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UN INFIERNO BONITO

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¿QUIEN PODRA AYUDARME?
Ya nadie porque se murió “El Chapulín Colorado” y El Látigo Justiciero,  que teníamos en el periódico, se fue quien sabe a donde, estamos desprotegidos.

La señora Celia Cruz. está que se la lleva el tren, se da de topes en la pared, se tira, se revuelca, todo a causa por meterse en restaurantes, chafa, que tienen la portada como de 5 estrellas, pero demasiado tarde, se dio cuenta que hubiera sido mejor llevarse a sus amigas a comer en una fonda.
Resulta que nos conto, que se fue a comer con unas amigas al restauran, que se encuentra en el camino Real de la Plata, al llegar uno de los acomodadores de automóviles, empleado del mencionado restauran, le dijo que el le acomodaba el coche, era una camioneta Mitsubishi, y la metió al sótano. De esto que les cuento tiene un mes, y el dueño del lugar se ha hecho como el tío Lolo, se niega a pagar los daños, dice que el no fue, fue Tete.
Por tal motivo la señora, Celia, acompañada se su marido Roberto Ramírez, que están que se los lleva el tren,  fueron a poner la demanda donde el Ministerio Publico, inicio su carpeta de  investigación, por el delito de daño en la propiedad, y la remitieron a  la Mesa 3 de los delitos contra la Salud y la vida, con fecha 6 del presente mes.
Pero han pasado los días, y nada mas los traen como calzón de mujer mala, el dueño del negocio, se hace el tontito, y les dio a entender “que le hagan como quieran”
Sin que las autoridades correspondientes, hagan algo, los encargados de la fonda, siguen sentados muy tranquilos en su mesa. En lugar de cumplir con su trabajo, y obligar al mono, que les pague, porque su empleado, fue el que choco su camioneta no la supo meter, y el dueño del negocio no se hace  cargo del destrozo. 
Se estima como perdida total de la camioneta, modelo 2010 color azul marino, que tiene  un costo de 240 mil Chuchos. Dijo la mujer, que haber sabido les invita a sus amigas, a comer unos tacos de canasta que venden en todas partes en la calle.
Nos cuenta que el 16 de diciembre aproximadamente a las 3 de la tarde ella y dos amigas, fueron al restaurante de Camino Real de la Plata, un acomodador, le pidió las llaves y se subió y lo vieron como se metió al sótano, mientras ellas se acomodaban en una mesa. Como estaban en espera de otra amiga, que se había retardado pidieron tiempo para ordenar los alimentos.
Poco después llego el gerente, de nombre Alejandro, le comento que había ocurrido un pequeño accidente en su unidad, y les pregunto ¿Gustan ir a verlo o después de comer? Alarmada por lo que le dijo, a la señora Celia, le latió el corazón a madres, como  presintiendo una desgracia y bajaron echas la mocha a ver que Pez.
Se dieron cuenta que el baboso, que metió la camioneta se había estrellado, se vino de madre en la bajada del sótano, al chocar contra el muro, el neumático se reventó, las bolsas de aire se abrieron y todo el frente de su camioneta quedo como hocico de cocodrilo y toda desmadrada, por los lados.
El acomodador fue identificado como Maragrito Gutiérrez Álvarez, el gerente, les dijo que no había porque preocuparse, el restaurante contaban con  un seguro, para las unidades, y clínicas particulares, por si les hacia mal la comida.
La señora llamo por teléfono a su esposo Roberto Ramírez, y al ajustador de la seguradora Imbursa. Pero nunca llego el personal de la aseguradora. Los agraviados fueron citados al día siguiente o sea el 17 del mismo mes de diciembre del año pasado. Según ellos para arreglar el asunto.
No hubo arreglo y Jesús, propietario del changarro los recibió de manera muy prepotente como si fuera un hombre poderoso, y además grosero, se ve que se crio en la bragueta de un soldado, les dijo que si gustaban ir a poner su denuncia, que fueran porque el tiene mucha relación con las autoridades, y les fía la comida.
El vehículo permanece dentro del sótano, hasta que fueran las autoridades a ver que fue lo que paso y hasta el momento no se han presentado. Pero sigan leyendo lo que paso para que nos demos cuenta como trabajan nuestras autoridades, y en que restaurantes nos metemos. Luego de acudir ante el Ministerio Publico, procedieron a investigar, con fundamento al artículo 8 constitucional según San Lucas, y en los artículos 1, 2,3, de la ley de trasparencia y Acceso a la información  publica Gubernamental para el Estado de de Hidalgo, que antes era tierra de trabajo, para que resuelva el problema y se castigue a los responsables.
La señora y su esposo, piden a las autoridades, que llevan el caso, que lo resuelvan lo mas pronto posible, porque llevan mas de un mes, y siguen iguanas ranas, si se deja mas tiempo llegan los cambios de gobierno, y se las pueden hacer de tos, diciendo que eso fue en la administración  pasada, así que hagan su trabajo cumplan con la ley, como debe ser.
Nosotros, los reporteros del diario Plaza Juárez, seguiremos como cuchillito de palo, hasta que las autoridades cumplan o haremos llegar esto a las demás arriba, porque es nuestro trabajo hacerlo, porque como dijo Jesús “Dar al Cesar lo que es del cesar, a Dios, mi amor que te vaya bien”

SALIA DEL BANCO.
Elías, estaba que echaba chispas, no dejaba de echar madres, en contra de los cajeros, del Bancomer, había mucha gente, y estaban muy lentos, llevaba más de una hora, formado para cobrar su quincena de 2 mil 500 pesos, cuando salió, contó su dinero en la puerta, caminó por la calle de Allende,
Donde esta el local, de la Lotería Nacional, en Pachuca, de momento  le picaron la espalda, escuchó una voz, que lo hizo temblar de miedo.
“Sigue caminando o te agujero” sintió lo duro del cañón como de pistola, y obedeció. Como iba muy nervioso, se tropezó, se fue de cabeza al suelo, cayéndole el ladrón encima de él.
Se levantó, le dio una patada en la cara al ladrón, que lo rodo, le busco la pistola, y vio que era un pedazo de tubo, se lo quitó y le pegó con todas sus fuerzas, en su cabeza, que lo descalabró.
El ladrón al verse perdido comenzó a gritar. “Auxilio, Auxilio, me quieren robar” Salieron unos señores, de un comercio de pollos,  agarraron a Elías de los brazos,  estaba tan enojado que le aventaba de patadas a lo loco. Al llegar una camioneta patrulla, el ladrón se echo a correr, los policías le dijeron a Elías, que se subiera, les dijo que porque, no quería y lo subieron a huevo,  lo llevaron a la mazmorras de la Policía Municipal.
Les explicó con detalle lo que había pasado, pero no le creyeron, le preguntaban  porque llevaba 2 mil 500 pesos. Les dijo que era lo de su quincena que acababa de cobrar, y se lo querían robar. Le contestaron “A otro perro con ese hueso”  lo encerraron por chismoso, acusándolo de ladrón.
Horas después, llegó  su vieja, y su jefa, les dijeron a las autoridades  que el era un hombre  honrado, buen marido buen padre, buen hijo, no les hicieron caso,  tuvo que pagar una multa de 3 mil pesos, por haber robado y golpeado a un ciudadano, que no quiso poner demanda y se fue atender con un médico particular.
Su mamá, le agarró las manos, a Elías, y su vieja le tapó la boca, con las manos,  para que no les fuera a mentar la madre,  a los policías, y lo metieran de nuevo.

SE METIO EN LO QUE NO LE IMPORTA.
José Luís Flores, 46 años, trabajaba como albañil, metió paz y Le dieron un balazo en la cabeza. Todo comenzó cuando Francisco Hernández de 45 años, tiene un taller electromecánico,  llego un mono que nunca supo su nombre, solo lo conocían como Campos, le llevó una carcacha, que le fallaba la luz, las direccionales no funcionaban y el stereo se escuchaba gangoso.
El Maestro se lo puso al tiro,  le cobró una buena lana. A los pocos días llegó Campos, a decirle que su trabajo había valido madre,  que le salió peor, se le fundieron todos los focos y que le devolviera su dinero, o lo agarraba a madrazos. Y  se soltaron los golpes, se dieron hasta por debajo de la lengua, el que iba perdiendo era el mecánico, que estaba bañado en sangre, y pedía paz.
En ese momento entró Luís Flores, que era su albañil del maestro mecánico, los desapartó, diciéndoles que no pelearan que deberían de quererse como si fueran hermanos. Como Campos, estaba borracho, no entendió razones y se le fue a madrazos a José Luís, El albañil le dio un madrazo en el hocico al broncudo, este se enojo, echo mano a su cintura, una pistola saco, y le dio un balazo en la cien derecha, que cayó muerto al instante.
El matón se subió en su coche, y se fue. El mecánico se escondió, y el que pagó el pato fue su albañil,  quien no supo, que el que mete paz, saca más.

LE QUITARON SU TRAILER.
Enrique Vázquez,  de 30 años de edad, sufrió una pesadilla, en el fondo del infierno, que vio al diablo encuerado, fue tanto el susto que le ganó en los calzones, de pronto le salió una tercia de ladrones con pistola en mano.
Le contó al Ministerio Público, que llevaba un tráiler, a la ciudad de Veracruz, cargado de jugos, pasar por el trébol de la carretera Pachuca, ciudad Sahagún, se bajó a revisar las llantas. Eran como las 10 de la noche, de momento cerca de el se paro un carro viejo grande,  se bajó un tipo, que le preguntó a donde quedaba Sahagun. Cuando el chofer levantó la mano para mostrarle la dirección, sintió un golpe en la cabeza, que vio estrellitas y cayo sentado.
El tipo cortó cartucho, le apunto en la cara.  Otro de los hampones con pistola en mano, lo paro de las greñas, y lo recargó en el trailer, y de las bolsas le saco su cartera, y mil pesos,  lo metieron adentro del carro viejo, tirándolo en el piso, mientras otro se llevaba su trailer. Enrique les dijo que no le hicieran daño, que tenía vieja con un chorro de hijos, pero lo callaron pegándole en el hocico.
Lo metieron por un camino de terracería, que no sabe ni por donde era,  lo sacaron a empujones, diciéndole que no se moviera durante dos horas. Obedeciendo se quedo sentado, a lo lejos vio luces, eran los centros nocturnos, que están en la carretera. Cuando calculo que habían pasado las dos horas, caminó y llegó a una gasolinera, donde estaba un taxista, a quien le platico, lo que le había pasado, y lo llevó al Ministerio Público, donde le dijeron que habían encontrado su trailer pero con la caja vacía, El chofer rascándose la cabeza  les preguntó  ¿A poco se tomaron todos lo jugos?