TENGAN CUIDADO CON EL “RAJAMADRES”                                                               
Javier, de 49 años, resultó lesionado a manos del “Rajamadres”. Todo desmadrado, se presentó ante el Ministerio Público para demandar a un sujeto que le pegó sin piedad, fracturándole la nariz, le cerró un ojo de un madrazo, y le desvió la mandíbula de una patada, volándole la muela del juicio y con golpes en todo el cuerpo, caminaba como cangrejo.

Dijo que estaba en su changarro de la colonia Cubitos cuando de momento entró un vago al que le dicen “El Rajamadres”, quien agarró dos “caguamas” y le dijo que después se las pagaba, que se las anotara en el hielo.
Un día antes se había llevado un cartón de cervezas y le había dicho lo mismo. El día de ayer, a la misma hora, entró de nuevo y tomó dos cervezas familiares.
Javier se le puso enfrente tratando de quitárselas y le dijo: “Te llevas madres, de aquí no sacas nada”.
El vago se le aventó con el puño cerrado, pegándole hocico, que lo mandó hacia atrás, cayendo de nalgas que hasta las patas paró. Lo levantó y le puso de madrazos, y sacó las cervezas. Como burla se sentó afuera de la tienda a tomárselas.
Javier sacó su celular y llamó al 066. Llegaron los policías y les explicó lo que había pasado. “El Rajamadres” estaba furioso. Les dijo que sí lo madreo porque no le da de beber al sediento.
Estuvo alegando con los policías y delante de ellos insultaba a Javier, que era un codo de primera, que tiene muchas cervezas y no lo invita, por eso él pasa a agarrarlas.
La policía se fue y “El Rajamadres” iba a agarrar otras cervezas. Javier le dio un aventón, cerró su changarro y corriendo fue a denunciarlo.
Dijo que los policías no se lo llevaron porque le tuvieron miedo porque lo conocen muy bien y saben que les podía rajar la madre.

CAE SEDICENTE ABOGADO
Le cayeron en la movida y no se pudo defender. Lo metieron al bote aunque les costó trabajo a los agentes de Tulancingo para encerrarlo en las mazmorras.
José Antonio demostró que no es abogado pero sí un buen boxeador, porque agarró a madrazos a los policías y a todo el que se le acercaba. Los amenazó, les mentó su madre, les dijo un chorro de maldiciones. Los representantes de la ley se tapaban las orejas y le decían “Botellita de Vinagre”.
Los detectives Edgar y Facundo tuvieron una misión muy peliaguda, pues ellos pagaron el pato y fueron a poner su denuncia penal. Explicaron ante el Ministerio Público, que averiguaban una denuncia por falsificación de documentos. Apareció como abogado balín, José Antonio.
Cuando lo supo se presentó a las oficinas de la procuraduría. Brincó como chivo, cuando le dijeron que le andaba vendiendo chiles al verdulero, y necesitaban hacerle una entrevista.
A José Antonio se le pararon los pelos del espinazo, y les dijo que no necesitaba que le hicieran nada. Gritó, a todo pulmón, que eran unos policías prepotentes, sin educación, que les iba a arreglar su caso para que los mandaran a la nocturna.
Sin darles tiempo de montar a su caballo, comenzó a tirar madrazos a diestra y siniestra, contra los agentes, que si no se agacha el MP le pasa lo que al perico.
Los policías Bernardo Vicente Lazcano, Facundo, Miguel Ángel y Edgar Cuevas Rafael tuvieron que usar sus mañas y marrullerías para controlarlo, pues estaba cañón.
Uno lo jalaba de los pelos, otro de la patas, uno le dio un tope, lo tiraron y le echaron bolita. Le pusieron unos grilletes en las patas, las esposas en las manos porque no dejaba de aventar campanazos.
Tuvieron que amarrarle la cholla porque también aventaba cabezazos. Se trataba de un hombre grandote y bien mamado, que cada madrazo que les daba los mandaba de nalgas.
Los amenazaba diciéndoles que eso no se iba a quedar así, iba a mover sus palancas para que los mandaran a la goma, que para él, eran unos macuarros mugrosos.
En la denuncia penal, quedó asentado que José Antonio se dedica a litigar con una cédula profesional 7608061, la cual es falsa, pues ese es el número de teléfono de su casa.
Desde ayer el licenciado farsante, quedó a disposición de la Procuraduría de Justicia por una serie de delitos, y se tendrá que castigar conforme a derecho. Dicen que arregló varios biznes valiéndose de que era el abogado del diablo.

ROBAN CÉNTRICA CASA
Lino está que se lo carga la grosería. Salió con sus familiares a hacer unas compras y lo visitaron los ladrones. Lo fregaron llevándose sus cosas.
Declaró que con su esposa y sus 3 hijos fueron al centro comercial “Aurrera” a hacer unas compras. Vive en la calle Miguel Lerdo de Tejada, en la colonia centro de Pachuca. Por lo menos tardaron unas 2 horas.
Cuando regresaron, su hija abrió la puerta con mucha facilidad y sin llaves. Se metieron y cada chango a su mecate. Se pusieron a hacer sus actividades. No se habían percatado del robo.
Lino, al salir, vio que le faltaba una  computadora. Preguntó a su hijo si la había prestado. Éste le contestó que no.
Comenzaron a revisar la casa. Las puertas estaba madreadas. Le faltaba un juego de video, joyas de su hija, dinero y otras cosas. Llamaron al 066 presentándose los oficiales con libreta en mano para tomar nota. Le dijeron que fuera a interponer formal denuncia contra los rateros que resulten responsables. Ellos, por su parte, no podían hacer nada.
Desconoce el monto de lo robado. Expresó que  es el colmo que en pleno día y en el centro no haya vigilancia. Así como hacen sus reformas, habían de hacer una para que cuando los roben sean los policías quienes cubran las pérdidas. Mas le dijeron que se callara, acompañándolo a la puerta.

ATRACA SOLITARIO PILLO ARMADO
Armado con pistola, solitario hampón asaltó al empleado de un negocio de telefonía celular ubicado en Plaza Bella. Pese a los operativos de vigilancia permanente en toda la ciudad, los pillos son más abusados que los popochas.
Víctor Daniel, de 21 años, simplemente no puede creer lo que pasó. Argumentó que como a las ocho de la mañana entró a su changarro un joven pidiéndole una ficha de 100 pesos.
Lo atendió con amabilidad, sacando la tarjeta prepago del mostrador. Al alzar la vista, se llevó menuda sorpresa que los pelos se le pararon, al verle su pistola. Le ordenó: “Dame el dinero o te agujero”.
Tembloroso, sacó del mostrador lo que tenía y se lo dio. El asaltante no se conformó: “Dame más, hay tienes”.
Armando se volvió agachar y le dio más dinero. El malhechor le ordenó que cerrara los ojos. Cuando los abrió no sabe para dónde se fue. El dependiente salió y le dijo a la señora del local de al lado que lo habían asaltado, que hay le encargaba el changarro mientras iba a buscar un policía.
Corrió para un lado y para otro, y no encontraba a ninguno. En la puerta trasera de Plaza Bella, por fin, halló uno. Le contó lo que le había pasado. El uniformados le iba a avisar a su jefe.
A lo mejor la pistola con la que lo asaltaron no era de verdad, que pudo ser de dardos o de agua, que se hubiera fijado bien.
Armando le dijo que sí era de a de veras, pues tiene un pariente en la Ministerial y se la ha enseñado.
El guardián le dijo que no tuviera miedo, que  lo enfrentara y si acaso el arma fuera de verdad, al escuchar el tiro ellos estarían presentes y capturaban al delincuente. Que fuera poner su queja y que disculpara que no lo acompañara, pero andaba vigilando toda la plaza.

COBRAN INEXISTENTE ADEUDO
Una señora estaba como agua para pelar pollos, pues le quieren cobrar un adeudo inexistente en Banco Azteca.
Hablaba sola, echando mentadas en contra de Salinas Pliego. Se la quieren hacer de tos porque supuestamente debe 7 mil pesos de una compra que ella, asegura, no hizo.
Juana Marcela se presentó ante MP diciendo ser vecina del municipio de Metepec. En octubre del año pasado fue a la tienda que se encuentra en la calle Morelos, esquina con 21 de Marzo, a tramitar una tarjeta de crédito. Sin ninguna bronca, se la dieron.
Dijo la mujer que la manejó tal como se debe.  En diciembre del año pasado sacó 500 pesos; le cobraron una comisión de 33 varos y lo demás lo iba pagando cada semana.
El martes 4 de este mes, le salieron con la mamada de que había hecho una compra en la tienda llamada “Bodega de La Virgen” que se encuentra en el la Ciudad de México, por la cantidad de 6 mil 690 pesos, pero doña Juana afirma que nunca la hizo.
Tres días después se presentó a la sucursal para decirles que ella no hizo la compra. Como respuesta el gerente le dijo que tenía que pagar si no los intereses siguen subiendo y que si quería poner su queja ante la Condusef, sabía que no procedía, así que no perdiera su tiempo. Después de 2 días cuando le avisaron de la deuda que tenía que pagar, respondió que el día que supuestamente hizo la compra ella se encontraba en Metepec, siendo que no suelta la tarjeta, pues la guarda en el pecho y se duerme con ella.
Por su parte el gerente del banco le manifestó que no tiene tiempo para andar investigando el asunto, que eso es lo que debe y lo tiene que pagar.
Ante la afectada se han presentado varios cobradores que un día la agarraron en mal momento y los mandó a ver a su madre. Le contestaron que su jefa no debía, que ella era la deudora y la iban a embargar.
Solicita encarecidamente a las autoridades competente que hagan una minuciosa investigación para saber si alguien sacó algo a su nombre, pues ya la tienen hasta la madre.

SE AVENTARON UN TROMPO
Duros estuvieron los madrazos entre vecinos de la calle 10 de Mayo, en la colonia Santa Matilde.
Se enojaron por lo que está sucediendo en esa colonia, y se desataron los madrazos, patadas y trompones, jalones de greñas, aventones, mentadas de madre, maldiciones y amenazas de muerte.
La sedición y ruido popular se hizo porque no faltó un chango que dijo que un señor se está apropiando de un predio, y es un paso público. Se lo quedó como propio.
Los hechos violentos llegaron hasta el MP quien giró un oficio para que designaran agentes investigadores y consignara a los revoltosos.
Por su parte los quejosos, Miguel Ángel, María de Lourdes, Gabriel Gutiérrez, Santiago, Isaías, Juana Julia y María, vecinos de la calle de 10 de Mayo, hicieron un llamado a las autoridades municipales y estatales para que tomen cartas en el asunto.
Mario González fue el que prendió la mecha. Presume tener influencias y se lleva a cuartos con el gobernador, pues se apoderó de un predio. Dijo que era suyo y nadie se lo quitará.