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UN INFIERNO BONITO

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EL VIOLADOR ANÓNIMO

Se corría la noticia de boca en boca, entre todos los vecinos, que en una comunidad del municipio de Zapotlán, había un enmascarado que al anochecer salía entre los arbustos o matorrales, en lugares despoblados y violaba a señoras y jovencitas que pasaban por el lugar.

Eso puso en alerta a todos los vecinos que pidieron a las autoridades cargar sus escopetas y formar un grupo de autodefensa, y no respondían si veían al enmascarado, le daban un balazo a media madre.

Llegaban al Ministerio Público muchas denuncias y lo amenazaron que si no ponía fin a este problema iban hacer una marcha ante el Procurador, pidiendo su destitución. El Agente Social, muy preocupado por más que le hacían la lucha sus agentes, no podía encontrar al famoso enmascarado, que se cubría la jeta con una máscara de monstruo.

Había hecho un plan de mandar algunos Agentes Investigadores que pasaran por el lugar vestidos de mujeres, con el fin de agarrar al enmascarado pero los agentes le sacaban a enfrentarse con el enmascarado, porque tenían miedo que los fuera a violar. Haciendo sus investigaciones, no tenían idea quien era ese violador, sin máscara se confundía con los vecinos y nadie sospechaba quien era.

Todo el pueblo vivía en desconfianza, las mujeres caminaban con una mano atrás y otra adelante, y cuando alguien se les acercaba se echaban a correr. El grupo de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública pidió al director que mandara a policías uniformados, que sus chalecos antibalas se los pusieran como pañal para que estuvieran protegidos.

Pero en una ocasión la señora Petra María, de 28 años de edad, hizo enojar a su viejo borracho, de nombre Felipe Hernández, era un hombre de pocas pulgas y le puso una madriza de perro bailarín, que la dejó toda desmadrada, le fracturó la cadera, que la pobre caminaba como cangrejo.

La señora llorando a moco tendido le mentó la madre y decidió irse a vivir la casa de su jefa, a la salida del pueblo, y olvidarse del golpeador de viejas indefensas, se encerró en su cuarto y cuando se salió Felipe, la señora comenzó a juntar sus pertenecías echándolas en un costal, sus calzoncitos, sus vestidos, blusas, suéteres, rebozos, algunas cositas, y sus huaraches, pero cuando levantó el colchón se llevó el susto de su vida. En una chamarra de su viejo estaba envuelta la máscara del violador.

Fue a rajar leña con la Policía Municipal de Zapotlán, los llevó a su casa para que vieran la máscara, llamó a los Agentes de la Coordinación de Investigación de Pachuca, ya sin riesgo a que los violaran. Lo esperaron que llegara de donde andaba y cuando se le concedió volver, le echaron el guante trayéndolo a los separos, donde le sacaron la sopa, dijo que se había echado a varias señoras y otras que no se dejaron, pero fueron varias.

Su vieja le echó lumbre al diablo, declaró que cuando comenzaba a oscurecer salía muy sospechoso y llegaba a la media noche misterioso y contento, pero cuando no le caía nada, ella era la que pagaba el pato, porque la violaba varias veces.                                     

Lo bueno es que ya está bajo custodia. Se oyó un comentario entre las mujeres, que ellas pasaban por el lugar porque pensaban que era un enmascarado como “El Místico”, y no, era máscara de monstruo.

 

LOS ASALTARON DENTRO DE SU CASA

Una horrible pesadilla vivió una mujer joven en el fondo del infierno, que le vio la cola al diablo. Comentó que estaba con sus hijos menores y fueron asaltados por tres ladrones, que llevaban la pistola en las manos.

Esto sucedió en la colonia Linda Vista, la mujer de 31 años, del susto se le trababa la lengua, dijo al Ministerio Público que como a las 6 de la tarde tocaron la puerta varias veces, al momento que abrió la aventaron, cayó al suelo levantando las patas, entraron tres bandidos, uno con pasamontaña, uno con cubreboca (para protegerse de la influenza), el otro no llevaba nada, está trompudo, y con palabras gruesas le dijeron: “Esto es un asalto, manos arriba, patas a la barriga”. A la señora se le puso la carne de gallina, quiso correr a la recamara donde estaban sus hijos para protegerlos, la detuvieron agarrándola de las greñas y le preguntaron dónde estaba el oro. Ella les contestó que nadie supo, por eso le quemaron los pies a Cuauhtémoc, le dieron un coco con su pistola por mamona.

A los maleantes les habían comentado que la mujer, en su casa tenía mucho oro en joyas, cadenas, medallas, brazaletes y anillos, los ladrones revisaron la casa y se dieron cuenta que ahí no había cosas de valor, le dijeron que les diera todo el dinero que tenía, la señora de la bolsa sacó 500 pesos de su gasto y se los entregó.

Los bandidos encerraron a la mujer y a sus hijos en el baño mientras que ellos comenzaron a buscar el metal precioso, levantaron parte del piso, rompieron una de las paredes, la sacaron del baño y le preguntaron que quién era la que vivía en la parte de arriba, les contestó que su suegra, pero no estaba, había salido a ver a su abuelita y regresaba muy noche; la mujer les había mentido porque la viejita está muy enferma, la están dializando y con un susto podía pelarse de casquete.

La señora dijo que los ladrones se llevaron el dinero que les dio y tres celulares, el suyo y dos de juguete de sus hijos, pidió a las autoridades que investiguen y agarren a los ladrones, solo conoció al que estaba trompudo y sabe que no es de la colonia; si los agarran que manden a un albañil porque agujerearon toda su casa.

 

ATRAPAN A UN VENDEDOR DE COCA

Víctor Hugo Aguilar, de 24 años de edad, con navaja en mano se les puso al brinco a  los  popochas que le cayeron en la maroma cuando buscaba clientes que le compraran grapas de cocaína.

Dos policías municipales lo agarraron, él les ofreció 900 pesos para que lo soltaran, pero se les hizo muy poco y a macanazos lo subieron a la camioneta patrulla, se lo llevaron a la comisaría, aunque no fue tan fácil porque les aventó de navajazos, los hizo brincar como chapulín, lo subieron de las greñas y le zumbaron unos cuantos madrazos para que se educara y respetara a la policía.

Lo presentaron ante el Ministerio Público Federal y les dijeron a los superiores que el delincuente de seguro tiene relación o pertenecía a una banda de narcomenudeo. Dijeron que hacían su rondín por el barrio de La Surtidora y un ciudadano les dio un Tip, que andaba un mono cilindrero fumando marihuana en plena calle, que era un chaparro que vestía una camiseta y tenía la cara de una greñuda grabada en el brazo.

A unos cuantos metros lo agarraron y al revisarlo le encontraron una bolsa de polvo blanco, él les dijo que era harina para hacer engrudo, le había prometido a su sobrino hacerle un papelote. Pero después de tanto preguntarle les dijo que era cocaína, que la venta estaba muy baja, que nadie tenía para pagar y que mejor él la consumía, sólo había vendido 900 pesos, que se los daba para que lo dejaran ir, como no quisieron, sacó un cuchillo que tenía escondido y que si no brincan a tiempo les saca las tripas. Lo encerraron y pidió que le devolvieran los 900 pesos que le decomisaron, porque si no se la hacen de cuento al salir.

 

LE DIERON DE BALAZOS A UN LADRÓN

El velador sacó la pistola y le apuntó en las nalgas, pero le pegó en las piernas. Un conocido ladrón que los policías andaban tras sus huesos, el velador, que siempre anda a la vivas, le disparó dos veces pegándole un balazo en las piernas, eso fue en el rancho El Epazote, localizado en Tizayuca, se metió a la propiedad a robar.

El lesionado, Salvador Palomino, de 25 años de edad, con domicilio en Privada Madero 172, del Rancho San Antonio, quedó hincado como pidiendo perdón y lloró al ver que se le salía la sangre, pidieron una ambulancia y se lo llevaron al Hospital General de Pachuca, y para que que se le quitara lo ladrón le dijeron que le iban a mochar las patas, y chilló más fuerte.

El velador dijo que a la medianoche andaba dando su recorrido de vigilancia cuando descubrió una sombra que llevaba un costal cargando en el hombro, sacó su pistola 38 especial, el ladrón también sacó la suya y se enfrentaron apuntándose al mismo tiempo, el velador, de nombre Efrén González, le dijo que bajara el arma o lo desmadraba de un plomazo, el ladrón le dijo que si era muy macho que disparara, y lo hizo.

Le dio dos balazos, uno en cada pierna y por hablador le iba a dar otro en la cholla, pero luego la policía se la podía hacer de Pez y meterlo al bote, mejor le quitó la fusca al bandido y llamó por teléfono a la policía municipal, que llegaron y se lo llevaron en una ambulancia, antes de que se le saliera toda la sangre.

Debido a la lesión con arma de fuego, el velador fue trasladado a la barandilla, donde seguro a pesar de que fue en defensa propia, le van a sacar una multa.

 

LE ROBARON 180 MIL BOLAS

Se llevó una tremenda sorpresa, que por un pelito se le para la molleja al operador de un autobús, cuando su hija le dio la noticia que los ladrones le robaron el dinero que guardaba para comprar un camión.

A Lucas Sandoval al recibir la noticia se le doblaron las patas, se puso como pambazo y dio el mulazo, esto sucedió en el domicilio que se encuentra en la comunidad de Guadalupe Victoria, en el municipio de Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo.

Como no sabían cómo volverlo en sí, le echaron una cubeta de agua que se paró echo la mocha y se sacudía como perro mojado. Tronándose los dedos, muy preocupado y echándoles mentadas a los ladrones, se presentó ante el agente del Ministerio Publico y le contó con todo detalle que él vive con su ex mujer y sus cuatro hijas, hace como dos meses le dio a guardar a una de ellas, de nombre Valeria Sandoval, 200 mil chuchos, que fue la venta de un camión.

Explicó que a su casa va cada mes y no quiso guardar el dinero en el banco, porque esperaba en cualquier momento la llamada de su sobrino que está en los Estados Unidos, para que le comprara otro camión, su hija le dijo que como era mucho dinero, a sus hermanas o a su jefa las podía tentar el diablo y lo escondió en la cajuela de un Volkswagen, debajo de la rueda de refacción, que tiene en la cochera.

Dijo Lucas que el 20 de enero le pidió a su hija que le diera 20 mil pesos para comprar una máquina de coser, Valeria le sugirió que lo iba a sacar de ese lugar y lo iba a meter en el cajón de la base de su cama. Lucas le dijo al señor autoridad que se le hace muy extraño que no forzaron la chapa del cuarto de su hija y que solo se llevaron el dinero.

Pide que se haga una investigación por el robo de los 180 mil pesos, y que caiga quien caiga, sea quien sea el ladrón o la ladrona, se le aplique la ley conforme a derecho; qué casualidad que no revolvieron nada, él sospecha de su ex mujer porque él vive con otra vieja en otra casa.