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UN INFIERNO BONITO

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UNA NOCHE QUE DIO MIEDO

A una mujer que le ponía duro y tal parece que a su novio de ocasión se los echaron al plato en un hotel de paso. Los ahorcaron con sus calzones, pero antes de que murieran les dieron de piquetes en la garganta con un cuello de botella roto, para que se les saliera la sangre. Pero eso no es todo lo que les voy a contar, sino que también le torcieron el pescuezo a otra mujer de la vida galante que los acompañaba, de pilón por un pelito se lleva la calaca al encargado del hotel, que se llama “Cesar Palace”, se encuentra en la avenida Juárez norte, en el barrio del Pedregal en el municipio de Tizayuca.

Todo sucedió en la madrugada del miércoles luego de que se aventaron una parranda larga por los giros negros de Tizayuca. Se salvó de chiripada la acompañante de la mujer que también le dieran en la madre. La Procuraduría General de Justicia de esta entidad dio inicio a la carpeta número único del caso. Según dijeron los testigos que un par de desgraciados y dos alquiladoras de sexo, salieron del antro del que les dije con un  hombre y se fueron a meter a un hotel de paso.

Solicitaron una habitación, donde le iban a poner Jorge al niño, haciendo un trío. En seguida de que entraron, pidieron que les llevaran unas chelas, poco después llegó otro automóvil que parecía que los iba siguiendo, en el que viajaban dos hombres, quienes entraron al hotel y solicitaron un cuarto. La policía supone que eran vicarios, (perdón) sicarios. De acuerdo con lo que dijo en su declaración la mujer sobreviviente, tocaron en su habitación para llevarles las chelas.

Abrieron la puerta pensando que era el encargado que se las llevaba, y confiadamente abrieron. Pero los dos desconocidos se les aventaron sin darles tiempo de montar en su caballo, una mujer quedó herida con la cola para arriba tendida cerca de la cama con varias heridas en el tórax y cuello, las cuales provocaron que se le saliera la sangre. Sin darle tiempo a que dijera una palabra, al hombre que acompañaba a las mujeres lo mataron a puros piquetes, quebraron las botellas y con el filo se las enterraban; aventaron su cuerpo encima de la que ya se la había llevado la calaca.

Jugándose el todo por el todo, una de las mujeres que estaba herida se salió como pudo dando pasos largos agarrada de la pared y fue a pedir auxilio al encargado del hotel, dejó un rastro de sangre todo el camino. Refiere el parte de la policía que el encargado del hotel al acercarse al cuarto a ver qué Pez, lo jalaron hacia adentro y con una prenda intima de mujer, que le pusieron en el cuello, lo apretaron hasta desmayarlo y después también le dieron la misma dosis para matarlo, pero les falló porque no lo consiguieron sólo había sacado la lengua.

Por el escándalo llamaron a la policía, quien llegó con la Cruz Roja, quienes brindaron atención a los heridos y llamaron a todo un batallón de la gendarmería, los agentes de investigación, los peritos de criminalística de campo, así como al agente del ministerio público, al entrar encontraron un verdadero desmadre, bañados en sangre los cadáveres. Hasta el momento todavía no se terminan las diligencias de rigor, porque les están haciendo la necropsia de ley a los que mataron, mientras que esperan a los que quedaron vivitos y coleando, para que den su declaración. En esta nota, en las primeras investigaciones, en ella hay suposiciones, pero no tarda en que sepan todo lo que pasó.

 

DESAPARECIÓ UN JOVEN COMERCIANTE

Sus familiares tienen miedo de que se lo echen al plato. Desapareció el jueves 11 del presente mes, se llama Juan, de 23 años de edad, atendía un puesto de tortas en Popotla del Estado de México, pero es vecino de Tezontepec de Aldama. Los familiares piden apoyo a las autoridades.

Desde el pasado 11 de abril, el muchacho de 23 años de edad, se encuentra desaparecido, sus familiares andan como el Monje Loco, nadie sabe nadie supo. Su madre se truena los dedos y camina como leona enjaulada con el Jesús en la boca, pidiéndole que lo cuide y lo proteja, llora mucho como la Zarzamora, tiene miedo de que le hayan dado un levantón y lo tengas secuestrado.

Les sorprende un mensaje que les dejó en su celular: “Son mis más grandes tesoros y no dejaré que me los roben. Los amo”. Por más que su madre lee una y otra vez el mensaje, no logra descifrarlo, no sabe qué es lo que quiso decir con esto. Ya ha buscado historiadores, poetas, compositores, cronistas de la ciudad, para que la ayuden a descifrar estas palabras “Son mis más grandes tesoros y no dejaré que me los roben. Los amo”.

Puede que hable de las tortas, pero no está segura si de las que vende o la de las chamacas. La señora Isaura, que es su madre, (pero no de ustedes, si no del desaparecido) anda triste, cansada y sin ilusiones, buscando, pidiendo la colaboración de la población. Comentó que son jarochos de corazón, pero viven desde hace mucho tiempo en Villa de Tezontepec, su hijo estaba trabajando en Polotitlán del Estado de México, atendía un local donde hacía unas tortugas que estaban muy sabrosas, los clientes se chupaban los dedos. Comentó que tenía apenas un mes de que su patrón, Oscar, le había traspasado en facilidades el changarro.

Explicó la mujer que su hijo nació para comerciante, porque de chiquito les vendía las canicas a sus compañeritos, y de grande era su ilusión tener su propio negocio y dar un paso adelante con su vieja y su hijo de 3 años de edad, con un  gran futuro. “Ya tenía como 20 días de no venir a vernos, había dejado a su familia en  mi casa, él en la misma tortería hacia la meme, pero a diario se comunicaba con nosotros de que estaba bien, nos preguntaba que cómo estábamos nosotros, le mandábamos decir que bien, pero el jueves fue la última vez que supimos de él”.

“Nos preocupa mucho su misteriosa desaparición, no sabemos nada de él, tengo mucho miedo, se me enchina el cuero de pensar que le haya pasado algo malo, estoy preocupada porque en el Estado de México se han soltado los cacomixtles y las autoridades no hacen nada, ya ven el caso de la niña Paulette. Se me puso la carne de gallina cuando me comentó que hace unos días lo habían asaltado, llevándose todas sus tortas, su dinero y su credencial de elector, así como otras cosas de valor, desde esa fecha no he podido dormir bien”.

“También me sentí chinche cuando me mandó un mensaje que decía que estaba muy desanimado porque se encontraba lejos de nosotros, que no estaba vendiendo sus tortas como él pensaba, para que tuviera clientes les vendía una y les regalaba otra, pero le estaba echando muchas ganas y por eso no había podido ir a ver a su esposa, Yareli, y a su chiquito que los extrañaba mucho”.

El último mensaje que tuve de él fue el pasado 11 del presente mes, como a las 11 de la noche, me mandó decir que todo marchaba como un soldado, no tenía problemas”.

Explicó la madre que fue hasta el día siguiente, o sea el viernes 12 por la mañana, cuando su ex patrón se percató que ya no estaba, al igual que el panadero que le llevaba las teleras para sus tortas. Ellos dijeron que al llegar al local encontraron la cortina abierta y Juan Luis no estaba, se dieron cuenta que en el piso estaba su cartera pero vacía.

“Fue el señor Oscar que le llegó con el chisme a mi nuera, para preguntarle que si su esposo estaba en su casa, cuando le dijo lo que a mi me había contado, el corazón comenzó a latirme a madres, sentía que las patas se me doblaban, han pasado varios días y estoy a punto de volverme loca, porque no sé por dónde o con quién andará mi hijo, por las noches sueño que le grito y no me escucha, lo llamo y no me responde”.

“Al ver que la cosa se había puesto dura, mi nuera y más familiares hicieron un operativo de localización y búsqueda, como los hacen los gendarmes, y salieron al Estado de México para pedir apoyo a las autoridades, pero el agente del Ministerio Público es igualito a los de aquí, les dijo que dejaran pasar por lo menos 72 horas para buscarlo, porque luego los agentes los andan rastreando como locos y salen con que el perdido se fugó con una chancluda. Dejamos pasar las horas como dijeron las autoridades, y se puso la denuncia de pedir que sea investigada la desaparición de mi hijo. Por las moscas, a algún lector de Plaza Juárez o uno de los reporteros que andan como camellos en el desierto buscando sus notas, les pedimos que esta vez busquen a mi hijo”.

 

UNA VICIOSA CAMINABA ENCUERADA

La gente la miraba y algunas se hacían las disimuladas, otros la seguían sin quitar la vista, estaban muy contentos, emocionados que la mujer estaba mejor que su vieja. La mujer estaba bien pasada de droga y además iba súper borracha, fotografiaba a los que la miraban cada que se tropezaba y se empinaba.

El pasado sábado una mujer se comenzó a encuerar a la vista de todos, eran como las 4 de la tarde, la joven se llama Maricruz y tiene 19 años de edad, se paseaba en traje de rana sobre el bulevar Felipe Ángeles cerca de la estación de autobuses ADO a la altura de Villas de Pachuca, paró el tráfico por momentos porque los choferes no se perdían de la variedad de la mujer que caminaba descalza desde la patas hasta el cuello.

La gente les silbó a los agentes de tránsito que llegaron a taparla y llevarla a sus instalaciones. Una llamada al único, al fantástico, 911 despertó a las autoridades y les informaron que una mujer encuerada camina por las calles, luego, luego se arrancaron en sus patrullas para ver el espectáculo y también se pegaron los uniformados y los agentes de investigación.

Un policía se quitó su camisola y se la puso mientras llegaban sus compañeros, luego que la mujer fue calmada e inmovilizada, porque no les dejaba de aventar golpes y patadas, se la llevaron al centro de salud porque estaba completamente intoxicada, pero la regresaron porque lo médicos no quisieron atenderla, estaba muy agresiva, a uno de ellos les dio un jalón de greñas y a otro una cachetada que lo tumbó.

Los uniformados tuvieron que llamar a María Teresa, de 58 años de edad, quien dijo ser la abuela de la jovencita mañosa y la entregaría en su casa en el domicilio de las Aves de la colonia Villas de Pachuca. La abuela le dijo a uno de los gendarmes que su nieta fue a una fiesta el sábado.

Para evitar broncas y la chamaca dejara de aventar de golpes y mentarles la madre a todo mundo la entregaron a su abuela, diciéndole que ella es la responsable y que cuando se le bajara la droga la tenía que llevar al Centro contra las adicciones para que recibiera atención, y que para la otra que fuera a alguna fiesta, que le pusiera un parche en el hocico para evitar que tome y se drogue.