HALLAN MUERTO A COMERCIANTE
Dicen que se suicidó, dándose un balazo en la sien, pero su vieja asegura que no tenía pistola, era una escopeta viejita, de chispa, que su abuelo le regaló, pues él la cambió con los soldados, por un kilo de frijoles. Las autoridades por más que le buscan, no encuentran los motivos de su muerte. No saben quién se lo echó al plato.
Un comerciante que se dedicaba a la compraventa de desperdicio industrial, vecino de Ciudad Sahagún, se dio un balazo en la sien derecha, con una pistola calibre.25. El cuerpo sin vida fue encontrado dentro de un cuarto de su negocio que era su oficina en Tepeapulco. Se llamaba Ramón, de 57 años, y se llevó el secreto porque no dejó ni un mensaje ni recado manifestando por qué se salió por la puerta falsa; pero hay sospechas de que hubo gato encerrado.
Ignacio, de 25 años, era su ayudante y en su declaración, dijo que minutos antes de que se volara la papa de los sesos, él había estado platicando con sus patrón en el negocio que se encuentra en la avenida Felipe Ángeles 127 de Tepeapulco.
Dijo a las autoridades que eran las 10 de la mañana, llegó un cliente a vender su automóvil como chatarra. “Estábamos los tres cuando mi patrón me mandó a comprar unos tamales a la esquina y me acompañó el cliente que me llevó en su carcacha”.
Comentó que no tardaron más de 10 minutos y cuando entraron al negocio se escuchó un balazo. Corrieron a la oficina y encontraron a Ramón con mucha sangre. Lo único que se les ocurrió fue llamar a la policía. Poco después llegaron los uniformados y dijeron que ya no se podía hacer nada porque ya se había ido al valle de las calacas.
A simple vista presentaba un impacto de bala a la altura de la sien derecha, que no le salió. Llegó la MP acompañada de su perrito, (perdón) de su perito en criminalística, y dieron el banderazo para iniciar las investigaciones de ley.
En el lugar donde cayó el muerto, encontraron un arma de fuego, calibre .25, pero se sigue el procedimiento para saber lo que verdaderamente pasó, por qué se fue, por qué murió, por qué el señor se lo llevó. Por su parte, Irma, esposa de la víctima, declaró que su esposo no usaba pistola, ni sabe por qué se dio el balazo, pero por más que le buscan, no encuentran la punta de la madeja para resolver este misterioso suicidio. Porque pudo ser de una enfermedad que padecía, así que todo es un misterio. Nadie sabe y nadie supo.
UN BORRACHO ECHÓ PLOMAZOS
Andaba despechado por su ex mujer, que no lo quería ver ni en pintura, se aventó unas cubas entre pecho y espalda dándose valor, la quiso sacar de su casa a la de a huevo, pero no contaba con que los policías no se duermen a pierna suelta como antes en sus patrullas, ahora se echan sus coyotitos porque les aumentaron el sueldo, y que se lo llevan a las mazmorras por escandaloso.
Por un lío de faldas, un hombre que andaba hasta las chanclas de borracho, sacó su rifle y comenzó a darle gusto al dedo, para espantarla y obligarla que se fuera con él. Soltó dos disparos al aire afuera de la casa donde vive su ex mujer con otro cuate; en los primeros reportes indican los agentes que dentro del domicilio, que se encuentra en la calle 12 de Octubre, de la colonia Nopancalco, de Pachuca, se encontraba una joven y dos menores cuando de pronto escucharon los balazos.
Pero poco después los uniformados recibieron una llamada al 066 que despertó a toda la policía capitalina, para que se trasladaran a ese domicilio porque pensaron que era un terrorista. Por las moscas mandaron a unas patrullas para que tranquilizaran al hombre que estaba como loco, dispuesto a matar a quien se le pusiera enfrente, para entrar a la casa porque esa vieja era de él.
Llegaron los de la gendarmería, rodearon la casa, pusieron a un francotirador en cada esquina, otros estaban en la puerta en posición de pie, algunos pecho tierra, y los demás se aventaron como el gorras a tumbar la puerta, se quedaron asombrados al ver a un mono que tenía un rifle 22, con 21 cartuchos dentro de su bolsillo del pantalón, estaba borracho y les gritaba: “Soy buen gallo”.
Le pusieron el alcoholímetro y lo descompuso, no hubo necesidad de llevarlo con los locos, le preguntaron que para qué cargaba el rifle, les contestó que es para echarse al plato al que vive con su vieja. Le preguntaron cómo se llamaba y les dijo que Julio. Le preguntaron por los demás, dijo que él iba solo, que no necesita vejigas para nadar, que él solito le va a dar en la madre.
Se lo llevaron al Ministerio Público y le dijeron al que estaba debajo de la cama que fuera a poner su denuncia a cualquier ministerio público, para que lo anote en su carpeta investigadora y que comprara un chaleco antibalas, porque cuando salga el detenido le puede dar por la retaguardia. Esos tipos no quitan el dedo del renglón.
UN HOMBRE MADREÓ A SU VIEJA
Para quitarle lo valiente, los familiares de la mujer le partieron la madre y lo entregaron con los gendarmes por hojaldra; esto sucedió en Calnali, Hidalgo. Un despiadado sujeto que abusando de su fuerza bruta, atacó en varias veces a su ex esposa, le dio una madriza endemoniada y la amenazó de muerte si iba de chillona con los Cuicos.
Pero antes de madrearla le dio para sus tunas y luego de las greñas la subió a un taxi, como no quería le tuvo que dar otra madriza para que entendiera que su palabra es la ley, y se la llevó a su vivienda, que se encuentra en la calle de Álvaro Obregón sin número en el barrio de la Esperanza, que pertenece a la cabecera de Calnali. Los hechos fueron el domingo, como al mediodía cuando la señora fue al mandado para el pipirin.
Su ex viejo lo andaba fichando que saliera de su casa, atrás en su auto de alquiler, se llama Pablo Díaz Pliego, de 30 años de edad. Se fue acercando a vuelta de rueda, abrió la portezuela y a golpes y jalones se la llevó. Al pasar el tiempo el papá de la muchacha comenzó a ponerse nervioso, salió a buscarla, preguntando a sus conocidos pero no le daba razón, triste cansado y sin ilusiones regresó a su hogar, fracasado, se sentó junto a la ventana a ver si la veía de chiripada.
Luego sonó el teléfono, se paró hecho la fregada, era su hijo que le dijo que dentro de la casa del desgraciado de su ex cuñado salían gritos como los de la llorona. El señor no esperó más, fue por la policía, el corazón le avisaba que su hija estaba pasando las de Caín, llegaron al domicilio del golpeador callejero, rodearon la casa para que no se les fuera a pelar, el desesperado padre y su hijo rompieron los vidrios y a patadas abrieron la puerta, se metieron y vieron que le estaban pegando a la mujer.
Sin pensarlo el señor les aventó un tope al golpeador, que le pegó en el pecho mandándolo de nalgas, mientras que su hijo lo levantó y lo agarró de las greñas a madres, no lo soltó hasta que le arrancó un montón de pelos. Los gendarmes entraron en acción dándole de macanazos en donde le cayeran y se lo llevaron a la barandilla, donde pasó la noche, porque había quedado a disposición del Ministerio Público.
Se llevaron a la muchacha al hospital para su atención médica, porque la había dejado irreconocible, como Lyn May, y la cola hinchada de tanta patada, y caminaba como cangrejo. Al día siguiente se lo llevaron a Molango, bajo la mirada y responsabilidad del comandante “Pistolas”.
De acuerdo a las declaraciones de la víctima, dijo que había tenido una relación de concubinato con Pablo Díaz, tuvieron un chavito que tiene un año de edad, pero el desgraciado los había abandonado, diario le daba de madrazos y contó una historia que hasta al comandante se le pararon los pelos.
“El domingo cuando salí al tianguis por la mañana, el maldito me iba siguiendo sin que me diera cuenta, de momento me agarró de las greñas y me subió al taxi haciéndome manita de puerco, me llevó a su domicilio y ahí abusó de mí varias veces, como ya no quería me quiso matar con un cuchillo, y me obligó a beber alcohol a boca de botella, que me puse una borrachera que ya no sentía los madrazos”.
“Luego me encueró y va de nuez, otra vez abusó de mí, yo creo que está loco el güey porque de momento me decía que me vistiera y que me fuera para mi casa, y cuando lo hacía otra vez me encueraba y se me subía a la cama, hasta que me salvó la campana, cuando llegó mi jefe y mi carnal le dieron en la madre”.
Dijeron los agentes que Pablo contaba con órdenes de aprehensión por los delitos de lesiones y robo calificado, pero pagó sus fianzas. No sabe el Ministerio Público como es que andaba libre, si tenía órdenes de que lo metieran a la barandilla; el pasado domingo se le fueron las patas y ahora está acusado de secuestro y de 6 violaciónes de un jalón y no lo van a dejar salir hasta que pague con la misma moneda.
NO LA DEJA EN PAZ, SE HA VUELTO COMO SU SOMBRA
Maritza Vargas Pérez, de 30 años de edad, tuvo un novio que se llama Fabián Castro García, un día le cayó gordo por borracho y lo mandó a ver a su jefa, desde entonces se ha convertido en su sombra, es más terco que una mula y no la deja en paz, a donde quiera que va la sigue, ya la tiene hasta la madre, fue a quejarse ante el Ministerio Público para ver si le quitan lo necio.
Le dijo al Agente Social que su ex novio se la anda haciendo de tos, no se lo puede quitar de encima, la amenaza y anda diciendo que no la va a dejar hasta que vivan juntos y no va a parara hasta que le vuelva hacer caso. Pero ella no lo quiere porque es muy borracho, seguido se queda tirado en la calle y se orina en los pantalones.
Se ha vuelto muy grosero, cuando la llega a encontrar con amigos les echa la bronca o los descuenta a la mala, se ha metido a su casa y la ha agarrado dormida, ni tiempo le da de gritar y cuando acaba de darle para sus tunas, la amenaza que si lo denuncia la mata.
Cuando ella sale a trabajar a Actopan, la sigue, también se sube al camión y le arma un desmadre, varias veces los pasajeros lo han bajado a madrazos, pero no escarmienta, la acosa y a grito abierto, le dice que todo lo que tiene es suyo y que no la va a dejar en paz. Maritza dijo que es un hombre violento y muy borracho, se cree la gran cosa porque trabaja en gobierno, dice que es muy amigo del secretario del gobernador y que las autoridades se la pelan.
El día de ayer Maritza fue a tomar unas copas con unos amigos en el bar “Coconuts”, de pronto entró su ex súper borracho, diciéndoles que les iba a rajar toda su madre porque andaban con su vieja. Agarró una silla y se la aventó a uno de sus amigos, abriéndole el labio superior, lo sacaron de ahí, se lo llevó la policía pero no sabe cómo se arreglaron que la esperó y se fue atrás de ella molestándola, jurándole que no la va a dejar, la mujer corrió, el borracho al querer alcanzarla se fue de hocico, ella se subió en un taxi y fue directo a poner su queja antes las autoridades en contra de Fabián Castro García; él dice que se emborracha por ella, pero no es cierto porque ya lo conoció borracho, pide que lo detengan y la deje en paz.