerrados injustamente, porque el culpable se llama Fernando, pero no se acuerdan de su apellido; comentaron que iban pasando cuando encontraron al mencionado, quien los invito a chupar con otra bola de amigos, desde temprano se emborracharon y ya picados le siguieron.

Como a las 11 de la noche los invitó a que siguieran empinado el codo, se subieron a un coche modelo 2001, le metió la pata para que sintieran el vértigo de la velocidad  y se fueron con rumbo a la colonia El Chacón, el motor del automóvil  rugía como avión de propulsión a chorro y al llegar al puente, Fernando quiso rebasar a un automóvil, Jetta color oscuro, el chofer no se dejó y echaron unas carreritas, se emparejaron y corrían como pilotos de la fórmula uno.

Llegando a la altura de la Mega Comercial, Fernando perdió el control volcándose, y con la velocidad dio de maromas, chocando con los postes de luz que los tumbó. El coche quedó con las llantas arriba, el primero que salio fue Edgar Calderón, ayudó a su amigo Juan, llegaron los uniformados ellos pensaron que los iban ayudar, pero los esposaron y los trasladaron a la barandilla de la municipal; dijeron el chofer que era Fernando, que se dio a la fuga. Fueron trasladados a la Procuraduría General de Justicia. Con el susto y los madrazos que llevaban se les bajó la peda y los dejaron salir, y al que buscan es al borracho que dejo en la oscuridad a los vecinos, y estuvo a punto de cuasar una tragedia. El automóvil que manejaba el briago es un Beetle, color plata sin placas.

Los Agentes de la Coordinación de Investigación le andan pisando los talones y le van a char el guante para  que pague los postes de Luz, que le van a salir muy caros. Levantaron un acta los de la Comisión Federal de Electricidad,

gatoseco98@yahoo.com.mx