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UN INFIERNO BONITO

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MATÓ A SU AMANTE
El comerciante Mario López, de 41 años, asesinó a su amante Laura Barrera, de 29 años, dentro de un motel. Sucedió en el municipio de Actopan. Avisaron a las autoridades que el 4 de este mes fue encontrado el cuerpo desnudo de una mujer en el libramiento, a la altura de la comunidad Dajiedhi.

Se supo que el responsable ya está tras las rejas. Es vecino de Eloxochitlán. Los agentes de Investigación del grupo Actopan anduvieron por todos lados preguntando si conocían a la mujer, a la que le habían sacado una foto.
Un vecino dijo que la habían visto con un señor mal encarado y pelón, con bigotes de perro, en un motel. Fueron allá y efectivamente se trataba del comerciante y fueron a buscarlo en Eloxochitlán. Al verlos se puso nervioso y les dijo que él no fue.
Terminó por confesar que hace 8 años conoció a Laura, fue su empleada, y los dos últimos años sostuvieron una relación sentimental.
A partir del año pasado cambió la actitud de la joven, discutían continuamente porque no la visitaba muy seguido, y se sentía como la muñeca fea porque sólo le iba a dar para sus tunas cada fin de semana, cuando él iba a Pachuca.
Ella trabaja de gata en una casa en la colonia San Javier. Dijo que el sábado llegó a Pachuca a las tres de la tarde en su camioneta.
Después de hacer sus compras pasó por Laura a las 7 de la noche. Juntos se trasladaron a Ixmiquilpan, se orillaron en la carretera y se quedaron dormidos. Despertaron como a las 11 de la noche y se regresaron a Pachuca.
Buscaron un motel para pasar la noche. Estando en el cuarto Laura le dijo que no  lo hicieran con condón.
Mario le dijo que sí. La muchacha le gritó: “Lo que pasa es que tienes miedo a que me embarace”. Y se le fue a rasguños y patadas. Como está pelón no lo podía agarrar de las greñas. 
Ella, enojada, se quedó dormida. Fue cuando él agarró una almohada para asfixiarla. Se la puso en el rostro y no se la quitó hasta que dejó de patalear.
Mario envolvió el cuerpo en una sábana y una cobija y sin que lo vieran, la metió en el asiento trasero de la camioneta, regresando al motel.
En la madrugada, como a las 5, salió y a unos metros ahí la abandonó. Le quitó la sábana y la cobija y la dejó en cueros. En el camino fue tirado toda su ropa, pero gracias a una medalla de la Virgen de Guadalupe que tenía su nombre, su familia la reconoció a los dos días de haber sido ultimada.
Explicó Mario que pensó que era un crimen perfecto, que ni el más chipocludo lo podía resolver, pero se juntaron los investigadores de Pachuca y Actopan y ahora se quedará por muchos años encerrado.

SE PASARON LOS AGENTES INVESTIGADORES
Se metieron a una casa y a un hombre se lo llevaron a madrazos, sin explicarle a su mujer la señora por qué lo sacaban. Le dieron jalones de greñas, le picaron los ojos y le acomodaron un faul con el puño cerrado.
Estos güeyes que les digo, llegaron y se metieron a un domicilio de la comunidad El Bordo del municipio de Pachuca, sacaron sus pistolas apuntándole a un albañil que se encontraba acostado, lo pararon a madrazos y lo sacaron arrastrando. Por más que les preguntaba por qué se lo llevaban, le gritaban que se callara el hocico y le propinaban de puntapiés.
Jesús Flor sintió pánico, por lo que no se aguantó y le ganó en los calzones porque lo hicieron bailar un jarabe tirándole de plomazos en las patas. Se lo llevaron todo sangrado y lo pusieron a disposición del MP, acusado de tentativa de homicidio de los agentes que fueron por él.
Su esposa Edith Ramos, de 25 años, no dejaba de gritar, tal parece que estaba pariendo chayotes. También le dieron un aventón que paró las patas. Esto ella lo califica como allanamiento de morada, intento de asesinato, abuso de autoridad que es delito grave.
Ella los señala como desgraciados a los agentes de la Coordinación de Investigación de Pachuca, y se llaman: Marco Antonio Vargas Gómez, Marco Antonio Pérez Alvarado y una vieja greñuda que iba de pesgoste; ya la tiene bien identificada, y en cuando la encuentre en el mercado le va a romper la madre.
“Ya fueron denunciados penalmente ante la Procuraduría de Justicia, y ojalá no se la hagan de tos por los delitos de tortura, abuso de autoridad y lo que resulte”.
De acuerdo con la declaración de la pareja a quien amolaron, esto sucedió el día martes 21 de enero, a las 6 y media de la tarde. La señora se encontraba con su viejo Jesús Calderón Flor y sus tres chavitos de 8, 5 y 3 años, así como dos vecinas viendo una telenovela bien mamona.
De momento entraron tres sujetos con pistolas en las manos, gritando: “Todos contra la pared, cualquier movimiento los matamos, ustedes también, niños”.
Por su forma de actuar, pensaron que eran agentes investigadores. “A mi esposo lo sacaron a madrazos, le pusieron la esposas y lo golpearon sin dar alguna explicación del por qué se lo llevaban. Mis hijos estaban con los pelos parados como cuando ven la serie de Pánico, pero eso no fue todo, aventaron de balazos en contra de nosotros, lo que pasa en que tienen mal tino y no nos dieron.
“Una vieja greñuda que tenía la cola de caballo pero de verdad, me dijo que ella era policía y me pego a pesar de que le dije que tenía una lesión desde el cuello hasta las nalgas. Las vecinas tenía temor de que se las fregaran, por lo que corrieron a sus casas.
“Después de estar buen rato dentro del coche que les sirve de patrulla, recibieron orden por radio y uno de ellos dijo: ‘Vamos a bajar a este pinche vieja para no tener problemas’.
“Fue cuando me quitaron las esposas y me bajaron, dándole de patadas en la cola a mi viejo, se lo llevaron. El pobre ya no se quejaba, cada que le pegaban hacía como gato.
“Una de mis vecinas con su celular sacó fotografías de cómo nos trataban. Bajita la mano los agentes se robaron las cosas de mi mi esposo, un celular marca Samsung, tres mil pesos en efectivo, así como una bolsa de mano que tenía documentos de valor y 450 pesos.
“Que yo sepa mi viejo es gente pacífica un albañil honrado. No se mete con nadie, a la mejor lo confundieron, pero eso no les da motivo para golpearlo como lo hicieron. Ojalá y sus superiores los castiguen y dejen salir a mi señor porque el dinero que se robaron los agentes investigadores era de todo el mes y ahora tiene que trabajar doble para sacar para el pipirin”.

LE CAYERON A UN MÉDICO COCHINO
Lo sorprendieron dándole para sus tunas a una de las pacientes. El médico Juan Carlos, de 55 años, encargado del Centro de Salud Rural de la comunidad de Santa Mónica, municipio de Epazoyucan, fue denunciado por lesiones y amenazas en agravio de León Pérez, de 37 años, quien fue golpeado salvajemente por el galeno
después de que fue sorprendido teniendo relaciones sexuales con su esposa del ofendido en uno de sus consultorios.
El cornudo, vecino del fraccionamiento La Providencia, municipio de Mineral de la Reforma, por medio de un escrito dirigido a las autoridades así como al secretario de Salud, pide de inmediato la destitución del doctor que es una vergüenza para sus colegas y un peligro para las mujeres a quienes se empina a huevo.
Además se sabe que da clases y que es enfermo sexual y por ahí se corre la voz que le dicen “El Caliente”.
Con mucho enojo e indignación, León Pérez dijo: “Lo único que pido a este señor es que no se siga burlando de más familias, ya destruyó la mía. Lo vi que tenía relaciones con mi vieja Cristina, de 37 años, desde el año pasado, aprovechando las condiciones de facultativo.
“Comencé a sospechar de sus relaciones con mi mujer cuando ésta comenzó a cambiar. Una vez leí un mensaje en su celular que le envió él a ella. No lo podía creer hasta que me decidí a espiarla y los encontré en traje de rana”.
Dijo el dolido que el médico utiliza el Centro de Salud como motel, por eso muchas veces los que van a curarse salen con el hocico chueco de un aire que agarran por su cochinadas.
Explicó que esto ocurrió el martes 14 del mes pasado, como a las 7 de la noche. “Ese día llegué a mi casa en la colonia La Providencia, encontré a mi mujer que ya se iba a Santa Mónica a ver a sus padres. Le dije que yo la llevaba. Como hacía mucho frío en un principio ella se negaba, me decía que me dejaba a la niña, que no se tardaba.
“Luego me dijo que estaba bien que la llevara, pero que la dejara hacer sus cosas de irle a cobrar a unos clientes que le debían zapatos y bisutería que vende. Le dije que la esperaba todo el tiempo que fuera posible. La noté muy nerviosa, me dijo que la dejara en el Centro de Salud, que se iba a tardar media hora.
“Desde lejos vi que con la llave abrió las puertas del Centro de Salud y se metió, todas las luces estaban apagadas. Me fui caminando atrás de ella y quedé sorprendido. La puerta estaba abierta y no había nadie en la recepción. Recorrí los consultorios a ver dónde se había metido, y fue cuando abrí el último que la descubrí en brazos del doctor que la tenía teniendo relaciones sexuales, muy apresurado.
“La primer expresión del doctor fue ‘Ya nos cayo el chahuistle’. La de mi mujer: ‘Perdóname León’. fueron momentos que sentí que se me sumía el piso, que me picaban la cola.
“Si hubiera tenido pistola, los hubiera matado a los dos. Salí llorando de vergüenza porque no se me borraba la imagen de los dos que estaban encuerados, dándole para su tunas.
“Lo que se me ocurrió fue ir por mi mujer, pensaba llevarla a rastras de las greñas a la casa de sus padres, como la Martina. Cuando intenté tomarla del brazo sentí un madrazo en el ojo, que me dejó como la gallinita ciega.
“Fue el doctor que me tumbó al suelo y luego me dio de patadas. Que alguien me explique, si yo era el ofendido”.
Ante tales sucesos, el marido ofendido fue a poner una denuncia penal en contra del galeno Juan Carlos que le pegó y todavía lo estuvo amenazando, y por eso pide al gobernador y al secretario de Salud que sea separado de su puesto y de la universidad, pero no acusó de adulterio, sólo por lesiones y amenazas.
Al saber el pueblo lo que había pasado, la noticia corrió como un reguero de pólvora. Dijeron varias de las vecinas que el doctor ha tenido varias amantes, cuando se aburre de ellas las deja y las cambia por otras más nuevas.
“Por lo mientras, ya mi familia se quebró, porque voy a dejar libre a la cuzca. Lo que siento es que luego va de chillona y va a tener la suerte que le dé pensión a mis cuatro niños”.
Como le hicieron de chivo los tamales, afirma que eso no se quedará así, pues va a buscar la la forma de cobrarse con el doctor la ley del Talión.