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UN INFIERNO BONITO

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EN EL PERSONAJE DE HOY.

“EL PINOCHO”

Juan “El Pinocho” era un cuate a toda madre, pero tenía un defecto, muy grande, era muy mentiroso. Pero a el, no le crecía la nariz, si no el hocico, era un profesional de la mentira; un día discutía con su vieja.
¿Y tú que dijiste Juanito? A esta pendeja le digo que le bajo las estrellas y luego los calzones, pero te la vas a pelar ¡O le entras con una lana o te sacas mucho a ver a tu madre!
Mañana te doy dinero vieja me caí, lo que pasa es que a un compañero se le murió su jefa, y le tuve que prestar dinero; estaba muy desesperado, nadie le quería echar la mano, y tuve que ayudarlo.
Ya te conozco mosco, mientras tú andas de samaritano, tus hijos y yo muriéndonos de hambre; si no fuera por mi mamá que nos manda un taco ya hubiéramos pintado nuestra calavera. Pero esta vez te la vas a pelar, si no le entras con una lana te saco a patadas de la casa.
Ya no me digas nada vieja, porque en cada una de tus palabras, como las dices, siento como si me dieras un martillazo en la mera cholla. Te quiero mucho.
¡Cállate pinché chismoso! Cualquiera que te escuchara diría que estás hablando en serio. Eres muy chismoso, mentiroso alguendero quien te ve con tu carita de pendejo.
Ya me voy a dormir vieja, no te pido de cenar porque vas a salir con la mamada de que no hay, pero eso se te quedara en tu conciencia,
Pues es la verdad, viejo, no tenemos para comer. De que sirve que trabajas todos los días, y no tienes dinero a lo mejor trabajas en peluquería que te pagan con pelos. Pero lo que estoy sospechando que a lo mejor andas de cuzco y tienes otra vieja.
“El Pinocho” se puso nervioso y tartamudeo al hablar.
Cómo crees, siempre te he sido más fiel que un perro, para ti soy tu esclavo.
Más te vale cabrón, porque si te llego a caer que me engañas, te juro por mi madre que te capo, tú me conoces que si lo hago, es mejor que te portes bien, porque sin pájaro ya valiste madre. Ya se me metió la idea que andas de cabron cochino, ahora te duermes en el suelo, baja una cobija de la cama.
Esa noche fue muy dura para “El Pinocho” se paso toda la noche con el ojo pelón estaba pensando, donde iba a conseguir dinero para sacar a su querida, que estaba internada en el hospital iba a tener un hijo, le pedían medicinas muy caras porque era un embarazo de alto riesgo. Muy temprano se levantó y se despidió de su mujer.
Ya me voy vieja.
Te espero con el gasto, no me vayas a salir con que a Chuchita la bolsearon, que perdiste el dinero o te asaltaron porque te parto la madre. Y recuerda lo que te dije.
No me digas eso, cuando llegue de trabajar te traigo el dinero de tu gasto.
Te voy a echar una espiadita a ver en que pasos andas, y te lo vuelvo a repetir te caigo en una movida y va el moche. La mayor parte de los hombres son infieles, lo que tienen en su casa lo andan buscando por otro lado, pero ya estas avisado cabro.
“El Pinocho” no fue a trabajar fue en casa de su mamá, que vive en la calle de Ocampo junto a la fuente seca.
No agradezca mi visita jefa, pero vengo de volada mi vieja Agripina se puso mal y necesito que me preste una lana, si no la meto a una clínica, le va ir hacer compañía a los diablos.
¿Qué le pasó?
Quien sabe de momento se le torcieron las patas y dio el mulazo. Cayo de pura cabeza en el cemento y se la abrió, dijo el medico que si no la atendían rápido, por la descalabrada grande que se hizo se le van a salir las ideas.
Vamos al hospital te acompaño a verla.
No jefa, mejor al rato yo le traigo noticias, présteme lo que más pueda, no sea que se me muera y no me alcance para el cajón.
La señora le prestó el dinero, sus ahorros y le dijo muy triste.
Por favor hijo, no me dejes preocupada, no dejes de avisarme como sigue tu mujer. No vaya hacer que con el madrazo quede loca y te ahorque, por eso quiero acompañarte.
Espéreme jefa yo le paso todo al costo mientras échele una rezada a San Juditos Tadeo, que es bueno para resolver caso duros como este que le paso a mi vieja.
“El Pinocho” saliendo de la vecindad,  contó el dinero, pero no le alcanzaba para sacar a su quelite del hospital. Se le prendió el foco, se fue corriendo a la colonia Morelos a ver a su padrino que tenia una tienda.
Padrino que bueno que lo encuentro. Pensaba que había ido a México por su mercancía.
Es lo que voy hacer, pero primero voy a desayunar, ¿Quieres hacerlo conmigo? Mientras platicamos un resto tiene tiempo que no nos vemos.
¿Qué te pasa hijo? ¿Por qué lloras? Te ves muy angustiado. Siéntate no vayas a dar el changazo.
Mi jefecita, sufrió un accidente, hace unas horas, al subirse en una silla para tender su ropa, se cayó, de sentón y se abrió toda la rabadilla, la lleve al Hospital General, y me piden unas medicinas muy caras y no tengo dinero, dice el medico que le tiene que operar las nalgas,
No te preocupes hijo, faltaba más. Yo te presto todo el dinero que necesites, para que se alivie mi comadrita ¿Cuanto necesitas?
Cinco mil pesos padrino.
Tenlos, deberás no necesitas mas,
Présteme otros tres, mañana que tenga tiempo pido un préstamo a la compañía, y saco mis vacaciones, y vengo a pagarle.
Ya te dije que no te preocupes, el dinero va y viene,  vete, a lo mejor te necesitan en tu casa, salúdame mucho a mi comadrita.  comadrita.
Con una sonrisa salió de la casa de su padrino “El Pinocho” había conseguido lo que necesitaba, cuando llego al hospital, recibió una noticia que lo dejo como pambazo le dijo la enfermera.
En la madrugada, murió su esposa, el parto fue muy difícil ya se lo habían comentado, pero el que se salvo y esta en perfectas condiciones es su hijo, venga para que firme la responsiva y se le entregue, el certificado de defunción, pague lo que corresponda y el cuerpo de la señora para que le den sepultura.
En esos momentos  “El Pinocho” lloro de de  deberás, no sabia que hacer con el cuerpo de su querida, mucho menos el de su hijo, pero no olvidaba las palabras de su vieja, que lo iba a capar.
La enfermera le entrego a un niño chillón envuelto en una cobija, saliendo de ahí fue a ver a su compadre “el Chilaquil” y le dijo.
Ayúdame compadre, se murió Juana y traigo a mi chavito, si mi vieja se entera me raja la madre., y al chavito le tuerce el gañote.
Esa es tu bronca compadre, yo te lo dije muchas veces, que si querías andar con esa señora seria de pisa y corre, de planta no, porque las viejas no se como se las huelen cuando andas de canijo, me perdonas no te puedo ayudar, mi vieja estima mucho a mi comadre y no le gustaría ser tu cómplice, te echaría de cabeza, llévate la criatura a otro lado.
“El Pinocho” cargando a su chillón, lo llevó a la casa de su hermana que vive atrás de la mina de San Juan.
Ayúdame carnala, la mujer de un amigo se murió y me dejo a su hijito recién nacido mientras arregla el sepelio. Mañana vengo por el. Le debo muchos favores y con eso le pagaría uno.
Ni madre, carnal, tu sabes que mi viejo es panadero, siempre anda jetón porque trabaja todas las noches, en el día esta muy nervioso, si una mosca se le para, agarra un periódico y la corretea, y no se calma hasta que la desmadra, no vaya hacer que con los chillidos del niño lo saque de honda y me lo aviente en el lomo.
No seas malita carnala dale chichi, a lo mejor tiene hambre, al fin tú tienes otro chavito chiquito, ahorita que está durmiendo.
Le voy a dar la chichi a ver si le saca algo, mi hijo chupa más que ustedes en la cantina.
Al “Pinocho” no le quedo más remedio que llevárselo a su mamá que estaba súper encabronada. Y le dijo.
¿Con que tu mujer estaba mala? Pinché mentiroso, de ver sabido de que ibas a salir así, cuando naciste te hubiera quemado el hocico, aunque el DIF me hubiera chingado.
Discúlpeme usted mamá fue una mentira piadosa. Esa es perdonada en la iglesia.
Y ese chamaquito ¿Qué?
Es mió, su jefa se acaba de ir al Valle de las Calacas.
La señora lloró de coraje de tristeza y le dijo.
Otra cosa hubieras heredado de tu pinché padre, te dejo todas sus mañas, borracho, mujeriego, chismoso, y cada rato le daban en la madre por andar de Sancho.
En esos momentos entró su compadre de la señora, el padrino del “Pinocho” al verla llorar le dio muchos ánimos.
Échele ganas comadrita primero, Dios pronto se va a aliviar de su cadera y va a caminar bien, las personas que se muelan las nalgas les crecen  y  su defecto es que caminan  como pato.
Yo nunca he estado enferma de la cadera ¿Quién se lo dijo?
Juanito, me fue a pedir una lana porque la iban a operar en el hospital.
Ese cabrón le vio la cara, nunca he estado enferma de la cola, no le hubiera prestado nada.
“El Pinocho” estaba escuchando todo lo que hablaban, con mucho cuidado dejo al niño en la cama, y poco a poco se fue saliendo, caminado de paso de costado para que no lo viera su padrino. Llegando a la puerta,  “puto el ultimo” salió echo la chingada sin voltear para atrás, el compadre le contó lo que le dijo “El Pinocho” la señora lo busco pero nunca lo encontró tuvo miedo de que su vieja cumpliera su palabra de caparlo. Cuando su vieja supo todo, salía a todas horas y revisaba cantina por cantina y llevada un cuchillo en la mano.