PIDEN QUE PRUEBEN LA ACUSACIÓN DE SUS HIJOS
Desconsoladas madres que están que se las lleva la grosería, fueron acompañadas de un grupo de vecinos, hombres mujeres y niños, que parecía peregrinación, y a gritos piden a las autoridades que no sean hojaldras, que revisen la causa penal en la que sus hijos están procesados, y son inocentes.
Los acusan de ser homicidas sin existir pruebas suficientes y eso no se vale, dijeron las señoras Adela, Margarita y Claudia María, acompañadas de familiares y vecinos, expresaron su indignación en contra de las autoridades por la acusación de homicidio que les hacen a sus hijos, y que tienen encerrados desde hace 9 meses en el Cereso de Pachuca.
La noche del 23 de diciembre del año pasado, en la calle de Humboldt del barrio del Arbolito, se armó una gresca, la que dejó como saldo a dos personas lesionadas y otra la mandaron al otro mundo. De lo anterior, dijeron que la señora Elvia, vecina de la colonia Estrella, se presentó ante el Ministerio Público para declarar como testigo de los hechos, y acusó a Darío Félix, a Esteban, Miguel Resendiz, Josefina y Julio, quienes sin pruebas suficientes están encerrados por asesinato según la causa penal.
Las señoras piden que otra vez, con más calma, revisen el expediente, existen diversas inconsciencias de una vieja chismosa, que también andaba borracha, entre la bola de los peleoneros.
En la primera declaración que hizo Elvia, aseguró que participaron en la madriza 60 personas, sin embargo hay once detenidos, por lo borracha que andaba los contó doble, por eso piden la intervención de las autoridades, a manera que vaya a declarar Morales Valencia, ya que el viernes la citaron a las 2 y media y no fue. Los dejó plantados.
EL TRUCO CÓMO ROBABAN
Del Distrito Federal y del Estado de México, seguido visitaban a las tiendas de autoservicio de Pachuca, y se dedicaban al robo; a los que a veces agarraban, venían sus familiares y pagaban el doble de lo que se habían caqueado y los dejaban salir.
Pero esta vez un par de viejas fueron detenidas por los gendarmes, que acudieron al llamado de un comercio que se encuentra en Plaza Galerías, llamado “Stromboli”, les dijo el gerente que vio que entraron tres mujeres y un hombre, los cuales sacaron ropa sin pagar. Explicó que los de la seguridad privada de la tienda, al verlas por las pantallas las pararon en la puerta y no las dejaron salir hasta que se las entregaron con los policías, que se las llevaran pero no a su casa si no a la barandilla.
Al ser entrevistadas por separado, dijeron llamarse Guadalupe y Verónica, de 32 y 38 años de edad, respectivamente, dijeron que venían de la Delegación Miguel Hidalgo, en el Distrito Federal. Aceptaron que llegaron a Pachuca con el fin de robar ropa en distintos centros comerciales, dijeron que no era la primera vez, si no que ya tenían callo, a eso se dedicaban y les dijeron el modo de cómo se trabaja.
Metían la ropa en una bolsa como fondo, forrada de cartón con cinta canela, y sobre esta una bolsa de tela, el primer envoltorio cubierto con cartón y cinta canela permite aislar los detectores que se encuentran en la ropa, y así salen de los negocios sin que suene la alarma, pero esta vez chilló la chicharra y les cayeron a las viejas que se llevaban 43 prendas de vestir de distintas marcas y colores.
También se les aseguró un coche Chevrolet Astro, color gris, con placas de circulación 280-XVK del D. F., que habían dejado estacionado afuera de la tienda, quedaron ante el Ministerio Público relacionadas con la averiguación previa, y van los policías investigadores tras los huesos de los que se escaparon con más mercancía, que era el monto igual a lo que les recogieron; se roban calzones finos para dama, metiéndoselos debajo de los suyos, que hacen casita para que no los detecten las pantallas de video.
EL LADRÓN ESTABA DURMIENDO
Juan, de 30 años, trabajador del municipio, vive en el cerro de Cubitos en la colonia La Raza, en la calle de Terroristas sin número. Le dijo al Ministerio Público que últimamente su vieja estaba insoportable, por cualquier cosa lo cajeteaba y se le echaba al brinco retándolo a madrazos, y para evitar que le rajara la madre, la mandó de vacaciones a visitar a su mamá, que vive en Lolotla, Hidalgo.
Se quedó a vivir de a perro, pero más vale solo que mal acompañado. Trabaja en la Presidencia Municipal de barrendero, en las calles, entra a trabajar a las 6 de la mañana, cuando se va deja su casa cerrada con un candado, pero se va preocupado porque se han soltado muchos ratones. Comentó que antes tenía un perro muy bravo, pero alguien de los vecinos le dio hierba.
Saliendo de su trabajo, cuando llega a su casa, la revisa que todo esté en su lugar, tiene miedo de que le roben su tele, su aparato donde pone sus discos y otras cositas, que ha comprado con mucho esfuerzo. Como está solo, se avienta sus tragos de chínguere, que le manda su compadre de Huejutla.
El día lunes estaba trabajando en el reloj, toda la gente es muy puerca, avienta la basura donde se le antoja, sabiendo que les pusieron botes; como al mediodía tuvo un presentimiento, dejó encargado su carrito de basura y subió a su casa.
Cuando llegó el aparato estaba tocando a todo volumen, en la puerta había un costal donde estaba adentro su televisión, su licuadora y los vestidos de su vieja, cuando entró al cuarto encontraron a un hombre durmiendo en su cama, lo movió pero estaba bien borracho.
Llamó a los gendarmes y llegaron, lo sacaron de palomita, los acompañó a poner su queja y dijo que de milagro no se robó nada, si no su vieja lo hubiera corrido de la casa, que lo que le valió es que el chínguere que le manda su compadre es del mero bueno, que con unos tragos se emborracha de volada, y eso le pasó al ladrón.
LO MATARON CON ARMA AZTECA
Le partieron la cholla y se escaparon, fue horrible, fue horrible, la forma en que mataron a un adolescente; a este sí le partieron toda la madre, por ahí se cuenta que hubo una discusión de borrachos y le abrieron el coco a pedradas.
El cadáver de José, de 19 años de edad, fue encontrado la mañana del lunes en un camino de terracería en la comunidad de San Francisco Bojay, del municipio de Tula de Allende, Hidalgo; los que lo encontraron corrieron como locos del susto y avisaron a los Tecolotes Municipales, y ellos a su superiores, los superiores al Ministerio Público, que llegó acompañado de los Agentes de Investigación, los peritos en criminalística, Protección Civil y los bomberos.
Tenía todo el cráneo machacado con una piedra y enseñaba los sesos, el Agente Social dio el banderazo de ley, lo mandó al Semefo, y los Agentes de Investigación salieron a buscar a los asesinos, interrogando a toda la comunidad casa por casa, casilla por casilla, pero hasta este momento todavía no encuentran al o los culpables, pero dicen que peinaron la zona y tienen una pista dónde les andan pisando los talones, y esperan que pronto les echen el guante para ponerlos en la sombra.
ASALTAN A SOCIAS DEL BANCO
Una pesadilla vivieron en las calles del infierno un grupo de mujeres de “Compartamos Banco”, fueron asaltadas por dos ladrones que les apuntaron con sus pistolas. Esto fue en una de las casas populares del municipio de Santiago Tulantepec.
Los violentos hechos ocurrieron este fin de semana y fueron denunciados ante el Ministerio Público de Tulancingo, Hidalgo. Adriana Hernández, dio a conocer que el grupo de Juana, Irma, Lucía, Liliana, Roberta y María Teodora Franco.
Declaró que cada viernes se reúnen en el domicilio de Irma, que se encuentra en la calle de Cerrada de las Gardenias, sin número, de la colonia Camelinas, su trabajo consiste en lo siguiente: Irma pide prestado al banco 50 mil pesos, de ahí se lo reparten entre las socias, y cada quien lo presta a sus amistades con un rédito y cada semana y al mes se reúnen para pagarlo y pedir otro, de igual cantidad o más, y se les llama “Las Socias del banco”, el banco gana, ellas ganan, y sacan del apuro a quien necesita el dinero.
Se reunieron esta vez para juntar el dinero y llevar un abono al banco de 15 mil pesos, comentó que se salió de la casa con Irma, Lucía y Juana, habían dado unos pasos cuando les salieron dos ladrones con pistola en mano y las amenazaron de muerte, las obligaron a regresar a la casa, en donde a todas las amarraron echándoles nudos ciego, y también al esposo de Irma, quien se opuso al robo y le dieron en la madre, el ladrón traía la pistola, se quedó vigilándolas y su cómplice se dio a la tarea de buscar el dinero y encontró los 14 mil 388 pesos que tenía en una bolsita.
A las mujeres también les quitaron el dinero que traían y sus celulares, además sus credenciales y sus tarjetas bancarias, con el botín en su poder la pareja de hampones salió corriendo advirtiéndoles que no salieran hasta que pasaran 15 minutos, que en la puerta estaba uno de ellos y a la que asomara la cholla se la volaban de un plomazo; las mujeres se quitaron sus ataduras y junto con el esposo de Irma salieron a la calle a pedir auxilio.
Llegaron los gendarmes de la policía municipal de Santiago Tulantepec y firmaron el operativo “Cero” desplegándose en toda la colonia y comunidades, regresando con cero detenidos, y diciéndoles a las mujeres que fueran a levantar un acta al Ministerio Público.
LA VECINA BRAVA
Amelia, de 52 años de edad, por andarle buscando tres pies al gato, sus vecinas Salustia y Blanca Lilia Hernández, le dieron una madriza y la amenazaron que no se ande poniendo con sansón a las patadas porque se va ir al otro mundo, y le rompieron el hocico.
Amelia le dijo al Agente del Ministerio Público que tiene problemas desde hace mucho tiempo, no les cae bien, que el día de ayer que esperaba la combi, en pleno centro de la ciudad Blanca le aventó cremas, y la otra con la mano le mentó la madre, ella les dijo que botellita de vinagre.
Al llegar a la colonia donde vive, en Haciendas de San Francisco, ya la estaban esperando. Una de ellas la insultó y le dijo de peladeces, mientras la rasguñó, la otra le aventó un campanazo que si no se agacha le pasa lo que al perico, le dijeron que para que no se vista zancona, la van arrastrar de cola, jalándola de las patas en toda la colonia, y que a sus hijas también les van a dar en la madre, y que a su viejo “El seguetas” le van a dar un aventón para que se desmadre. Amelia se echó a correr a su casa y la siguieron, diciéndole de cosas, le mentaron la madre y estuvieron dándole de patadas a su puerta, desesperada llamó a la policía, cuando la vieron llegar se metieron a sus casas. Pide que lo único que quiere es que no se metan con ella, que por Dios que no les ha hecho nada.