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UN INFIERNO BONITO

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UN MOTOCICLISTA SALIÓ VOLANDO
La gente que lo vio pensó que era el Hombre Bala, pero cuando vieron que se dio un ranazo corrieron a ayudarle a pararse, porque el madrazo que se dio estuvo de la patada.

La culpa la tienen dos automovilistas que iban comiendo camote, reaccionaron, cuando lo vieron barriéndose en el suelo, trataba de pararse, su caballo de acero quedó desmadrado; un taxista fue el que lo mandó al hospital. Eran como 5 minutos para la 7 de la mañana del sábado pasado, Jorge, de 28 años de edad, iba manejando su motocicleta color negro, en el boulevard El Minero, a la altura del Instituto Hidalguense, pero al cruzar la calle un taxista metropolitano, Tsuru, con placas de circulación 9257 FUE, y otro coche del que no dieron ninguna característica, solo lo tuvieron detenido, y al taxista le echaron la culpa, no se dio cuenta que tenía muy pegado al motociclista, a pesar que hacía mucho ruido, trató de frenar y lo aventó al suelo.
Pero vamos a ver qué nos dice la policía, que tomó nota del asunto, les avisaron que había un accidente en el lugar que ya les dije, salieron como tapón de sidra llevándose a sus paramédicos de Protección Civil para atender a la persona que estaba lesionada.
Cuando llegaron vieron a un joven tirado cerca del taxi, que le dio un fuerte madrazo que lo mandó de cuernos a unos metros con todo y su moto, los paramédicos dieron órdenes de que se lo llevaran de volada al Hospital General, porque se quejaba muy feo, que lo revisara un médico a ver si no se le había caído el cuajo o la mollera.
Antes de llevarlo los agentes se entrevistaron con los dos conductores que tuvieron la culpa, uno por atravesarse sin precaución y el otro por darle un golpe a la motocicleta. Para no hacerla de Pez, quedaron que ellos iban a pagar los gastos que se ocasionaron, dijeron que ellos eran los culpables y aceptaron su descuido.
Para no hacerla de tos los gendarmes levantaron el reporte de los hechos y se retiraron del lugar, y minutos después salió del hospital el lesionado, y le dijeron que todo estaba arreglado, que le iban a pagar los daños que sufrió su unidad, pero les dijo que el convenio lo tenía que hacer él con ellos, mas no los policías, porque le tienen que pagar lo que le cobraron en el hospital.

MUCHOS SUICIDIOS EN ESTE AÑO
Los suicidios están de moda, como lo hizo Yoselin Mabel, de 18 años de edad, fue encontrada dentro de su domicilio colgando como piñata, con la lengua de fuera; en la avenida Juárez de Tizayuca, Hidalgo.
Sus familiares no saben porqué se mató, no dejó recado. Lo que les dejó fue una droga con los gastos de funeral. Agentes del Ministerio Público dicen que van a trabajar para evitar responsabilidades, ya andan investigando al chancludo, que era su novio.
Pero hay otras también que se quieren dar en la madre, y las salva la campana, como le pasó a Claudia Fabiola, de 30 años, ya estaba hasta el gorro de esta vida, se cortó las venas de las muñecas de las manos.
De pura chiripada uno de sus familiares la vio, llamó a la Cruz Roja y la atendieron salvándole la vida, trataron de llevarla al Hospital pero no quiso. Los socorristas para llenar el parte le preguntaron el porqué se quería matar, les contestó que qué les importaba, que  lo iba a intentar de otra forma. Eso sucedió en el municipio de Santiago Jaltepec.
Otro que cantó mejor fue Celestino de 35 años, con domicilio en la calle de Ocampo, llegó a su casa bien zumbado, su vieja lo puso como palo de perico, lo corrió a patadas. Celestino se subió a la azotea, abriendo las manos como avioncito se aventó del tercer piso, quedando atorado en una de las alcayatas de un poste de luz.
Lo fueron a bajar los bomberos y lo llevaron a Seguridad Pública, a disposición del Ministerio Público quien lo mandó a encerrar por no darse en la madre.

NO RESPETARON AL DOCTOR
El doctor Nelson estaba que se lo cargaba la grosería, porque las ratas de dos patas entraron a su casa y le robaron sus cosas. Dijo al Ministerio Público que vive en la privada de Tierra y Libertad, número 6, de la colonia Rojo Gómez de Pachuca.
Por la tarde salió con su familia a darse un volteón, como a la medianoche regresó, vio la reja abierta, no le dio importancia pensó que a lo mejor lo fue a visitarlo su jefa y la dejó abierta, al entrar se le pararon los pelos al ver un desmadre en la cocina y en los demás cuartos, se dio cuenta que fueron los ladrones quienes le dieron en la madre, se robaron un horno de microondas, su equipo modular, disco, un televisor de 29 pulgadas, y otras cosas, los cajones estaban revueltos, la ropa regada en toda la casa.
Dijo que de seguro esos hijos de San Antonio abrieron la puerta con un cuchillo, porque lo encontró tirado todo chueco, también estaba abierta la ventana. Salió a preguntarles a los vecinos pero le dijeron que no habían visto ni oído nada, que por la mañana vieron a dos sospechosos que no eran del rumbo y luego se fueron.
El Galeno pide a las autoridades que le den velocidad a las investigaciones y agarren a los amigos de lo ajeno que se llevaron sus cosas, si no tendrá que subir la consulta.

ASALTARON AL MAESTRO
En la colonia Álvaro Obregón, muy cerca de San Bartolo, caminaba muy tranquilo el maestro albañil Alfredo, de 50 años de edad, se había tomado la copa del amigo pues era medio día.
En la esquina de las calles de Yucatán y calzada Veracruz estaba un grupo de jóvenes, entre los 18 a 20 años de edad, eran como 10. Al pasar junto a ellos le echaron una trompetilla, como iba medio atarantado, se sintió superior a cualquiera y se regresó a ver qué Pez.
Sin dejarlo hablar le echaron bolita dándole una madriza, que lo dejaron como el caballo blanco, con todo el hocico sangrando. Sacando fuerzas de la nada se levantó aventando madrazos a lo loco, se echó a correr, para su mala pata se metió en un callejón sin salida y ahí le dieron la segunda tanda.
Lo levantaron los paramédicos de la Cruz Roja, lo llevaron al Hospital General, dijo al Ministerio Público que el sábado como a las 11 de la mañana dejó a sus trabajadores y se fue con el dueño de la obra, para que le pagara la semana. En una cantina de San Bartolo le invitó las 3 de ordenanza, y le pagó 5 mil pesos,  sabiendo que en Pachuca hay mucho ratón, se los echó dentro de uno de sus zapatos.
En el camino encontró chupando a varios vagos, entre ellos estaban 2 de sus ex chalanes, uno se llama Rodolfo y el otro Gregorio, la semana pasada los corrió porque eran muy flojos y se tranzaban el material. Cuando lo vieron se aconsejaron y con la mano le mentaron la madre, se hizo disimulado, no pelándolos, pero cuando le echaron la trompetilla se calentó y les iba a reclamar, pero ni tiempo le dieron, lo agarraron a madrazos.
No sabe quién de todos le robó el dinero que traía porque con la madriza perdió un zapato, y era donde llevaba el dinero; que a sus ex chalanes los pueden encontrar por el mercado de la colonia Morelos. Pide que le devuelvan la lana y le paguen las curaciones.

SE ADELANTÓ EL PAISANO
Santiago no esperó a que la policía le diera la bienvenida paisana, tampoco esperó a la caravana que iban hacer de la capital hasta sus pueblitos para que no los roben.
Santiago pensó que más vale solo, se presentó a su casa para darle una sorpresa a su vieja, pero el sorprendido fue él, al encontrarla panzona. La jaló de las greñas, le apretó el gañote, la señora  gritaba a todo pulmón que la auxiliaran. Sus hijos lloraron, uno de los vecinos llamó al 911, y los policías le dieron la bienvenida, llevándoselo a madrazos ante el Ministerio Público, y a la señora al Hospital General, con diagnóstico de aborto.
En su declaración dijo que era minero,  decidió con acuerdo de su vieja irse a los Estados Unidos, que tiene un hijo de 10 años, y una niña de 6, que se fue hace 2 años, y encuentra a su vieja panzona. Le mandaba dólares cada semana para que juntara y comprara la casa donde viven, en la calle Ángela Peralta.
Por otro lado la señora había abortado por la madriza que le acomodó y estaba a punto de doblar el pico, por lo mientras Santiago se quedó encerrado hasta saber su responsabilidad. Dijo que ni hubiera venido, que mientras trabajaba duro, su señora también pero en otra forma.

CHOCÓ UN CABALLO VS UN COCHE
Todo comenzó como un cuento de espantos de la oscura carretera; en la oscuridad de la noche salió un caballo a todo galope, que sus pisadas daban miedo, de pronto a un automovilista se le pararon los pelos al ver al caballo, que corría de frente ante su unidad. Quiso esquivarlo pero fue demasiado tarde, el que pagó el pato fue su hijo de 10 años, que se lo llevaron al hospital.
Todo pasó por momentos, cerca de las 7 de la noche, cuando ya estaba oscuro en el Boulevard Ramón G. Bonfil, a la altura de la colonia Nopancalco, en Pachuca. Se escuchó un fuerte madrazo entre una camioneta  Chrysler RAM, color rojo, con camper blanco, y un caballo color rojizo, que se le cruzó a todo lo que daba.
Los uniformados fueron alertados por unos vecinos lo que había pasado, dicen que hablaron al 911 y les dijeron que no mamen, como iba a chocar un caballo con un coche, pensaron que era una vacilada y les colgaron, pero era verdad porque había un chavito lesionado.
Los uniformados, que son como Santo Tomás, hasta no ver no creer, llegaron al lugar y hablaron con Isidro, de 31 años de edad, conductor de la camioneta, y su hijo Luis de 10 años, que se encontraban heridos. Los uniformados quisieron hablar con el caballo, pero ya estaba muerto y no les soltó ningún rebuznado, llegaron los paramédicos de la Cruz Roja quien le brindaron los primeros auxilios al niño, que tenía varias lesiones y los pelos parados por el susto.
Según los reportes, el conductor de la unidad fue trasladado al área de retención primaria, por el delito de matar un caballo, aunque él alega que nunca vio de dónde salió el animal, al que deben de meter al bote y que le pagarle los daños, sería al dueño del cuaco.
Pero no le hicieron caso, dicen que es la ley y se llevaron su coche al corralón; se espera que alguna persona sea el familiar del caballo muerto, pero de todos modos no podrá declarar porque se fue al valle de la caballería.