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UN INFIERNO BONITO

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EL DIABLO ESTUVO EN XOCHIHUACAN.
Los vecinos del poblado, se quejaban entre ellos, y con la policía, de que ya no aguantaban a los ladrones, en una de tantas, al ver que los gendarmes, no hacían caso, decidieron  hacer guardias, se junto un grupo llamado Vecinos Vigilantes, y se turnaban para vigilar a su pueblo.

Como armas llevaban unos garrotes, y tenían un arsenal de piedras, hacían su recorrido desde que oscurecía hasta que amanecía. Pero el sábado pasado, se les metió el diablo a los pobladores, que hicieron un verdadero desmadre. Comentaron que lo que pasara era como consecuencia, por  la ola de delincuentes, que ya los tiene hasta la madre, desde hace varios
meses, y todas las autoridades se hacen como el tío Lolo.
El domingo. Hubo mucha violencia, en el pueblo, comenzó en la madrugada y termino al medio día, habían agarrado a dos tipos de cuidado, los madrearon, porque los acusan que son miembros de una banda de ladrones,  la cosa. se puso dura, y los habitantes entraron con todo.
Los Vecinos Vigilantes, del pueblo, quemaron un vehículo, y bloquearon la carretera federal, Pachuca- Ciudad Sahagún. Dijo uno de ellos, que parecía ser la cabeza de la sedición y ruido popular, que ya estaban cansados de soportar a los ladrones y tenían que poner un hasta aquí, para que los amigos de lo ajeno se formaran por la derecha o los linchaban.
Dijo una de las personas, a los reporteros de del diario Plaza Juárez, que andaban entre las bolas, de los escandalosos, que se han soltado, robos de casa habitación, de ganado, y parece que no hay policías por eso han tomado la justicia con su propia mano.
Lo que más les duele, es que han robado dos iglesias, desde hace unas semanas, y se han dado cuenta, que a los gendarmes no les interesa, porque son brinca para atrás, pero a ellos si porque son católicos de corazón. Por eso han formado un grupo de vigilantes, que ellos no se duermen, como los uniformados, y como lo supieron los manos larga, Parece que ya se habían calmado.
La gota que derramo el vaso, sucedió el sábado por la noche, cuando los dos ladrones, que agarraron habían hecho de las suyas, y se despacharon con la cuchara grande, como saben que los uniformados y sus jefes, son unos burros, han encontrado su minita de oro, pero esta vez se la pelaron.
En un descuido de los vecinos vigilantes, llego una señora llorando, y dijo que la habían asaltado dentro de su casa, uno de ellos es un greñudo, y el otro un ñango un chamaco como de 15 años de edad, y después de robarla tenían ganas de violarla, porque ya le habían quitado la bata, y los calzones y tenían el arma de fuera, pero la salvo la campana cuando ladro el perro.
Los vecinos, que la escucharon,  corrieron a su auxilio, porque parecía que estaba pariendo chayotes.
Formaron un operativo, y entraron a su casa encontrando a la mujer, encuerada, y les dijo que por un pelito se la empinan, enojados, dijeron que esta vez, si se habían pasado de listos, y no quitaban el dedo del renglón, de que a los cacomiztles, los iban a buscar hasta debajo de las piedras, y se organizaron en cerrar las entradas y salidas del pueblo, los iban a desmadrar, y si se metía la policía iguanas ranas. Porque ya no se conformaban con robar, si no violar a sus victimas.
Todo lo que les cuento, sucedió el sábado, en la madrugada del domingo, los integrantes de un grupo llamado Vecinos Vigilantes mediante sus rondines, recorrieron el poblado, de cabo a rabo. Unos de ellos, dieron la voz de alarma, gritando como loco, porque habían encontrado a un sospechoso, que al verlos se hizo el borrachito, y caminaba recargado en la pared, hablando solo, mentándole la madre a todo mundo.
Pero no le resulto el engaño, era un muchacho menor de edad, a quien le cayeron encima, dijo que se llama Juan  Diego, y tiene 17 años de edad. Que quiso probarlos a ver si andaban al tiro. Pero le dieron hasta debajo de la lengua, por mamón, todos lo golpearon, le hicieron manita de puerco, lo  tumbaron y no lo dejaron parar, hasta que canto la verdad.
Les dijo que era miembro de la banda, y lo tenían a prueba para darlo de alta, soltó la sopa donde vivía el jefe, que se llamaba Juan, de 20 años, de edad, y les señalo su guarida y su domicilio, comento que en el pueblo solo son dos, y los demás viven en diferentes municipios, que en total son 40 como los de Alibaba.
Se corrió la voz como reguero de pólvora, y antes de que cantara el gallo, ya estaban firmes unos 60 vecinos, que iban con todo porque ya los tenían hasta el copete, pensaban de una vez terminar, con los ladrones, y fueron por ellos, porque de esta no se les iban a escapar.
Uno de los cabecillas, vigilantes autorizo la entrada y sacarlos de su cueva, que serbia de refugio, dicen que hay estaba Alibaba y sus 40 ladrones. Tocaron un silbato, como los que usan los árbitros, de futbol, y sonaba como carro de camote, se iban juntando poco a poco, hasta que aumento el numero de de vecinos vigilantes, que llegaron al domicilio, pero por la ventana, Juan, y sabían que es uno de los principales, originario de la colonia La Loma,
Al verlos  se salió como alma que lleva el diablo, se subió en una camioneta y al verse perdido, se la echo encima, que todos brincaron como rana, pero se llevo a varios de corbata.
Los vecinos,  corrieron tras el, los que tenían vehículos, coches y camionetas, caballos, los persiguieron a toda velocidad, y obligaron a que le agarra la mano el chango, chocando con un con un trasformador de anergia eléctrica, que dejo a oscuras al pueblo, pero como el chofer, iba borracho, al bajar de su camioneta se cayo y se le echaron encima, recibiendo una gran cantidad de madrazos.
Estaban los vecinos a lo que hiciera la mano, uno de ellos le pego y los demás se siguieron. Parase que les deban cuerda, y se escuchaban las mentadas de madre, en todo el pueblo. Se lo
Llevaron a su domicilio, pero antes le habían advertido que solo iban a echar un ojo, pero si el era el, el ladrón, lo iban a linchar, sin darle chance de que se despiediera de su familia.
Uno de ellos, se metió, y salió a darles la noticia que tenia muchas cosas robadas, de las que se habían perdido en el pueblo, los calzones de la señora, así como boletas de empeño, es decir, que de las cosas que se carranceaban las iba a empeñar, en diferentes partes. Era una prueba, y dijeron en coro, que no se iba a salvar de la muerte.
El escándalo, los ladridos de los perros, que era muchos, despertó al director de seguridad publica, del pueblo, que fue avisarles a los uniformados, que se armaran hasta los dientes, y lo siguieran en camionetas, porque el pueblo se había rebelado. Pero era demasiado tarde, cuando llego la gendarmería de Pachuca, los vecinos, se iban hacer cargo del asunto, el que iba a al frente, era el comandante “Pistolas”
Lo primero que hizo, ordeno, es que les quitaran a los hombres, que, llevaba la gente del pueblo. Que cortaran cartucho y que llamaran a los soldados, de la Marina. Eso les cayó como mentada de madre, a los vecinos y ahora el pleito, no era con los ladrones, sino con los uniformados, aunque dijeron que era igual. Se aventaron los pobladores, una pelea con los policías, pero los macanazos, estuvieron duro y al ver que ya habían cortado cartucho, para darles una rociada de plomo, se calmaron y comenzaron a pedir una mesa de dialogo.
Estaba todo el batallón, porque se habían llevado a los uniformados, agentes investigadores, al que hace la limpieza y al bolero, aun  así estaban, entre estira y afloja, unos jalaban a los ladrones y otros se los quitaban, sabían que de un momento a otro se iba armar la grande.
Como los policías, de Pachuca, son diplomados, algunos titulados tienen preparatoria, y saben hablar varios idiomas, uno de ellos les dijo “No existe ningún delito, por lo que sabemos, y nos han dicho, que ustedes, están incurriendo en ello, porque pueden ser acusados de secuestradores, por privar de su libertad a estos  ciudadanos nadie es culpable hasta que no se demuestre lo contrario” le echaron una trompetilla, la gente se avento como el gorras, y les quito a los policías, a los probables delincuentes, les dijeron, que a ellos que les importaba que si querían los golpean frente a ellos, el jefe de los vecinos,  dio orden de que les dieran pamba loca.
Los detenidos ya no sentían lo duro si no lo tupido. Los acusaban de ser los ladrones del pueblo, que parecían hormiguitas, porque todo lo que encontraban se los llevaban a su domicilio, y los iban a matar por ser autores de diferentes robos, que tiene las pruebas suficientes, y los golpeaban delante de los gendarmes, que estaban listos para que les dieran la orden de disparar.
Comenzaron a llegar más y más gente, y se unieron al grupo de Vecinos Vigilantes,  de pronto los policías y vecinos corrieron cuando alguno de ellos, prendió una camioneta, las llamas alcanzaron más de tres metros, que les quemaron las nalgas.
Ya eran las 7 de la mañana, y estaban los dos bandos, los buenos y lo policías, hablando como merolicos, unos que se los iban a llevar a Pachuca a la cárcel, y otros que no que los iban a echar a la hoguera.
A las 10 de la mañana, los vecinos comenzaron a bloquear los dos carriles de la carretera Pachuca. Ciudad Sahagún, ante la presencia de las policías, municipales estatales y federales. Jalaron la camioneta, que ya había terminado de quemarse y la pusieron en medio de la carretera, sin que en ningún momento llegara la presidenta municipal.
Poco después, del medio día, la vía de circulación fue liberada, mediante la intervención de la Secretaria de Gobierno, por intrusiones de secretario de gobernación.  Hablo el comandante con el jefe de los Vecinos Vigilantes, y entre los cabecillas y lo uniformados, se elaboro una minuta, de compromisos mutuos Gobierno y Pobladores, además quedaron en que se iban a instalar mesas de trabajo, para atender el problema de la seguridad, de los pobladores no solo en Xochihuacán también en los  fraccionamientos colindantes en la jurisdicción de Zempoala. Mientras los que estaban al frente haciendo arreglos con los uniformados, la policía Estatal, se llevo a los detenidos, a Pachuca, lejos del lugar del conflicto, con la finalidad de que no terminaran de darles en la madre, y resguardar su integridad física y evitar que los enardecidos, vecinos vigilantes les dieran de palos, y colorín colorado esta bronca se ha terminado, no se supo, si los tienen encerrados o los dejaron ir, porque estaban muertos de miedo, más cuando les dijeron que los iban a quemar.
Se sabe que los vecinos fueron a despertar a la alcaldesa, que salió bostezando y les dijo “Caray no me dejaron dormir, que no pueden hacer las cosas en silencio” Los vecinos del pueblo se regresaron a sus hogares, y se escuchaba rumores, voces que no se entendían, pero nosotros sabemos, que le estaban mentado la  a la presidenta municipal.