UN INFIERNO BONITO

SALVAJE MADRIZA LE DIERON

Según dicen las malas lenguas fue su pareja el responsable, lo que debe de hacer la policía es parar esto porque termina con feminicidio, pero como dijo el tapado ni “PP”, porque estamos viviendo en un país lleno de rateros, comenzando con el gobierno, policías no hay, los directores de seguridad solo los vemos en la quincena, ¿Qué podemos hacer?

A una jovencita la dejaron como porrista de los diablos Rojos del Toluca, y se ve que la agredieron con algún objeto punzo cortante. Fue encontrada en medio de un terreno de cultivo en el municipio de Mineral de la Deshonra.

Según comentan los que saben de estos biznes, que fue atacada por su padrote y luego la dejó en el momento que estaba colgando el pico. Un señor que pasaba por el boulevard Las Torres, antes de llegar a la comunidad de Palma Gorda, fue quien descubrió a la mujer, que al verla se espantó y se iba a echar a correr.

Pero luego habló por teléfono al 911, de volada se trasladaron al lugar los paramédicos de Protección Civil, así como los uniformados a ver qué Pez. Los socorristas confirmaron que la mujer se llama Diana Clarisa y se apellida Je Je, (perdón) G.G., de 23 años de edad.

Al tomarle sus signos aún estaba con vida y se la llevaron al Hospital General para su atención, a ver si no le acaban de dar en la torre, porque no hay médicos ni medicamentos. Al revisarla presentaba heridas graves en los brazos, en el cuello y en las costillas, producidas por un cuchillo.

Eran como las 8 de la mañana del viernes cuando Mario G.H., el papá de la mujer, llegó al lugar de los hechos manejando un coche Nissan, color blanco con verde, un taxi con placas 90-85 FUE.

Explicó a los agentes de investigación que su empleado fue quien se la llevó, sostienen una relación amorosa, hasta el momento se desconocen las causas del porqué golpeó a la joven y se la quiso echar al plato. Aunque por la forma en que fue encontrada, hizo suponer a las autoridades que el desgraciado quiso abusar de la muchacha, y como no se dejó la quiso matar para evitar broncas.

El papá les dio santo y seña de su trabajador, que no se acuerda como se llama, pero en su casa tiene apuntado hasta el nombre de su madre. Todo se va arreglar hasta que agarren al culpable y lo lleven ante el Ministerio Público, pero por mientras ya lo andan buscando por sus guaridas, y aseguran los agentes que hoy mismo le echan el guante.

 

SE LA PELARON LOS LADRONES

La policía se empinó a tres y les quitó el valioso botín, eran más de 100 mil chuchos que los ladrones se llevaban. Habían burlado la seguridad de la tienda Coppel, que se encuentra en Villas de Pachuca, la madrugada del jueves.

A tres que iban de pelada se los achicaló la policía municipal, mientras que otros tres se escaparon en un vehículo Jetta, pero con las manos vacías. Los seis se metieron por la puerta trasera de la tienda, llegaron al área de telefonía, donde cargaron con celulares, tabletas  electrónicas, relojes y accesorios para automóviles.

Cuando al velador de la tienda lo despertaron los ruidos, se dio cuenta que estaban robando y sin pensarlo prendió la alarma, que también despertó a los uniformados. Eran cuarto para las 4 de la mañana.

Tres personas estaban adentro caqueandose las cosas y los otros tres los esperaban afuera en dos vehículos, un Volkswagen Jetta, color blanco, y un Chrysler Voyager, color gris.

La gendarmería de la municipal de Pachuca y del municipio de Mineral de la Reforma, y luego llegaron los uniformados estatales, se organizaron para implementar un operativo y darles en la madre a los ratones.

Cuando los cacomixtles se dieron cuenta que había llegado “la Tira” dijeron “Vieja el último”, corrieron como locos metiéndose a los automóviles y le metieron la pata hasta llegar por la colonia Los Tuzos, buscando la forma de salir a la carretera a Ciudad Sahagún.

Cerca del Instituto Tecnológico Latinoamericano (ITLA), los uniformados le dieron alcance al coche Voyager, de la que descendieron sus tripulantes y escaparon a golpe de calcetín, entre los terrenos de la zona.

Les gritaron los uniformados que se pararan o les tiraban de plomazos, los tres ladrones se rindieron y les dijeron a los uniformados que se llaman Benjamín, de 29 años, Jesús de 26 y Alfonso, de 45 años. Fueron arrestados por la policía municipal de Pachuca, les metieron las manos por todos lados para ver si llevaban pistola.

Al revisar la camioneta, en la parte trasera estaba un costal, lo abrieron y ahí llevaban lo que se habían conejeado. Los llevaron a las mazmorras de la barandilla y los pusieron ante el ministerio público.

Los uniformados de Mineral de la Deshonra pusieron un operativo “Cero” y salieron como alma que lleva el diablo a buscar a los otros tres que se habían pelado de casquete, buscándolos hasta debajo de las piedras, pero regresaron ya por la mañana, con cero detenidos.

Las autoridades dieron aviso al gerente de la tienda Coppel, quienes iniciaron ante el Agente Social una demanda, sacó su carpeta investigadora por el delito de robo a la tienda; no se cuantificó el costo de lo robado, solo hicieron un cálculo de 100 mil Chuchos.

 

LE CAYERON EN LA MOVIDA A UN HUACHICOLERO

Estaba muy apurado ordeñando, cuando le cayó el chahuistle, pero vamos a ver qué es lo que pasó, para que no le digan ni le cuenten, porque a los mejor le mienten.

Los elementos de la gendarmería municipal de Tula de Allende, Hidalgo, recibieron una mentada, (perdón) una llamada que se estaban robando la gasolina, la madrugada del jueves, en el Llano de la primera sección.

Salieron como tapón de sidra, que por un pelito se caían los uniformados que van atrás de la patrulla; en menos que canta un gallo aseguraron a un mono y una camioneta Chevrolet, tipo Van, modelo 92, que tenía en la caja dos contenedores con capacidad de mil litros cada uno.

Al ver que llegaba la patrulla con las torretas encendidas y haciendo un ruido de todos los diablos, el chofer de la camioneta se subió y dio un arrancón, le metió toda la pata, el motor sonaba como avión de propulsión a chorro. Corría a todo lo que daba la máquina, los uniformados hacían los mismo y cuando estaban a punto de rebazarlo, a la patrulla se le atravesó una camioneta y un motociclista, con el fin de hacerles mosca mientras escapaba el chupa-gasolinas sin ninguna bronca. A los ladrones de gasolina no les dio resultado, pues la camioneta chocó con la patrulla y se descontroló hasta detenerse en la calle Calzada Nacional, El Llano Primera Sección, y luego los que se atravesaron, se retiraron para no interferir.

El conductor de la camioneta que llevaba la gasolina, dijo llamarse M.E.P.P., de 27 años de edad, vecino de la colonia Centro, de Tula.

Para no hacérselas cansada, revisaron la camioneta, llevaba dos contenedores de mil litros cada uno y antes de que le dieran en la madre dijo que él se dedicaba a robar los hidrocarburos. El hombre y la camioneta fueron puestos a disposición del ministerio público, le preguntaron que qué tenían que ver la camioneta y el motociclista con él, dijo que nada, pero al estar como cuchillito de palo declaró que son contratados con el fin de detener a la policía en el momento en que los corretean, solo pasan a velocidad para que les dejen el paso libre.

Pero esta vez valieron madre, porque la camioneta de policía se puso enfrente para que frenara y poderlo detener.

 

LOS COCHES SE VAN AL CORRALÓN

Es que muchos de los choferes no se ponen de acuerdo y luego se dan en la madre, pero tienen razón porque los del seguro hacen su ronchita cobrando lo doble del golpe, por eso piden que se los lleven al corralón, porque con el seguro sale más caro el caldo que las albóndigas.

Hubo dos accidentes de tránsito en diferentes puntos de Pachuca. Los involucrados tuvieron que pagar una fuerte cantidad de dinero para sacar sus automóviles del corralón, porque los de tránsito ya le subieron la multa al doble, y luego se roban las cosas que los autos detenidos llevan adentro.

Dice el departamento de tránsito que son muchas horas y trámites perdidos, se pudieron evitar al llegar a un arreglo.

En las últimas horas los agentes de tránsito fueron despertados por el radio, informándoles que hubo un accidente en el boulevard Felipe Ángeles a la altura de Bancomer, un Nissan Tiida, color blanco, y un Chevrolet tornado, color rojo, estaban obstruyendo el paso a los vehículos debido a que chocaron por los semáforos.

Dentro de los coches permanecían María Lizbeth “E”, se los voy a repetir, María Lizbeth, de 34 años de edad, y Roberto “M”, de 62, conductores del Tiida y el Tornado, respectivamente, y ninguno se quería bajar hasta que llegara la Autoridad.

Los patrulleros les dijeron que les daban una hora para que dialogaran cómo se iban a arreglar y llegar a un convenio. Uno de los tránsitos tomó el tiempo, pero a los 5 minutos se bajaron y les dijeron que  nadie pagaría los daños, que le hicieran como quisieran.

Se informó que no hubo personas lesionadas y los daños materiales eran mínimos, llegó una grúa que llamaron los uniformados para que los llevara al corralón. Los dueños se fueron cada quien por su lado y dejaron hablando a los agentes de tránsito como locos.

Poco después hubo otro madrazo en el boulevard Luis Donaldo Colosio, a la altura de la calle de Ferrocarril Central, dos coches provocaron un choque por alcance y como iban los dos a la media calle, los demás que iban atrás tocaron su claxon haciendo un ruido de todos los diablos y mentandoles la madre.

Un Chevrolet  Astra, color vino, del golpe fue proyectado por una camioneta Renault Stepway. Pero los que estaban molestos eran los conductores que intentaban brincar el incidente para llegar a sus destino. Se presentaron los elementos de tránsito de la municipal, quienes solicitaron a Abraham y Víctor mover sus unidades, para que pasaran los demás.

Como lo marca el reglamento de tránsito, los conductores tuvieron una hora para arreglarse y ponerse de acuerdo de quién pagaría los daños, pero se repitió la misma historia del primer caso “yo no pago nada”, lo mismo decía el otro, culpándose mutuamente, se llevaron los coches al corralón y luego ellos buscaron la forma de ir a sacarlos pagando la multa, que son muy caras, pero dicen que es preferible, y así debe de ser porque hay algunos que les dejan su licencia o algún documento y no les pagan, por eso mejor que la policía intervenga; si sale caro es porque los que ponen las multas se las dejan ir, cobrándoles a su manera, por eso algunos les dejan sus carcachas y les dicen ahí que se queden con ellas.

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