ASALTO A UN MOTEL
Sujetos armados se llevaron la ropa de los clientes, dejándolos en  traje de rana, algunos estaban furiosos porque los interrumpieron en la movida, pero luego salieron, hubo una confusión se equivocaron porque iban a secuestrar a un cuate.

Un Comando armado allanó en la madrugada de ayer, varias habitaciones del mencionado establecimiento, que se encuentra en Atitalaquia.
Donde después de sorprender y someter violentamente a los huéspedes, los asaltantes barrieron con todas sus pertenecías,  incluyendo documentos personales, entre ellos corrió el chisme que se habían llevado a una persona, que a eso iban al motel, pero aprovecharon el viaje.
Poco después llegó la policía investigadora que dijo que solo se trataba de un robo a mano armada, los testigos que sufrieron momentos de terror, dijeron que llegaron armados unos hombres y abrieron las habitaciones a patadas, buscaban a una persona de los estados de Michoacán y Jalisco.
En esa forma fue como revisaron a los huéspedes, que la mayoría eran parejitas, de las que van a ver estrellas, después del asalto y robo, dijeron los perjudicados que encerraron a todos en una habitación encuerados, porque se llevaron sus calzones y zapatos.
Uno de ellos llegó envuelto en una sábana al Ministerio Público, le dijeron que estaba prohibido mencionar lo ocurrido, para no entorpecer las investigaciones, que les iban a prestar un uniforme de policía y a la dama uno de mujer.
Respecto a los narrados acontecimientos, el titular de Comunicación Social, informó a los medios que la procuraduría había anotado en su carpeta todo lo que pasó en el asalto y robo ocurridos en el  Motel Marte.
El comunicado dice que tres personas fueron amagadas, por tres sujetos dos hombres y una mujer, que portaban escopetas como las del conejo Blas, dijeron las víctimas, que los acostaron en el suelo, les taparon la cara con un colchón para evitar que le vieran la cara a los delincuentes, se llevaron su dinero y sus celulares. El Motel está ubicado sobre la carretera Atitalaquia- Apaxco dijeron a los reporteros, que hasta el cierre de la edición no había elementos legales para hablar de secuestro.

POR DESOBEDIENTE SE LA SONARON

Con un ojo de cotorra, rasguñada, y desgreñada, Miriam Santos Chávez fue de rajona al Ministerio Público, pedía que castiguen a María Antonieta Pérez que está más mamada que ella y la madreo.
Todo comenzó después del medio día una compañera de chamba Carmina Gallardo,  haciéndose la payasa fue a atender una mesa que estaba atendiendo Miriam, ellas son meseras del Restaurante de Tuzo plaza.
Miriam le echo de habladas, Carmina le aventó sus cremas, no le hizo caso y siguió trabajando, la encargada del restaurante, se dio cuenta que Miriam, estaba como gallito de pelea, le dijo que dejara las cosas como estaban, que ella fuera a servir otra mesa.
Miriam,  por sus calzones le dijo que no, la encargada Maria Antonieta, le dijo que si no le obedecía le iba a poner una multa de 50 pesos, Miriam le hizo la mano para atrás, la encargada la alcanzó y le dijo que ahora la multa era de 100 pesos, para que se le quitara lo broncuda, no la iba a dejar salir temprano. Miriam le dijo que le valía madre, pero esa mesa no la servía.
La encargada se calentó,  le dijo que ahora la iba a servir a huevo,  la jalo de las greñas y le puso un trompón, que la tiró, Miriam se levantó muy  enojada, comenzó a aventar madrazos a lo loco y ninguno le atinó.
La encargada se confió y Miriam le puso uno en el mero hocico, que la sangró, se jalaron de las greñas, los clientes se levantaron haciéndoles rueda para ver la pelea. En eso entro uno de los dueños, quien las desaparto y a Miriam la puso como pañal de recién nacido, la corrió del trabajo. Miriam, llorando de rabia   sobándose los madrazos fue a poner su queja en contra de Maria Antonieta, que le arrancó un mechón de pelos y le aflojo la muela del juicio.

LO DESVALIJARON

Eleazar Martínez Pérez de 44 años de edad vecino de Zempoala, se subió unos garrafones de agua y muy contento arrancó la camioneta,  prendió su grabadora y le hizo dueto a Vicente Fernández.  
Cuando iba entrar al pueblo de Zapotlán, escucho una voz que lo espanto. “Alto ahí” de rabito de ojo, vio a 3 grandulones con cara de malditos, conocía a dos se llaman Fidel Martínez, el otro Rafael Alemán, al tercero nada más de vista, el le puso la llave China, lo apretaba muy fuerte que lo hizo sacar la lengua.
Mientras los otros le quitaron sus anillos de oro y una cadena, el que lo tenía agarrado del cuello, con la rodilla le dio un golpe en la mera cola, que le dolió hasta el alma, no pudo hablar solo caminaba como pato.
Le quitaron la grabadora y 200 pesos que le sacaron de la bolsa de la camisa, le pegaron con un ladrillo en la cara que le sumió la nariz.
Haciendo un esfuerzo se les escapó, corrió, se brincó una barda, el dueño de la casa lo sacó a palos, como pudo se metió a otra, pero el perro le agarró con el hocico una pata y no lo soltó hasta que llegó el dueño, que pensando que era un ladrón le dio una patada en la cabeza, que lo descalabro.
Eleazar se puso a chillar como niño chiquito, el dueño del perro se compadeció y lo llevó a que pusiera una denuncia y le devolvieran lo que le quitaron, que tiene un valor de 7 mil pesos. El señor le pidió disculpas, le dijo que perdonara a su perro, que por  poco le mocha su pata.

EL BORRACHO

Pancho “El Chaparro” se metió a la cantina “La Estudiantina”  allá encontró a sus amigos, que eran chupadores de corazón; cuando comenzaba a tomar le gustaba echar apuestas por cualquier cosa.
Les dijo a sus cuates: Es a toda madre, estar chupando, con amigos, porque cuando uno llega a su casa parece que entra al infierno. Allá está su vieja. “Yo a la  mía la  traigo cortita”.
Le dijo El Morsa “no presumas de machín, acuérdate que la otra vez, tu vieja te madreo, te mando al hospital, por un pelito te vas con los diablos”,  le contestó El Chaparro “me agarró durmiendo y me dio un martillazo en la choya, cuando desperté estaba en el hospital. No la metieron al bote porque dijo que por lo borracho, que estaba me había caído, pero si quieres te echo una apuesta, a que la madreo”.
El Morsa le dijo ¿como se que la vas a madrear?, Pancho, le contestó “cuando llego borracho, ella se enchila, me mienta la madre, se me pone al brinco, entonces yo le tengo que dar un correctivo y se arma la bronca. Si quieres echar la apuesta la depositamos con el cantinero. Tengo 800 pesos, Tu dices” El Morsa sacó su dinero y se lo dio al cantinero “Van” Siguieron chupando, de la apuesta, no hablaron más.
“Pancho El Chaparro” salió de la cantina hasta la madre, de borracho, para no caer se recargo en la barda y caminaba despacio y  decía: “Ay Diosito, Ay Diosito”, se le acabó la barda y dijo: “Ay mi hocico”, se quedó tirado golpeándose la cara, quedando descalabrado, unos vecinos lo llevaron a su casa.
La señora se enteró de que había echado la apuesta a que la madreaba, al día siguiente llegó El Morsa con el cantinero,  le preguntaron a la señora: ¿Perdone señora, no se encuentra Pancho?
La señora les dijo: Si pero anoche se me puso bravo y le di en la madre. El cantinero le dijo a  La Morsa ganaste ten tu dinero.

UN CALCETÍN

En la calle de Ocampo estaban un par de locos, nadie los podía calmar ya les habían dado en la madre, a varias personas que trataron de hacerlo, a quienes pasaban les mentaban la madre, tenían los ojos de semáforo en alto y no dejaban de madrear a la gente.
Tenían horas de estar de escandalosos y no pasaba ni un policía por el lugar, mejor los tránsitos que están en esas calles se bajaron disimuladamente. Una persona llamó al 066 y llegaron  dos camionetas.  
Como no se querían estar quietos sin que lo sepan los de los Derechos Humanos, les dieron en la madre pegándoles en la cabeza, uno de ellos se echó a correr que ni el polvo le vieron, al otro lo subieron y lo llevaron a la Policía Municipal.
Dijo al Ministerio Público que se llama Carlos “H” y vive en el barrio de “Arbolito” que es integrante  de la banda de los “Calcetines” el que corrió es su carnal.
Al pasarlo a la báscula, le encontraron Hierba Verde (Marihuana) y 2 mil pesos, dijo que esa hierba es para hacer sus cigarros, la mastico y se volvió loco, que varias veces ha caído en la grande, pero le vale madre, porque vuelve a salir, les pidió su lana a los policías, para que no se la fueran a transar y les dijo que es mejor que lo dejen salir, porque su hermano va a regresar con toda la banda  y lo van a sacar a huevo.
La noticia corrió entre los jefes de las policías, que lo iban a liberar del botiquín, dijo El comandante Pistolas, que como aquí no hay Cárceles de Alta Seguridad, iba a poner a varios policías a cuidarlo. Porque esos cuates, son peligrosos, la banda de los calcetines desapareció pero esta es la nueva generación.

CONSIGNAN A LOS QUE SE ROBAN LA GASOLINA

Se van a mamar 8 años de cárcel los ordeñadores que les caigan robándose el hidrocarburo, en los ductos clandestinos, aparte de tendrán que pagar una multa de 63 mil 770 chuchos por cabeza.
De acuerdo con la revisión previa, los policías adscritos a la División Regional de la coordinación estatal de Ixmiquilpan, al llevar a cabo el operativo de vigilancia se percataron que en tramo de Tula- Salamanca, en el ejido del Carmen se encontraba un camión que estaba estacionado.
Al llevar a cabo su revisión, encontraron a 3 personas, dos de ellos estaban agarrando la manguera y la otra la punta desembocaba en un contenedor de mil litros de la toma clandestina.
Al caerles la policía como aboneros en quincena ya no le dio tiempo de esconderse, ni mucho menos correr porque les estaban apuntando con sus carabinas, habían llenado 800 litros de Pemex- Diesel, los sentenciados ya están dentro de la cárcel donde purgarán su condena.
Todo el trabajo de la policía se aplaude, pero ahora les toca a los de las Profeco, que revisen todas las gasolineras del Estado de Hidalgo, porque al despachar no son litros completos, cuando los revisan los miden bien pero con el tiempo vuelven a lo mismo, a esos que no les echen 8 años, que les quiten la concesión.